Capitulo 4 (reino de las hadas y las ninfas) parte 1
Murmuros se escuchaban en cada rincón del castillo; verdades y mentiras se susurraban en la penumbra, pero nadie se atrevía a comentar nada al respecto. Desde lo sucedido con los lobos, el silencio se había apoderado de todos. Nadie opinaba; al menos, nadie lo decía en voz alta. La tensión era palpable en el aire, como un hilo tenso a punto de romperse. Nadie sabía quiénes eran los traidores ni dónde se encontraban. Aunque muchos decían que el rey Ray podría tener respuestas, la verdad era que ni él lo sabía, y eso le molestaba profundamente.
Mientras algunos de sus hombres estaban en la búsqueda de los traidores, el resto luchaba contra los constantes ataques de los strigoi. Para sobrevivir, las hadas necesitaban un aliado que las ayudara en la batalla. Por eso, Ray, el rey de las hadas y las ninfas, decidió contactar a Jack, el Rey de los vampiros. Los vampiros, por así decirlo, eran su salvación, ya que, al ser sus creadores, poseían un poder superior en el campo de batalla.
Cuando Jack apareció en el despacho de Ray sin siquiera tocar la puerta, el rey no se sorprendió. Jack no era conocido por ser amable. Con un gesto de resignación, Ray rodó los ojos y le insistió que se sentara.
—Espero que me hayas llamado para algo bueno —dijo Jack al sentarse, con un tono que denotaba desdén.
—Los lobos no dicen la verdad. Varios de ellos mienten y ocultan algo. Tenemos que engañarlos y hacer que hablen —explicó Ray, soltando todo de golpe, consciente de que Jack no se andaría con rodeos.
—¿Qué esperabas? Son unos perros que se arrastran por la vida. Seguramente son aliados de Damián y por eso no quieren hablar. Creo que debemos unir a todos los mundos para enfrentarlos y acabar con esto de una vez por todas.
—Estoy de acuerdo, pero hay un...
Ray fue interrumpido por el sonido de la puerta. Alguien la abrió y, en ese momento, apareció Bruce, el consejero del rey.
—Disculpe, mi señor, pero acaban de informar que los cambiantes han atacado. Parece que se llevaron a diez adultos y cinco niños. Debe investigar personalmente si la información es veraz.
—Gracias por informarme, Bruce. Puedes retirarte.
—Con su permiso —dijo Bruce antes de salir de la sala.
—Damián está tratando de crear una nueva raza de "strigoi", y la creación de esos fenómenos es culpa de los vampiros, Jack. Si ustedes no se hubieran mezclado con brujas y humanas, esas bestias no existirían —retomó la conversación Ray, su voz cargada de reproche.
—No puedes culparnos por algo que no sabíamos que pasaría, Rayan. Además, no vine a discutir contigo sobre la culpa de los vampiros en la creación de los strigoi.
—Sé por qué viniste, Jack. Recuerda que lo sé todo; sé que deseas una alianza. La tendrás, pero cuando los strigoi ataquen, tus hombres deben ayudarnos.
—Entonces es un trato, pero traeré los papeles para que los firmes. Puedes saberlo todo, Rayan, pero sé que tu palabra siempre tendrá doble sentido.
—Trae lo que quieras; lo firmaré, no tengo problema con eso.
—Sabes que no me interesa firmar un papel que puede ser quemado. Yo hago cosas más allá de eso.
—Si deseas un pacto de sangre, lo tendrás... Mira, Jack, no creas que quiero engañarte ni nada por el estilo.
—No quiero sorpresas, eso es lo único que diré.
Para Ray, hacer una alianza con Jack era muy beneficioso, no solo por la protección, sino también por la riqueza que yacía en su territorio. Aunque el reino de las hadas y las ninfas no era atacado con frecuencia, el número de muertos siempre era elevado, casi llegando a la extinción. Sin embargo, Ray creía que con un poco de estrategia podrían evitar esa trágica etapa.
***
Nos vemos pronto 💋