Georgia

8

A la noche del jueves, mis amigos propusieron ir a patinar sobre hielo en un nuevo parque descubierto. Ya no llovía, el cielo se veía más tranquilo, decorado con estrellas plateadas. Tenía una campera de corderoy negra con estampas de unicornios y alas, arco iris. Era una de mis favoritas, cual me daba más calor. Cole estaba comprando unas linternas multicolores que Nora insistió en tenerlas. Termine de amarrar las agujetas rosas de mis patines, Leo estaba a mi lado izquierdo contestando unos mensajes a su jefe. Mi amigo trabajaba como secretario en una firma de abogados, ayudando y atendiendo reclamos del director. Ganaba bien, mejor que todos nosotros tres.

-¿Ahora, vas a abandonarnos?-le dije algo seria, ya veía ciertas intenciones de él en correr para llevar cerveza y frituras a su jefe por un mal juicio. Solía pasar.

-No lo sé-dijo hundiéndose de hombros.

-De acuerdo...

-¿Y, tú, no te parece que has dejado a Bill con la culpa?

-Solo, pasaron tres días ¡Que le den!

-Una semana, Georgia.

Lo fulmine con la mirada. Ya sea una semana, o meses estaba decidida a no saber más del tema. Me reincorporé, caminando como pato para llegar a la entrada cuando mi cuerpo chocó contra un joven hombre, quien se giró para mirarme con una mueca. Creo que no había hombre más hermoso en el mundo como él. Sus ojos eran azules como el zafiro, unas largas y curvas pestañas que le daban una mirada seductora y su cabello rubio ceniza. En fin, era perfecto. Yo estaba bloqueada, él se corrió para dejarme pasar y tardé unos momentos en moverme, reuniéndome con Cole y Nora, poco después vino Leo con nosotros.

Comenzamos a patinar en grupo, había poca gente. Era mejor así. Patine junto a Nora tomadas de las manos, dimos una vuelta completa por la pista y vi a Leo intentar hacer un salto, pero falló y cayó de sentón. Nos reímos, acercándonos a él. Estaba quejándose con varios insultos, lo ayudamos a ponerse de pie y seguimos. A nuestro lado, se sumo Cole con un accesorio en su cabeza que brillaban, eran estrellas de luces. Sonreí divertida. Estuvimos así un buen rato, cuando vi al joven rubio sumarse a nuestro grupo. Sentí nervios, era tan lindo que no podía detenerme en pensar en él y una cama de por medio.

-Parecen patinar bastante bien-dijo, su voz era perfecta sonaba como un dios. Era profunda y clara, aunque tenía un acento fuera de lo común. No sé si era alemán o ruso.

-Soy Nora-dijo la chica extendiendo su mano, le miré confundida y ella estaba saliendo con un chico hace unos meses- ¿Y, tú?

-Eros, nomás.

-Ese nombre me suena-murmuró mi amiga, aunque no siguió investigando en sus pensamientos- ¿De dónde eres?

-Grecia, una pequeña isla que pocos conocen.

Mientras ellos hablaban y se daban cumplidos tontos, noté que alguien más se acercaba a nosotros con cierto pesar. Era Ares, con su peculiar ropa negra y una gorra de lana cubriendo su cabello azabache. Llegó con nosotros, colocó su mano sobre el hombro del joven rubio que desvió su mirada a su compañero.

-Debemos irnos-dijo Ares, con autoridad.

-Oh, ¿por qué?-dijo el rubio casi decepcionado de conocer más a Nora y sus ojos negros puestos en él como si no hubiera hombre más ardiente en el planeta.

-Tú, lo sabes.

-¿Pueden venir ellos?

-Claro que no.

Ares nos miró a los cuatro con cierta incertidumbre en su mirada, capaz querían invitarnos a una fiesta privada. Los ojos verdes de Ares se detuvieron en mí, reconociéndome y negó con la cabeza, sacó a su amigo de círculo murmurando cosas en otro idioma, algo tosco y frío. Miré a Nora que no apartaba su mirada del joven rubio, entendía bien como se sentía ser rechazado, pero ella estaba comprometida con otro joven. Me voltee a mis amigos, Cole y Leo nos miraron, en especial a mí.

-¿Quieren comer pizza?-dije, cuando sentí que alguien tocaba mi hombro. Me giré y vi a Ares algo molesto.

-Están invitados, habrá un buen banquete-dijo él rendido por su amigo, que insistió. Sacó una tarjeta de su chaqueta y me la dio-. No me decepcionen.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.