Capítulo 2: Caminando entre belleza

Era una mañana común, una mañana cotidiana. Me dirigía a mi trabajo, que es lo de siempre: hacer la limpieza de una familia de clase media alta. Me encanta limpiar, tener toda mi casa ordenada, así que como me gusta mucho, pongo todo mi empeño para que la casa de mis patrones esté igual de limpia. Me pongo a sacudir toda la casa, la limpio, me encanta que cada parte de la casa esté impecable. Son las 4:00 pm, salgo de mi trabajo. En apariencia mi vida es muy monótona, de repente, me encuentro con mi mejor amiga Brittany, quien es abogada y está estudiando su maestría en derecho penal.

_¡Hola Bethany!-me dice Brittany dándome un fuerte abrazo- Que bueno verte, ¿Que tal tu día?

_Tu sabes, lo de siempre-le conteste- ¿Quieres que vallamos a comer algo?

_Esta bien 

Fuimos a una cafetería, aunque mi mejor amiga me apoya, todavía no le cabe en la cabeza que haya dejado pasar la oportunidad de ser médico, de dejar pasar la oportunidad de ir a una universidad prestigiosa.

_Y como te va-le pregunté- estoy muy contenta que ya estes cursando tu maestría, pero en el campo laboral ¿Que tal te va?

_Me va muy bien, pongo todo mi empeño en sacar adelante mis casos, y como me encanta mi profesión, me va bastante bien, la mayoría de las veces he logrado que se diga la verdad, debo poner más y más empreño.

_Oh que bien. Oye Brittany

_¿Si?

_Tu como te imaginas que es el amor

_Mmm ¿Te refieres al amor romántico?

_Si, precisamente a esa clase de amor. ¿Como te lo imaginas?

_La verdad no se, tu sabes que las personas le dan diferentes significados, hay muchas filosofías sobre el amor verdadero, pero yo creo que el amor de verdad debe basarse en buenos principios, que cada uno ponga de su parte, no podemos esperar que una persona ponga su granito de arena y la otra no, y es más, nosotras no podemos darnos el lujo de esperar que solo el debe mostrarnos amor y cariño cuando nosotras no hemos hecho nada por el.

_Tienes razón Brittany, si ambos ponen de su parte, un matrimonio va a ser muy feliz.

_¿Por qué me lo preguntaste? ¿A caso ya estás enamorada?

_La verdad no, si hablamos de esa clase de amor, no. Pero estoy muy enamorada de la belleza de la vida.

_Amiga, tú siempre has enfatizado eso, y de hecho quería preguntarte ¿Por qué rechazaste ir a la universidad? Tenías muchas oportunidades de entrar a una de las universidades más prestigiosas del país. ¿Por qué rechazar esta oportunidad y llevar una vida humilde?

_Como te he comentado, para mi es más importante servir a los demás que buscar mis propios intereses.

_Oye, y no has pensado que a lo mejor si hubieras entrado a la universidad, que ahora fueras exitosa, tuvieras mucho dinero. ¿Todo esto te serviría para dar en abundancia a los demás?

_Puede ser, Brittany, pero el problema es que la mayoría de las personas supieran que estoy siendo generosa, y no me gusta ser el centro de atención, mejor ser generosa sin que nadie lo sepa.

_Me sorprende bastante a todo lo que renunciaste amiga, y te felicito por eso.

_Bueno, que te parece si vamos a pasear a nuestros perritos

_Ok, me parece una idea genial.

_Voy a pagar-en ese momento, saque una cantidad considerable de dinero para dejársela al mesero como propina.

_Oye. ¿No crees que es mucho?

_Yo quiero ser generosa, así soy yo.

Brittany y yo sacamos a pasear a nuestros perros, cada vez que encontraba algo lindo que le pudiera gustar a un niño, lo compraba, me topé con dos niños en la calle, y pues había comprado dos peluches muy lindos, así que les di uno a cada quien. Todas las personas de mi entorno no podían creer la vida tan sencilla que llevaba, pero yo era feliz. ¿Que más felicidad te puede dar si eres generosa con los demás? Yo se que no es malo de vez en cuando consentirse comprándose un vestido, una blusa, unos zapatos, un bolso, y cuando me consiento, soy feliz, pero cuando doy de lo que tengo, soy mucho más feliz.

Un domingo por la mañana, mi madre, Marina Ackermann fue a visitarme, ella es una prestigiosa empresaria, nada en dinero, puede tener los lujos que quiera. Desde que yo le dije que no iría a la universidad, se molesto mucho conmigo y por muchos años no me hablo, diciéndome que decidí ser una gata. Pero últimamente, decidió retractarse de sus palabras y ha tratado de convencerme de que entre a la universidad y que trabaje en su prestigiosa empresa de zapatos "Fashion Shoes".

_¡Bethany! Abre la puerta, vamos, abre la puerta-mi madre estaba tocando muy fuerte la puerta, yo estaba durmiendo, eran las 8:00 am, el domingo es el día que ocupó para descansar, no tenía ganas de levantarme de la cama.-¡Bethany, abre la puerta ahora!- mi madre seguía tocando la puerta con mucha fuerza-¡Abre la puerta o me veré en la obligación de derrumbarla!

Ahí voy, levantándome sin ganas de nada, pero bueno, es mi madre, y debo respetarla. Salí y le abrí la puerta 

_Hola mamá 

_¡Todavía no te habías levantado! ¡Oh Dios mío! ¡Que hábitos tienes!

_Mamá, tú sabes que a mi me encanta dormir, pero no significa que tenga malos hábitos, el domingo es el único día que me levanto tarde, los demás días me levanto temprano para ir a trabajar.

_No has cambiado, mujercita, deberías corregir eso-me dice en tono de sermón 

_Bueno, pasa mamá, prepararé un delicioso desayuno

Mamá entra a la casa, se queda observando muy asombrada el diseño interior de mi casa, el diseño es muy sencillo: las paredes son de color verde oscuro, hay muchos cuadros pintorescos, mi sala es muy sencilla, mi comedor es de madera, mi cocina es muy pequeña, mi baño también es pequeño. La observa detenidamente, pero la observa para juzgarla con dureza, ya que no tiene nada que ver con su casa lujosa, que es muy grande, y cada objeto cuesta miles y miles de dólares.

_Mira nada más, hija, ¿Como puedes vivir en este cuchitril?, mira nada más que horror de vivienda, ni para el perro, sería un insulto incluso para una lombriz vivir aquí-dice mi madre, en ese momento entra al baño- ¡Que! ¡No puede ser! ¿A caso no tienes jacuzzi?