Generosidad y abismo

Capítulo 4: Viviendo con la culpa

Estaba yo, ahí, acostada en mi cama, era domingo, no quería levantarme, la culpa que yo sentía era demasiado grande. Deseaba que se fuera, llore y llore, pero aun así, sentí que las lágrimas no eran suficientes. Le ocasione un enorme daño a un padre, yo lo vi en el funeral, el abrazaba la caja de muerto con todas sus fuerzas y lloraba a cántaros, suplicando que no enterraran a su pequeño. Cada lágrima suya, era una puñalada a mi corazón. Esa escena no podía sacar, el de la cabeza, tanto esa como cuando asesine por accidente a su hijo. Decidí levantarme de la cama, me puse mis sandalias y fui a tomarme una ducha. Salí de mi casa a caminar con snacks, tal vez eso me ayudaría a sobrellevar la culpa, pero era imposible no sentirme culpable, un arrebato de ira basto para ocasionar mucho dolor. De repente, me encontré a mi amiga Brittany, quien fue mi abogada y gracias a ella y a mi madre pude salir bajo fianza.

_Hola-me dice- ¿Como estas?

¿Que como estoy? Por Dios, estoy destrozada, ¿Como te atreves a preguntarme algo así?. Pero bueno, no puedo juzgarle, ella no sabe por lo que estoy pasando

_Estoy destrozada-le conteste- desearía que todo esto fuera una pesadilla. 

_Se que no puedo comprender a cabalidad lo que está sucediéndote, pero quiero invitarte a que demos un paseo por la playa, tal vez las olas del mar te ayuden en estos momentos.

Para mi, nada era bueno, nada podía consolarme, prefería estar sola en mi casa, ahora todos me veían como la asesina de un niño. No me atrevo a ver a los ojos al padre de ese niño, ni si quiera cruzar la mirada

_Esta bien, vamos

Brittany iba conduciendo, encendió la radio, y escuché que Daniel, el padre de ese pequeño, ha hecho muchos actos de filantropía, pero ¿A caso sólo lo hace para que la gente lo vea? ¿Solo quiere reconocimiento?. Mi prejuicio que tengo hacia la gente acaudalada hace que piense de esa manera. Yo creo que son personas que solo piensan en si mismas y en el dinero, que no merecen ser llamados nuestros amigos, pero bueno, no puedo controlar sus acciones.

Llegamos a Miami, bajando del avión seguía pensando que fue de la vida de la familia a la que le quite al pequeño Connor, no paraba de pensar en eso, era muy doloroso para mi. El sentimiento de culpa no podía erradicarlo, ni si quiera con una hermosa playa. Llegue con mi amiga Brittany a una hermosa playa, se veían y escuchaban las olas del mar que estas a su vez me transmitían mucha paz, pero solo era una paz temporal, no una paz permanente, me metí a nadar, disfrutaban mucho de estar dentro del agua. Brittany y yo parecíamos niñas estando en el mar, jugábamos, nos reíamos y nos divertíamos. Creo que por el momento se me olvidó aquel suceso, me hacia falta eso: encontrar algo con que hacerle frente al duelo y ala culpa, y como yo amo el mar, la playa, Brittany supo con que contentarme, nos asoleamos, disfrutamos mucho de la comida, todo era genial, el la noche fuimos a una fiesta, aunque yo no soy de fiestas, he de reconocer que ese día fue estupendo. Nos quedamos allí por 10 días. Todo era genial, pero Brittany sabía que tarde o temprano ese sentimiento de culpa volvería a mi, así que me pregunto como me sentía ahora, me lo pregunto estando en la sombra de una gran palmera.

_¡Esto si que ha sido súper!-me dijo Brittany 

_La verdad es que si, y te agradesco mucho-le dije- ya que fuiste tú quien pago casi todo.

_No es nada, ya era necesario relajarnos, hay que disfrutar cada momento, como por ejemplo, este coco que está muy delicioso

_Si que sabes disfrutar del momento.

Brittany me miro fijamente, aunque yo exclamaba alegría por el momento, ella sabía que había algo más. 

_Oye amígame y ahora que hicimos este viaje. ¿Como te sientes?

_La verdad, todo esto ha sido genial, pero la culpa me sigue persiguiendo. Siento que nunca podré perdonarme lo que hice-Brittany me toma de la mano, ya que comenzaron a salirme lágrimas- era solo un niño, y solo fue un ataque de ira lo que me hizo cometer tal atrocidad. Brittany ¿Por que tuvo que pasarme esto a mi?-comencé a llorar.

_La verdad es que no tengo respuesta a tu pregunta, solo puedo recordarte que fue un accidente.

_¡Tu no sabes lo que es vivir con eso!. Llevar en tus manos la vida perdida de un niño.

_Tienes razón Tamara, no lo entiendo, pero haré lo que pueda para animarte.

Estaba agradecida de contar con una amiga como Brittany, mi madre sigue tratándome con indiferencia, pero afortunadamente, mi padre me apoya, regresando de nuestras vacaciones, mi padre llegó a mi casa para saber cómo estaba, y para recordarme la verdad:fue un accidente, pero lo que más me gustó, es que aún así me dijo que todo acto tiene sus consecuencias, porque sea como sea, era una vida, aunque fue un accidente, acabé con una vida. Y aunque pude salir libre de la cárcel, yo ya tenía mi propia cárcel: la culpa que yo sentía. Decidí que tenía que pagar las consecuencias de mis actos, así que permití que la culpa llegara a lo más profundo de mi ser. Pero poco me imaginaba que era sólo el comienzo, nuevas oportunidades me daría la vida, esta vida a la cual todavía le sigo buscando si significado. Poco pensé que hasta llegaría a enamorarme, pero la peor parte, es de quien me enamoraría, nada más y nada menos del hombre al que le quite su hijo. ¿Estaría dispuesta a decirle la verdad? El no sabe que yo fui quien por accidente asesino a su hijo, ya que el no quiso saber nada de "esa mujer". Pero no sabe que esa mujer soy yo, ahora me encontraría entre la espada y la pared. Muchas decisiones trascendentales venían hacia mi.

 



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.04.2020

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