Gemelas

Capitulo I " No estuve allí"

–Para  ya de llorar, ¿cuando dejaras de ser tan cobarde?  – le grite a mi hermana gemela Emberly

     Ella  lloro mientras trataba de secar sus lágrimas, sentada en el rincón mas lejano de la sala, para evitar ser arrastrada por mi.

-Vamos Emberly, solo es el taller de trabajo de mama-  insistí - ¿Qué malo puede pasar?- intente tomarla de las manos, pero ella las alejo rápidamente de mi.

-No quiero Amber, si mama se entera nos castigaran por semanas.

     Emberly siempre había sido el tipo de niña que todos aman y se ganaba a todos , a los profesores por sus notas, a mis padres por obediente y a mis tíos, abuelos y primos por su amabilidad, siempre ha sido la niña buena y no es que yo sea mala, pero al parecer para los padres es malo que te cortes el cabello disparejo tu sola, para los tíos es malo que muerdas a tus primos y para los abuelos es malo que escondas su dentadura postiza, aunque para mí es simplemente  divertido.

     Pero tal fin y al cabo somos simples niñas y no había duda que ella también tenia curiosidad de saber que se escondía en aquella habitación que siempre se nos prohibió entrar. 

-Si entramos no tocaras ni dañaras nada- Ordeno ella.

     Abrimos la puerta con sumo cuidado, y caminamos en puntillas, todo estaba oscuro así que tantee para encontrar el encendedor de la luz, nunca entendí porque mama nos prohibía entrar a su taller. Ella se dedicaba a hacer cuadros grabados en vidrio, siempre nos contaba lo mucho que le gustaba hacerlo, y aunque podíamos ver el resultado final, nunca habíamos entrado a su trabajo hasta este momento.

-Ya entramos y viste – Su voz me sobresalto,  había estado tan callada y yo tan hundida en mis pensamientos que oírla me asusto un poco – Ya nos podemos ir- Indico.

-No aun no- Estaba fascinada

    Corrí y para ver todo, cada vitrina, cada envase, cada cuadro y detalle, quería verlo todo, ya había revisado casi todo en el taller mientras Emberly caminaba con cuidado detrás de mí, algunas veces me pidió que nos fuéramos, pero ella también estaba emocionada de estar allí. Solo me faltaba un estante por ver, tenía pinturas y  envases de colores, de un costado colgaban los lentes,  guantes y  traje de trabajo de mama, había todo tipo de tintas, unos olían mal y otros líquidos eran pastosos, cada vez que tomaba algo Em me suplicaba que lo dejara, pero yo no estaba dispuesta a escucharla.

     Estaba por revisar el ultimo estante cuando escuche a Emerly decir que se iba, bien no me importaba, era una cobarde por irse, así que escale más alto estirándome lo más posible para tomar alguno de los envases de arriba, cuando ya tenía uno en mis manos  mi pie resbalo,  intente sostenerme pero mi mano está ocupada por el envase así que en esos instantes tan cortos pero tan lentos a la vez solo podía tomar una decisión, soltar el envase y dejar que cayera al piso, luego limpiar para que mi mama no supiera nada o dejarme caer, pero estaba a cuatro espacios de alto así que el golpe seria fuerte. Debía soltar el envase esa era la mejor solución, o eso pensé.

    Estoy segura que Emberly pudo leer la etiqueta del envase antes que yo, porque corrió desesperada en mi dirección mientras me gritaba.

-¡¡¡¡Amber no, ese envase no!!!!!

    Era muy tarde ya lo había soltado y el líquido caliente callo sobre mi hermana.  Era asido

¿Porque no se fue? ¿Porque se regresó a ayudarme?

    El líquido callo directamente en su cara y algunas partes de su cuerpo. Nunca podre olvidar sus gritos.

-¡¡¡¡Haaaaaaaaaaaaaa!!!! ¡¡¡Me quemo, me quemo Amber me quemo!!! ¡¡¡Ayúdame... Quítamelo me quemo!!!- Jamás olvidare la forma en que mi hermana gritaba mientras sostenía sus manos frente a su rostro.

     Baje como lo más rápido que pude, mientras Emberly gritaba y se revolcaba en el piso de dolor, frotando sus manos también quemadas en su cara y suplicando que le ayudara.

     ¿Qué podía hacer? Estábamos en el sótano y nadie nos había visto bajar, nuestra nana estaba en el cuarto de lavado, me levante y corrí por las escaleras,  por primera vez se me  hicieron eternas, en cada escalón que subía deje atrás los gritos desesperados de mi hermana.

    Para ese entonces era solo una niña, como podía saber que las grabaciones en vidrio se hacen con ácido fluorhídrico, un ácido sumamente corrosivo y de uso extremadamente delicado, como podía entender que acaba de derramas ácido sobre mi hermana de 12 años.

    Cuando llegue arriba la primera persona que vi fue a mi mama, me miro por un momento.

-Amber ven ayúdame, ¿donde esta tu hermana? ayúdenme ambas, aun hay cosas en el auto- su voz siempre había sido dulce y reconfortante, pero en este momento yo solo podía temblar del miedo. Volteo nuevamente a verme ya que y no reaccionaba a su llamado.

     Sé que ella pudo leer mi expresión de pánico cuando corrí asía ella con lágrimas en mis ojos mientras gritaba.

-¡¡¡Mama, mama!!!! Emerly está en tu taller y no deja de gritar y llorar, solo  dice que quema- le dije entre sollozos.

   El rostro de mi mama palideció y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, ella sabía ya que algo muy malo había pasado, me deje caer en mismo lugar,  me quede allí arrinconada, con los gritos de mi hermana aun sonando claramente en mis oídos, mientras los apretaba fuertemente para borrar esa voz. No se cuanto tiempo me tomo reaccionar, así que me levante y busque a nuestra nana por ayuda, ella se encargo de llamar a la ambulancia y a papá.



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En el texto hay: romance, secretosymentiras, gemelas

Editado: 28.06.2018

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