— No dejaré que vuelvas con ese hombre —dijo con fuerza Kilian.
— Tú no me mandas, si tengo que matarte en este momento para poder volver con Jew lo haré, te odio tanto Kilian —arremetió Adele y sus venas empezaron a brotar en su piel, eran negras.
Kilian sabía que eso no podía suceder, Adele estaba envenenando a su unión para así tener más fuerza y poder separarse de él. Sabía que era el momento decisivo, acercó sus labios a los de la joven y los entrelazó, pero Adele le mordió un labio como su quisiera arrancárselo, Kilian sentía que su sangre se mezclaba entre las dos bocas, pero nunca se separó.
Debía ir más allá de donde estaba encarcelada la unión de Arlet empezando a envenenarse con aquella oscuridad. Se vio atrapado en un cuarto oscuro, podía ver la imagen de Arlet tal cual como ella era, aunque estaba un tanto diferente, se veía siniestra, empezó a caminar hasta donde estaba Kilian mientras sostenía una sonrisa retorcida:
— Arlet —soltó Kilian en un suspiro, pero de la nada esta se abalanzó a Kilian y llevó sus manos al cuello del chico.
Lo hizo caer de espalda al suelo, era una agonía horrible, no podía respirar, aunque al verle a los ojos sabía que ella no quería hacerle daño, sus lágrimas caían en el rostro de Kilian, la oscuridad la estaba dominando en aquel momento. Él no sería capaz de hacerle daño, no a ella.
Así que dejó que la joven arremetiera con toda su fuerza hasta que se cansara.
Eso era lo que sucedía en el interior de los dos muchachos, por fuera estaban los dos cuerpos forcejeando, Adele pudo soltar el agarre que Kilian tenía con sus manos y trató de separarlo, pero este era muy fuerte, poco a poco sentía que aquella oscuridad se iba de su cuerpo y un gran cansancio la consumía, incrustó sus uñas en la piel de los brazos de Kilian, pero él se inmutaba a separarse de ella.
Por dentro en aquel lugar oscuro estaba Arlet estrangulando a Kilian, el joven solo trataba de que ella separara sus manos de su cuello, aunque se le hacía imposible. Allí fue cuando la catástrofe surgió. Arlet recordó el don que tenía Kilian en sus ojos, en aquel momento estaban conectados y ella si quería podría utilizarlo, así que eso fue lo que hizo, miró fijamente a Kilian a los ojos y empezó a matar aquella unión que los dos tenían.
Hubo un silencio estremecedor, Arlet reaccionó y quitó sus manos del cuello de Kilian, aquel lugar empezó a aclararse y Kilian estaba estático, de la nada sus ojos empezaron a llorar sangre y sentía que su garganta se llenaba de esta. Aunque había una parte buena en todo esto, Kilian había sacado toda aquella oscuridad del cuerpo de la joven, pero no pudo salvarse él.
— Oh... No, no, no, no —empezó a decir Arlet al ver que el cuarto se había vuelto totalmente blanco y que el rostro de Kilian empezaba a llenarse de sangre.
Él no quería que Arlet lo viera en aquella situación, así que hizo que su cuerpo se alejara de Adele, la joven quedó tendida entre el montón de hojas inconsciente, Kilian sentía que su cuerpo estaba totalmente pesado, un cansancio inmenso lo estaba invadiendo. Su boca estaba llena de sangre, empezó a escupir y después miró fijamente a Adele, su cabello había vuelto a hacer rubio, no se veía en ella aquella oscuridad, había cumplido su objetivo, pero a costa de su vida.
Kilian abrió sus ojos, estaba en un cuarto de hospital. Había algo extraño. Podía sentir que esa no era la Tierra. De la nada un fuerte dolor consumió todo su cuerpo, empezó a retorcerse en la cama y el doctor Ramson trató de calmarlo:
— Tranquilo Kilian —llevó su mirada a una joven enfermera y esta le inyectó algo en el cuello de Kilian.
El padre del joven estaba allí junto a su esposa, ella no dejaba de llorar y él trataba de calmarla:
— Esto no puede estar sucediendo —decía la mujer una y otra vez.
— Lo siento mucho —dijo el doctor Ramson a la pareja— me gustaría hacer más por Kilian, pero me es imposible.
— No se preocupe doctor, nadie tiene la culpa de todo lo que está sucediendo —explicó el padre de Kilian.
Arlet estaba acostada en una cama, ya tenía su verdadera apariencia, al abrir los ojos pudo observar a Brais con un semblante algo triste, aunque trató de mostrarle una sonrisa que salió muy mal y solo logró que la joven empezara a hacerse un montón de preguntas:
— ¿Dónde estoy? —preguntó mientras se acomodaba en la cama de una manera que pudiera ver claramente el lugar que la rodeaba.
— Estás en Nordico —respondió Brais como si tratara de medir las palabras que saldrían de su boca.
— ¿Eso qué es? —preguntó la joven confundida.
— El planeta donde vive Kilian y… donde tú vivías. Además, nuestros padres están aquí en el hospital, han estado visitándote y ahora están yendo a la habitación de Kilian.
— ¿Qué le sucedió a Kilian? —preguntó inocente.
— Amm... —Brais miró hacia la puerta— Iré a buscar al doctor Ramson para avisarle que despertaste.
— Espera, Brais —trató de retenerlo, pero como si el joven tratara de escapar salió de la habitación.
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Editado: 15.02.2024