—Ese nuevo cabello no te queda —Escucho a Altair balbucear estupideces en dirección a Enid, a quien he escuchado suspirar más de cinco veces a causa de aquellas estupideces —Digo el pelinegro no es mejor que el rubio, pues honestamente ninguno es tu tipo pero aun asi prefiero el pelinegro —Sigue balbuceando estupideces sin ningún miedo por la rubia frente a el, la cual parece estar a punto de darle un puñetazo en cualquier momento.
—Altair —Le advierto antes de que Enid pueda perder la paciencias, algo que no era tan buena manteniendo cuando el castaño estaba cerca de ella.
—¿Que? —Pregunta con inocencia como si no supiera que es el único capaz de hacer perder los cabales a Enid —Solo estoy diciendo la verdad —Puedo imaginarme su sonrisa burlona sin ni siquiera voltear a verlo.
—¡Cállate de una maldita vez! —Grita Enid dando inicio a una posible gran pelea entre ambos —¡Eres incluso más fastidioso que el maldito verano! —Suelta sin poder evitar comparar a el castaño con la estación que más odia.
Y es que a pesar de que Enid era encargada de las estaciones, ciertamente ella odiaba con todo los días soleados que solían haber tanto en verano como en primavera, situaciones que a veces no podía modificar aun teniendo sus poderes.
—¿Porque mierdas está empezando a llover? —Se queja Altair al sentir las primeras gotas de lo que parece ser una gran tormenta —¡Deja de ser un malcriada y haz que pare! —Se queja Altair al ser uno de los pocos que odian la lluvia, muy diferente a Enid, quien amaba los días lluviosos.
—No puedo, idiota —Responde Enid, mientras intenta concentrarse en el clima.
—No seas mentirosa, eres la única que puede hacer llover tan derrepente, asi que tambien pudes hacer que se detenga —No deja de regañar a la rubia sin darse cuenta el cambio de energía.
—¡No puedo, idiota! —Parece frustrada por no poder hacer nada —Yo no soy quien ha hecho llover.
—Algo está mal —Empiezo a apresurar el paso al sentir una ola de energía fuerte y poderosa en la misma dirección en la que se encuentra el lugar en el que nos hospedamos —¿Es posible que alguien más pueda modificar el clima? —Pregunto en dirección a Enid, quien intenta seguir mi paso.
—No —Niega lo que ya sabía —Nadie que no sea yo o Dios pueda cambiar el clima tan repentinamente —Mientras lo dice la lluvia se intensifica mucho más así como también la energía que parece ser mucho más palpable para todos nosotros.
La energía hace que nuestros pasos se dificultan con el transcurso del tiempo, hace que cada paso que demos sea mucho más difícil que el anterior demostrando lo poderosa que es al causarnos tales problemas a nosotros los genesis, quienes éramos la especie más poderosa hasta este momento.
—El no es Leonel —Escucho no muy lejos de donde estamos una voz conocida —El demonios está intendo confundirte, intenta recordar Meissa, tu y yo sabemos que Leonel no diría algo como eso —Puedo identificar la voz de Baham que parece desesperado por convencer a lo que parece ser Meissa, quien se mantiene encima de él a pesar de la sangre que gotea de la nariz de mi hermano.
—¿Quien mierda es ella? —Pregunta Enid intentando llegar hasta donde la escena se desarrolla, consiguiendo un fuerte golpe por parte de las constantes olas de energía que parecen salir de la chica frente a nosotros.
—No hay momento para explicar hay que detenerla —Le ordenó a Enid, quien logra acercarse lo suficiente a ella para poder comenzar a dibujar sobre el suelo.
—¡Mentiroso! —Grita desplazando una descarga de energía sorprendente que logra hacerlos caer a todos sobre el suelo, observándola poner sus manos sobre el cuello de mi amigo, quien intenta resistirse ante tal ataque.
—¡Meissa, detente! —Gritó en dirección a la chica, quien se distraer lo suficiente para que Enid y Baham retomen sus acciones —¡Enid has algo! —Le gritó sin poder hacer nada más que distraer a la chica que parece lo suficientemente fuera de sí como para poder disminuir su energía, lo suficiente para que Altair y yo podamos ponernos de pie.
—¡Estoy en eso! —Me grita con frustración al no poder terminar con los dibujos sobre el suelo, ante la fuerza que aun emana alrededor de nosotros.
—Eres parte de ellos como nosotros somo parte de ti, nunca lo olvide Cresh —Escucho susurrar mientras observo a la misma niña junto a un pequeño que acaricia con amor un felino frente a él.
La visión desaparece tan rápido como aparece, regresando a la actualidad para observar la forma en la que la Meissa deja libre a Bahama solo para sostener su cabeza con bastante fuerza como si le costara mucho pensar con claridad
—¡Ahora! —Grita Enid concentrando toda su fuerza en la lluvia que cae sobre nosotros, demostrando el verdadero poder que lleva con ella en cada gota que cae sobre la chica frente a nosotros, quien se retuerce y grita con dolor.
—¡La estas lastimando! —Grito al ser capaz de sentir el dolor que la misma Meissa siente, quiero que pare, no por la sensaciones que invaden mi cuerpo sino por la pequeña niña que me grita en mi interior por ayuda —¡Enid, detente, la vas a matar! —No me importa lo desesperado que pueda sonar, solo quiero terminar con este maldito dolor que parece consumirnos por igual.
Demostrando una vez la profundidad de nuestra conexión, sabía que nada era normal, sabía que ella no lo era desde la primera vez que la conocí pero estuve totalmente seguro hasta que la vi deshacerse de seres superiores de un solo golpe.
—¡Si me detengo morirá! —Me grita con rabia, intentando continuar con el maldito ritual —Tiene que pasar por esto para que la marca del demonio desaparezca de su organismo por completo, ella puedo aguantar el dolor, ella es capaz de soportarlo, solo hay que confiar —Me confirma con seguridad como si ambas se conocieran de toda la vida como para estar segura de ello.
Intentó resistir la sensaciones de dolor que mi cuerpo sufre hasta que las gotas de lluvia dejan de caer sobre nosotros y las oleadas de dolor desaparecen con ella. Demostrando que una vez más Enid tenía razón. Me cuesta mucho ponerme de pie toda la energía de mi cuerpo ha sido consumida dejando a mi cuerpo en un estado de agotamiento increíble como nunca me había pasado, una cosa más para aumentar a las primeras cosas que me había pasado desde la llegada de Meissa.
Editado: 19.07.2021