Flashback
Faltaba poco para que Aubrey me pidiera matrimonio, pero hubo muchas cosas que me sucedieron y sentí que quería desaparecer. Mi hermano Joseph murió, igual que Rachel, su hija menor recién nacida murió a causa de muerte de cuna, porque por un buen rato nadie auxilió a los cuerpos.
Estaba paseando a mi mascota, cuando me encuentro de frente a frente a la hermana de Aubrey, Lydia.
_ ¡A ti quería verte, estupida!
_ ¿Ah si? ¿Y cómo por qué?
_ Más malvada ya no puedes ser, eres la novia de un hombre al que le mataste a su hijo, ¡y el no lo sabe!
_ Bueno, si tanto te importa tu hermano, ¿por qué no le dices la verdad de una vez?
_ Porque me hizo prometerme que no le diría nada, el no quiere saber quien eres.
_ Bueno, ya estamos a mano: tú le ocultas a tu propio hermano la verdad y yo se lo oculto a mi novio.
_ Eres una maldita desgraciada, tú no te llamas Marinette, te llamas Bethany Ackermann.
_ ¿Algo más, detective McGregor?
_ Por el hecho de que eres una Ackermann, ya se que eres hija de Sean Ackermann y hermana de Agnar Ackermann.
_ Bueno, debes estar consciente que tu esposo no le tiene ninguna simpatía a mi hermano, todo por querer ser el primero en cuanto al poder del dinero y el prestigio.
_ ¡No te atrevas a hablar de mi esposo, maldita hipócrita malcriada!
_ ¿Que es lo que quieres de mi?
_ Quiero que termines esa relación, prefiero mil veces que el sufra por un tiempo a que después sufra por ver que tú lo engañaste todo este tiempo.
Me sentía culpable, y se que me estaba insultando, pero es que a ella le duele saber de la asesina de su hijo, de mi querido Aubrey.
Después de aquella discusión, Aubrey fue a verme a mi casa, y yo muy cobardemente lo rechacé.
_ Estás son para la flor más bella- dijo Aubrey dándome un ramo de rosas. Pero yo se las rechacé.
_ Lo siento, pero no te las puedo recibir, dime, ¿por qué viniste a verme?
_ Querida, vine por ti para que fuéramos al cine, ¿por qué me rechazas las rosas?- su rostro reflejaba dudas y dolor.
_ No lo se, Aubrey, tal vez, no soy para ti, te mereces algo mejor que yo.
_ ¿Cómo dices? ¿A caso ya no me amas? Yo te amo, Marinette, eres el amor de mi vida- le escurrieron algunas lágrimas.
_ Tal vez tu familia tenga razón, no debo estar junto a ti.
_ ¡No les hagas caso! Yo te amo, y eso es lo que importa, por favor, Marinette, no me hagas esto, no volveré a amar, tú eres el amor de mi vida.
_ Lo siento, Aubrey, pero debes irte, debes dejarme ir- cerré la puerta, por un buen rato toco mi puerta muy fuertemente, suplicándome que volviera con el, luego escuche que se soltó a llorar desconsoladamente, quería salir, abrazarlo y decirle que lo sentía, pero no pude hacerlo.
Aubrey llegó llorando a su casa, su madre y su hermana lo vieron, y le preguntaron qué pasó.
_ ¡Mira Aubrey! Cómo vienes, ¿que te pasó hijo mío?
_ Marinette termino conmigo- Aubrey sollozaba
Lydia sentía felicidad que lo haya hecho, pero le dolía ver a su hermano sufrir.
_ ¿Por qué la rechazaron? Por ustedes es que ella se fue.
_ No hijo mío, si esa mujer te amara, no te haría esto.
_ Si le dijieron algo que la intimidó, les juro que no la cuentan.
Aubrey subió a su cuarto y se echó a llorar desconsoladamente, yo igual lloraba mucho también, me di cuenta que lo necesitaba, así que lo llame.
_ ¡Es Marinette!- exclamó Aubrey- ¿Si, Hola?
_ Aubrey, tienes razón, no puedo vivir sin ti, ven a mi casa por favor, te extraño.
Cómo un rayo, Aubrey fue corriendo a mi casa.
_ ¡Mi amor! Perdóname, perdóname- le dije llorando, me abrazo muy fuerte y me besó.
_ Mi familia te intimido, ¿verdad?
_ Si, lo se, lo se, no debí hacerles caso. Te amo Aubrey-le dije entre muchas lágrimas- tu eres el amor de mi vida y no debe haber alguien que se interponga entre nosotros, olvidémonos del que dirán y seamos felices para siempre.- nos volvimos a besar, ambos sentimos un gran alivio, luego comenzó a besarme el cuello.- espera, mi amor, ¿que pretendes con eso?
_ Quiero hacer el amor contigo, te amo, quiero que seas mi mujer.
_ Quiero ser tú mujer, pero lo seré hasta que nos casemos, ¿te parece bien? Siempre he tenido principios sólidos que el sexo es un regalo, pero solo le pertenece a los que están casados. Así que cuando seamos marido y mujer, seré tuya, te lo prometo. Seré tu esposa y tú mujer.
Logre otro empleo, aunque tengo historial de convicta. Ya solamente espero poder liberarme de esta culpa.
Era cuestión de días es que mi novio me pidiera matrimonio, pero al salir de mi casa, de forma inmediata Lydia me dio una bofetada.
_ ¡Te dije que te alejarás de Aubrey!
_ ¡Tú no tienes derecho de pegarme!- le devolví la bofetada.
_ Eres un asco, eres la peor mujer que pueda existir, saliendo con un hombre al cual sabes que le arrebataste lo que más amaba.
_ Y tú eres asquerosa por no decirle la verdad, vamos, si tanto coraje te da vernos juntos, dile quien soy, y ya veremos quien le hace más daño a quien.
_ Nunca le dire que fuiste tú, pero me asegurare de que te separes de él.
_ ¡Lydia! Te las vas a ver conmigo, vi como golpeaste a mi novia-dijo Aubrey que llegó, estaba furioso.
_ Aubrey, ¡despierta! Te vas a arrepentir si te casas con esta.
_ Yo la amo, y no me importa lo que pienses de ella, así que te voy a pedir que te vayas.
_ Está bien, me iré, esto no se ha acabado, Marinette.
Cuando se fue, vi los ojos de amor que me miraba mi querido Aubrey.
_ ¿Estás bien?
_ Si mi amor, estoy bien.
_ Marinette
_ Dime
_ Ya es hora de que sepas algo
Aubrey me vendó los ojos y me llevo a un hermoso jardín, las flores eran rojas, un delicioso aroma emanaba de ellas, vi la construcción de un hermoso corazón hecha a base de flores.
_ Mi amor, ¿de que se trata todo esto?- le dije
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Editado: 14.10.2024