Gemelos y Destinos

Capítulo 4

Adele salió del salón con Elián, al hacerlo él la tomó de una mano y empezó a caminar rápidamente:

— Espera Elián, si nos ven caminar por los pasillos nos vamos a meter en problemas. 

— No tenemos otra opción Adele, es esto o a que nos descubran nuestra verdadera naturaleza —el muchacho caminaba a grandes zancadas. 

Empezaron a correr, se encontraron con unas escaleras que iban hacia el primer piso del colegio, rápidamente bajaron, después se chocaron con un pasillo que se dividía en tres:

— Por aquí —dijo Elián tomando el de la derecha. 

— Espera Elián, nos van a descubrir —dijo Adele— además, mis cosas las dejé en el salón, se me olvidó tomarlas. 

— Eso no importa, no es como que las van a robar, sabes que eso no se da en este colegio. 

Lamentablemente el pasillo era un callejón sin salida, escucharon unas voces cerca de allí y Adele pudo reconocer algunas:

— Oh... no Elián, es el escuadrón Guía —informó Adele.

— Solo tengo esta opción —dijo Elián, empujó a la chica hasta su pecho, después se lanzó a la pared de la derecha, rápidamente la traspasaron y cayeron al suelo:

— Esta es la biblioteca —dijo la joven al reparar el interior— espera, ¿desde cuándo puedes hacer eso?

— Soy igual que tú, cuando estoy nervioso puedo hacerlo —respondió el joven levantándose— vamos, debemos salir de aquí, ellos deben saber que alguien está utilizando poderes, pueden sentirlo. 

Era así, Kilian estaba cerca de allí y pudo sentir la gran energía que había emanado desde cierto punto del colegio:

— Alguien estaba utilizando poderes —dijo Kilian a Melania que estaba junto con él— vamos, debe ser él. 

Rápidamente empezaron a caminar hacia allá.

— ¡Mierda!, ¡ya se dieron cuenta! —Elián le dio una mano a Adele para que se levantara, después corrieron a la entrada de la biblioteca, pero la puerta estaba cerrada con llave:

— No abre Elián —dijo Adele bastante desesperada. 

— No tenemos otra opción —replicó Elián con desesperación, miró a su derecha— esta parte da al bloque de arte y está en la parte trasera del colegio. 

Volvió a abrazar a Adele y se lanzó hacia la pared, cayeron en el patio del colegio, la lluvia se encontraba en su punto más fuerte, además, hacía bastante frio.  Corrieron hacia el bloque de arte. 

 

 

 

Kilian llegó hasta el fondo del pasillo, pero no encontró nada, después pudo sentir nuevamente el poder al otro lado de la pared:

—¡Vamos Melania, está huyendo, y no está solo! —Kilian traspasó la pared y Melania lo acompañó. Corrieron hacia la gran fuerza que los guiaba, para ellos era muy fácil seguir las energías, toda su vida habían entrenado sus poderes y eran muy sensibles para percibir el lugar donde se estaba dominando fuerzas sobrenaturales. 

Al salir de la biblioteca y toparse con el bloque de arte empezó a utilizar la telepatía para avisarle a sus compañeros:

—¡Por favor teletransportarse a la salida del colegio, está tratando de escapar y no está solo! 

—¡Adele no se encuentra en el salón de clases Kilian! —avisó Marcela por telepatía.

 

 

— ¡Adele están muy cerca de nosotros, pueden percibirnos, creo que a estas alturas no podremos escapar! —dijo Elián cuando ya estaban a las afueras del colegio.

— No... todavía tenemos una oportunidad —dijo Adele. En ese momento los dos jóvenes desaparecieron del lugar en un destello de luz. 

Al llegar Kilian junto con Melania al lugar ellos ya no estaban:

— ¡Usaron teletransportación a larga distancia! —dijo Kilian algo sorprendido y sus labios quedaron entreabiertos, llevó su mirada por todo el lugar.

— Son dos, fue lo que pude sentir mientras los perseguíamos —explicó Melania— esto es impresionante, son sumamente poderosos, su energía es muy fuerte, tanto que mi piel se eriza. 

— Esto es muy malo, estos chicos pueden hacer mucho daño —soltó Kilian.

 

 

 

Elián y Adele aparecieron en un lugar totalmente blanco, la joven estaba encima de Elián:

— Amiga... tu mano cayó en un lugar donde no debería estar —susurró el joven, sus mejillas estaban ruborizadas. Adele llevó su mirada hasta su mano derecha y vio que estaba tocando algo indebido:

— ¡Ah...! Este, lo siento, lo siento —se levantó rápidamente y después miró a todas partes (momento incómodo), Elián se levantó algo avergonzado, después empezó a reparar el lugar, se le hacía algo conocido.

— Seguimos en el instituto —dijo Elián, después se sorprendió al ver que el uniforme de Adele empezaba a secarse de una manera muy rápida— oh... vaya, hoy tus poderes están desbordados. 

— Elián, tu uniforme se está secando muy rápido —exclamó la joven. 




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