Gemelos y Destinos

Capítulo 6

Adele bajó la cabeza por las lágrimas que quemaban sus ojos, se sentía muy sola, al parecer se había acostumbrado a estar en compañía de otras personas que ya no quería volver a ser la misma chica solitaria que todos conocían.

Así transcurrió toda la semana, el fin de semana que Adele creía que podría ser diferente a todos los que tuvo anteriormente no lo fue, estuvo encerrada en la casa comiendo helado y viendo películas con extremo amor que daba ganas de vomitar, aunque Adele siempre le tuvo envidia a aquellas mujeres que podían vivir aquellos amores de ensueño.  Siempre quiso uno. Al conocer a Kilian tocando aquella nostálgica melodía de piano... se sintió atrapada por una historia de novela, al parecer se había creído el papel de chica trágica, por eso le dolió su realidad.

— Y ahí en silencio esperó y esperó, y así muy pronto murió. Fin —terminó de leer Adele.

Limpió una lágrima que corrió por su mejilla, cerró el libro y lo dejó a un lado.

— Hasta en las novelas románticas puede haber un final triste, aunque ellos sí pudieron vivir su amor, y yo nunca pude comenzar el mío, pero ya se terminó... —pensó.

Bajó de la cama y se dirigió al baño, se quitó la camisa de su pijama, en ese momento quedó reparando el collar que siempre llevaba consigo, ese que no era capaz de dejar por nada, sentía gran apego a él, pero no sabía el por qué.

"Hace mucho, pero mucho tiempo, en un mundo muy lejano, no importa cuán lejano era, existió una joven que tenía un hermano, aquella chica soñaba con conocer el amor, de esos que son tan dulces que podrían dar diabetes.  Aunque su sueño al pasar de los años parecía no querer hacerse realidad…"

Y así pasó el fin de semana de Adele, estuvo escribiendo su melancólica historia de aquella chica que deseaba tener un romance.  Muy pronto llegó la mañana en la cual debía volver al instituto, pero deseaba quedarse en casa escribiendo su historia, aunque el deber, es el deber.

Al estar a punto de entrar al colegio vio que Elián estaba a unos cuántos metros de distancia:

— ¡Elián! —llamó emocionada. Corrió hasta donde estaba el joven, lo tomó de un brazo bastante emocionada— ¿cómo estás?, estaba muy preocupada, no has contestado mis llamadas y mucho menos mis mensajes, ¿qué ha pasado?

— Bueno, es que estuve enfermo, no he revisado mi celular, lo siento —le mostró una sonrisa— pero ya estoy bien, no te preocupes.

— Menos mal... Porque de verdad me preocupé un montón, amigo.

— Oye Adele, tengo que ir donde el director, ¿sí? —se excusó el joven. 

Lo sabía, todos estaban bastante extraños con ella, hasta su mejor amigo, eso fue un golpe grande para su pecho, aunque no lo quiso mostrar.

— Bien, entonces... te espero en el salón, sí, yo ahora voy a ir al salón —respondió Adele. 

Se apartó con una sonrisa y siguió su camino.  Le dolía que su amigo más cercano se apartara de su lado.

Tal y como lo sospechaba, Elián no le habló más, así llegó el primer descanso, en esos días se estaba escapando al bloque de arte para poder estar tranquila. Kilian no había ocupado el piano, de hecho, no se había aparecido por allí.  Adele traía consigo un libro con pasta azul, allí era donde escribía su historia, estaba a punto de entrar al salón donde estaba el piano cuando de la nada vio a Kilian a punto de tocar alguna melodía, su piel se erizó por completo, justo el único lugar donde podía estar en tranquilidad, aquel día estaba ocupado, genial...

Aunque no era mala idea quedarse observando por un rato.

— ¿No se te enseñó que espiar a los demás es malo? —dijo de la nada el joven, pero su voz sonaba gruesa, como si la estuviera regañando, le dolieron aquellas palabras, en verdad, le dolió mucho a Adele que las personas que ella conocía las estuvieran tratando de esa manera.

— Dis-disculpa —dijo, el joven al parecer le incomodó la inseguridad de la muchacha, volteó a verle con un rostro de fastidio.

— ¿Podrías dejarme solo?

— Ah... Sí, cla-claro —Adele tenía en su garganta un gran nudo, y a la vez sentía que los miedos se la querían comer. Sin darse cuenta el libro se le cayó al suelo. La joven no soportó más y dejó salir las lágrimas, por eso mismo se retiró rápidamente. 

Kilian se confundió al ver que la joven estaba llorando, estuvo un momento pensante por si era el responsable de aquellas lágrimas, después pudo observar que Adele había dejado caer algo al suelo, lo tomó y con algo de curiosidad empezó a mirar su interior. 

"Aquella joven, sola y triste empezó a reflexionar sobre su vida, el viento soplaba desde el bordillo del último piso del edificio, se podía apreciar el gran paisaje de la ciudad, pero ese sería su último día".

Kilian quedó impresionado por aquellas palabras, ¿es que acaso esa joven pensaba en suicidarse?, no la conocía muy bien, si a lo mucho la había visto dos veces, y eso, por sus amigos quienes se habían relacionado con ella y por ese motivo habían puesto en peligro la misión. Siguió leyendo la historia, pero esta vez desde el principio, había escrito una gran cantidad, al parecer esa chica no tenía nada que hacer.  Sin darse cuenta habían tocado el timbre, pero no le importó mucho, la novela estaba interesante:




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