Gemelos y Destinos

Capítulo 13

Adele estaba a su lado, en la otra camilla, observaba como Kilian suplicaba, pero nunca dejó que ella sintiera algún dolor. No lo comprendía, estaba muriendo ¿cómo era posible?

Pudieron estabilizar a Kilian y así fue como el chico pudo descansar después de toda una noche de tortura:

— ¿Me puedo ir a casa?  —preguntó Adele al doctor Ramson.

— No.… te necesito aquí para que ayudes a Kilian a recuperarse —explicó. 

— Por mí que se muera —soltó Adele como lo más normal del mundo. 

El doctor Ramson le dio una bofetada a la joven. 

— No permitiré que hables frente a mí de esa forma de Kilian —regañó con una voz muy fuerte. 

— ¿Y usted quien se cree?

— Yo los vi crecer a ustedes dos y sé que si estuvieras en tus cinco sentidos no trataras a Kilian de esta forma, él es tu esposo, querías tener hijos con él —explicó el doctor Ramson. 

Adele miró fijamente al doctor, ella no tenía ni un solo problema con él, por un momento pensó matarlo, pero vio que no ganaría nada con hacerlo.

— No voy a quedarme, si lo hago solo será para matarlo. 

Adele se bajó de la camilla y volvió a mirar al doctor con algo de rareza.

— Si nos vio crecer ¿cómo es que se ve como si tuviera veinte? —preguntó la joven.

— Nosotros nunca envejecemos —respondió el doctor. 

Adele quedó algo impresionada al escuchar aquellas palabras.

— Necesito que te quedes al lado de Kilian, como su esposa, porque eso es lo que eres.  Su esposa —ordenó el hombre. 

— Yo no recuerdo haberme casado con alguien, ni siquiera tengo dieciséis años —contestó Adele.

— Pero los cumplirás dentro de tres días, eso tengo entendido —dijo el doctor. 

— Me acaba de dar una bofetada y ahora se preocupa de mi cumpleaños.  Eso es ser muy bipolar —refunfuñó Adele.  

— No soy bipolar. Es solo que no soporto a las personas que hablan mal de sus esposos —explicó el doctor Ramson. 

Adele se cruzó de brazos y miró a todos lados:

— Ya le dije que yo no recuerdo haberme casado, solo tengo quince años.

— En realidad, tienes veinte años. Te casaste hace un año con Kilian. Tenían planes de tener un hijo, pero se les hizo imposible cuando les dieron la misión de venir a este planeta y fue cuando hubo aquel accidente —contó el hombre con una voz bastante tranquila. 

Adele volvió a subirse en la camilla, se recostó y miró a Kilian:

— ¿Yo tener hijos con ese?, ¿no está como que muy joven como para pensar en tener hijos?

— No, él es cuatro años mayor que tú. Y se puede decir que es mucho más maduro, ahora mismo lo está demostrando —recalcó el doctor. 

Hubo un momento de silencio:

— ¿Te cuento una historia?  —preguntó el doctor.

— ¿Tiene sangre?

— Sí.

— Entonces si la escucho, pero le puedo asegurar que después iré a matar al padre de Kilian.

— Solo no lo mates mucho —se burló el doctor. 

Adele quedó algo confundida. Dejó salir un suspiro y el doctor soltó una carcajada. 

— Ya doctor Ramson, cuente su historia —pidió Adele.  

— Bien... Te la contaré. Tenías dieciocho años, tu relación con Kilian no podía estar mejor...

(Arlet, dieciocho años).

Arlet se despertó temprano en la mañana al escuchar la alarma de la puerta, esto significaba que alguien trataba de entrar a su apartamento.  Se acercó con algo de inseguridad, de la nada escuchó que tocaron la puerta. Arlet no quería abrir, estaba muy asustada y corrió a esconderse en su cuarto, telepáticamente llamó a Kilian, en fracciones de segundo él ya estaba en su cuarto:

— Alguien intentó entrar en el apartamento amor... —decía Arlet muy asustada.  Kilian la abrazó y trató de calmarla— dejaron algo en la puerta...

— Tranquila, iré a ver, tú quédate aquí amor.

Al Kilian ir a revisar encontró un sobre de papel frente a la puerta, lo abrió y encontró una nota que hablaba sobre una fantasía sexual que tuvo un hombre con Arlet y que muy pronto la haría realidad. Kilian quería matar a ese hombre, pero no podía contarle a Arlet, ella era muy nerviosa, así que le dijo que no era nada.

Al día siguiente llegó donde su padre y le mostró el sobre, había un acosador detrás de Arlet, así que las alarmas se encendieron de inmediato y la seguridad en la ciudad se reforzó, aquella nota se empezó a investigar para así encontrar al culpable. Kilian dormía con Arlet todas las noches, como lo pensaba el joven, Arlet se había alterado y se le hacía imposible quedarse sola en su apartamento:

— Sé que es un acosador —dijo Arlet aquella noche.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó Kilian. 

— Me persigue en el centro de entrenamiento —respondió la joven. 




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