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• Yo una vez prometi a un niño, que daría mi vida por el. Que pase lo que pase haría lo que fuera en mi siguiente existencia.

   Uno de los valles en los que visite hacer solo unos varios años atrás, conoci a un niño, llamado David.

       Sus padres no le creían que me había visto alguna vez. Era como su amigo imaginario y su angel.

• Y que paso? Dijo Max rapidamente.
• Nick empeso a botar lagrimas. El…Murio por mi culpa. El reyno de las leyes cósmicas no me dejo ayudarle.

 Nick, saco una pieza muy pequeña. Aquello parecía estar lleno de marcas extrañas.

• Esto es una pieza de los años Dos mil. La nueva generación empezaba a nacer. Y yo estaba apunto de subir al reyno de los dioses supremos. Dias después, pude ver como moria en la cama de un Hospital lentamente. Queria romper aquellas leyes estúpidas, pero si lo hacia me convertiría en un bagante energético o quisas volveria a  reencarnar.
•  Yo le prometi que alguna vez en mi existencia lo salvaría. Como no lo hice aquella vez.

  Max lo miro, y lo cogio por el hombro. Nick se levanto y se alejo del lugar, solo diciendo gracias.

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          Max, intento incorporase rápidamente, con dolor en su cuerpo logro pararse.

   Nick, lo miro mientras trataba de negar con la cabeza. Max pudo notar su triste agonía.

El tiempo parecía haberse parado. Nick cerró sus ojos lentamente, para luego volverse luz y dejar su cuerpo hecho una especie de masilla.

      Max, lo lloro como nunca. Mientras tanto El Rey de los demonios se reia a carcajadas.

• ¡Con que tú eres el acompañante del Rey mono!
• Eres un maldito… Gruño entre susurros Max.

  Diana intentaba contener el dolor, pero su cuerpo parecía no poder estar de acuerdo. Max volvió a mirar a Nick, al verlo tirado en la yerba ahora convertirdo en senizas muerto y sin vida. Solo le causaba mas odio.

       Girando las manos causo una esfera de energía enorme. Una luz violeta y de color crisal empezó a brotar de sus manos.

    Lanzo un grito, y se avalanzo contra el Rey de los demonios, al hacerlo noto como su velocidad había incrementado totalmente.

        El rey demonio salio disparado del lugar al recibir un golpe directo al corazón. Max, se incorporo rápidamente, pero esta vez el Rey de los Demonios pudo esquivarlo.

    Con un golpe  certero, Max cayo al suelo, mientras escupia y brotaba sangre de su estomago.  

      Diana al ver el momento se incorporo rápidamente, para asi poder ayudar a Max.

       Pero el Rey de los demonios la empujo con una técnica de Telekinesis.

   Diana cayó nuevamente al suelo, y esta vez el dolor era mucho más fuerte.

• ¡Dejalos a todos! Grito Max.
• ¡Niño Tarado! ¡Acaso no vez que estas apunto de morir! Jaja.

 Max, lanzo lágrimas debido a los recuerdos y el dolor que sufria su cuerpo y alma.

        Max, se sentía muy confundido por su propia reacción. El Rey de los Demonios, lo miraba muy amigable. Y ello le parecía extraño a Max.

      Max, apretó los puños con mucha firmeza, mirando fijamente al Rey de los Demonios.

         Max, empeso a tener una ira descontrolable. Un aura Violeta Oscura empeso a brotar de su cuerpo. El Rey de los Demonios lo miro sorprendido y confundido.

• Pero como…
• ¡Eres un Maldito!

  Se avalanzo contra el, como si todo dependiera solo de su descontrolable ataque. Max, corria mucho más veloz que antes.

         Atako por detrás y luego por delante, a una veolcidad sorprendente. El Rey de los Demonios, se defendió lo más rápido que pudo.

      Max, giro la muñeca, mientras una tormenta oscura, lleno de su espíritu interno se acumulaba a su alrededor. El aire, el Fuego y El Agua, ahora no eran nada difícil e imposible de controlar.

            Girando su cuerpo, la tormenta se torno de verde oscuro, y el Rey de los Demonios tuvo que retroceder rápidamente tres metros atrás.

     El poder de Max, causo un agujero gigante a su alrededor. Todos lo miraron sorprendidos y asustados a la vez.

         El Rey de los Demonios, salto apresuradamente sobre Max. Pero este logro esquivarlo como si nada.

     Max lanzo una patada, tal golpe fue una tremenda preocupación para el Rey de los Demonios.

           Este salio despedido chocando entre el suelo fuertemente. Cayó en total confucion e ira.

• Esto no… puede ser. Yo soy Yan y Soy el Rey de la muerte, no puedo ser vencido asi...

  Max, aun estaba siendo dominado por la ira. Lo miraba con descaro.

• Tu… No mereces la vida.
• ¡Oye muchacho!, no necesitas hacer nada de esto.

  Max, por supuesto que lo reconocería totalmente. La noche en que sus recuerdos pasados llegaron a su mente ya estaba claro. No decirle a nadie de aquel día fue su mejor opción.

• Tú mataste… A mi Hermana. Dijo entre lágrimas.
• No...No se de que me hablas muchacho.

 “Lo poco que se conoce saber, es lo que uno menos puede ocultar en su corta existencia”. Se dijo a si mismo.

• Yo lo recuerdo muy bien. Prometi que te encontraría, pase lo que pase. Dijo Max entre lágrimas.
• ¡Max, calmate! Grito Diana.

    Pero la reacción de este fue Levantar su mano levemente, apuntando al Rey de los Demonios.

• ¡Jamas deviste vivir! ¡Tú me mataste y mataste a mi Hermana! …! ¿Por que olvidarlo?!

   El Rey de los Demonios lo miraba con cautela, recorria los ojos de Max. Entendia que Max estaba totalmente descontrolado.

       Max, estaba apunto de lanzar su ultimo ataque. Pero antes de poder crear el poder necesario para acabar con el Rey de los Demonios, vio una sombra pasar rápidamente.