Capitulo 18 (Humanos ) parte 2
Después de que Fabián regresara con el pedido, comieron y se dirigieron a los bosques del sur. Aunque Sara estaba dudosa, no dijo nada; aún no creía que Fabiana fuera una médium. Todo parecía un teatro montado, pero tenía un presentimiento de que era real. Después de dos horas de caminata, llegaron a una pequeña cascada, donde la luz solar hacía que el agua brillara. Sara se sintió sorprendida y confundida al ver que Fabián ayudaba a Fabiana a sentarse en una pequeña roca cerca de la orilla del lago.
—¿Por qué se sienta? —preguntó Sara.
—Espero que vengan a nuestro encuentro.
—¿Cómo dijo?
—Que espero que vengan a nuestro encuentro —repitió—. Estamos en su territorio y ya nos han sentido, así que ponte cómoda; ya vienen en camino.
Sara miró desconectada, sin entender nada, pero al ver a Fabián sentarse, decidió hacer lo mismo. El ambiente se tornó silencioso, y lo único que se oía era el sonido del agua cayendo. Después de dos minutos, el ambiente se empezó a hacer tenso. El sol se ocultó tras una nube y comenzó a hacer mucho frío.
—Ya están cerca —dijo la mujer, levantándose y colocando la cascada a su espalda. Sara y Fabián se levantaron y miraron hacia donde Fabiana estaba mirando.
—Vaya, vaya, Fabiana, hace tiempo que no te veía —saludó un chico que salió de entre las sombras. A simple vista, lo primero que se notaba eran sus ojos rojos, luego sus colmillos llenos de sangre y, por último, su pálida piel.
—Dean, pensé que venía Jack.
—Mi señor está ocupado en este momento, y como estaba en el lugar, me envió. ¿Algún problema con eso? —dijo mientras se acercaba lentamente.
—Ningún problema; de hecho, me alegra que seas tú el que aparezca. —Fabiana, con la ayuda de Fabián, llegó donde se encontraba Sara, tomó su mano y se la extendió a Dean—. Esta chica estaba buscándolos, así que me la traje.
—Muy linda, por cierto —dijo Dean, tomando la mano de Sara y atrayéndola hacia él—. Dime, belleza, ¿en qué te puedo ayudar?
Sara sintió que el mundo a su alrededor se desvanecía. La mezcla de miedo y emoción la invadió. Antes de que pudiera responder, Fabiana volvió a hablar.
—Ella es la chica de la que le hablé a Jack; va a ayudar con el plan sin decir nada en contra.
Sara se sintió abrumada por la situación. La idea de involucrarse con vampiros y licántropos era aterradora, pero al mismo tiempo, su corazón latía con emoción ante la posibilidad de descubrir la verdad detrás de las leyendas que había amado toda su vida. Sin embargo, la advertencia de Fabiana resonaba en su mente.
—¿Y qué pasará si me niego? —preguntó, tratando de mantener la voz firme.
—No te preocupes, querida. No estamos aquí para forzarte. Pero la oscuridad que acecha puede ser peligrosa para aquellos que no están preparados. —Fabiana interrumpió—. Sin embargo, si decides unirte a nosotros, podrías descubrir un mundo que jamás imaginaste.
Sara miró a Fabián, quien parecía tan confundido como ella, y luego a Dean, cuyas intenciones eran difíciles de leer. La decisión que tenía que tomar pesaba sobre sus hombros, pero la curiosidad seguía siendo más fuerte que el miedo.
—Está bien —dijo finalmente—. Estoy dispuesta a ayudar, pero necesito saber más sobre lo que está en juego.
Dean sonrió, y su mirada se volvió intensa.
—Perfecto. Te prometo que no te arrepentirás. Ahora, acompáñanos y prepárate para descubrir la verdad.
Con cada paso que daba hacia lo desconocido, Sara sintió que su vida estaba a punto de cambiar para siempre. La magia, los seres fantásticos y la aventura la esperaban, y aunque el camino estaba lleno de peligros, su corazón estaba decidido a seguir adelante.
Mientras caminaban hacia la oscuridad del bosque, Sara sintió una mezcla de miedo y emoción. La brisa movía las hojas de los árboles, creando un murmullo que parecía susurrar secretos antiguos. Fabiana caminaba con confianza, guiando a Sara y Fabián hacia un destino incierto. Sara se preguntaba qué descubriría en ese mundo oculto, y si realmente estaba lista para enfrentarse a lo desconocido.
El aire se volvió más pesado, y el silencio del bosque se convirtió en un eco inquietante. Sara sabía que estaba cruzando una línea que no podía deshacer. Pero en el fondo de su corazón, sabía que esta era la oportunidad que había estado buscando. La aventura la esperaba, y estaba decidida a descubrir la verdad sobre los seres que siempre había creído que eran solo un producto de la imaginación.
De repente, un sonido rompió el silencio: un aullido lejano resonó en la distancia, y el corazón de Sara se detuvo por un momento. Fabiana se detuvo y miró hacia el origen del sonido, su expresión se tornó seria.
—Es hora de que te prepares, Sara. Lo que está por venir no es un juego. La línea entre el bien y el mal es difusa en este mundo, y tendrás que decidir de qué lado estás.
Sara tragó saliva, sintiendo que su destino estaba más entrelazado con el de estos seres de lo que jamás había imaginado. Con determinación, asintió. Estaba lista para enfrentar la oscuridad.