Get Me Out Of Hell (sácame del infierno)

Six: Sentimientos extraños y peleas.



2 meses después...

 

 


 

¿Así que son novios?

—¡No! —decimos Dereck y yo al mismo tiempo, por quinta vez.

Hace dos meses exactos que el demonio y yo hicimos un pacto, un pacto del cual aún no sé ni la mitad de lo que tengo qué hacer pero Dereck se ve tan tranquilo que me trasmite esa paz a mí.

Pero cuando voy a dormir todas las noches mi mente me atormenta con todo lo que no sé y la idea de que no sepa que sucederá conmigo de ahora en adelante.

Después de ese pacto él se integró más conmigo, parece un perrito ya que todo el tiempo está siguiéndome a donde que vaya. Por lo cual no pasó desapercibido para Emily quien no deja de molestarnos cada vez que nos ve juntos.

Aquí no se detiene mi martirio porque Tom, Margaret y Marc son iguales.

Ya prácticamente todos los que conozco lo conocen, hasta en la empresa a la cual me tocó ir por una emergencia y como era obvio él me siguió.

—No soy un perro, Clary —ah, otra cosa es que no deja de escuchar mis malditos pensamientos todo el tiempo y tomó la costumbre de llamarme Clary con toda la confianza del mundo.

Ahora mismo estoy reconsiderando eso del pacto.

—Auch —Dereck me observa con el ceño fruncido después de haberme pellizcado.

Hijo de puta.

Levanta sus cejas y me mira con advertencia.

—Oh Dios, ustedes parecen novios, hasta pueden hablarse con la mirada. ¿No es romántico, Tom? —sí, también estamos con Tom.

Nos encontramos en un restaurante muy conocido en el vecindario. El lugar está repleto, por lo que nuestros pedidos se han demorado.

—Totalmente, Emi —concuerda el chico. Lo miro mal y giro mi rostro ignorándolos.

Para completar esta preciosa velada casi todas las chicas que hay por aquí se quedan ensimismadas con Dereck, el cual no duda en guiñarles el ojo o lanzarles besos.

Admito que eso me da risa.

Enarca una ceja.

—Creí que estabas celosa —dice cerca de mi oreja.

La mesa cuenta con dos asientos largos, por lo que Tom y Emily están frente a nosotros y Dereck esta a mi lado... muy cerca.

Lo miro sobre mi hombro y por unos segundos quedo hipnotizada en sus ojos azules.

Son muy lindos...

Dereck sonríe al ver mi reacción y alcanzo a escuchar el gritito de esos dos frente a nosotros.

Rápidamente dejo de mirarlo mientras un sonrojo cubre mis mejillas.

Joder.

»Tranquila, es natural que llame la atención, no te sientas mal.

Maldito arrogante.

Esta vez vuelvo mi vista a él y logro controlar los impulsos de admirar su bello rostro. Dereck también se queda mirándome esperando a que quizá vuelva a embobarme con él pero en cambio le regalo una bonita sonrisa y después le guiño un ojo.

—No te creas mucho —gracias al cielo la comida llega y hace que ponga mi atención sobre el camarero.

Mi rostro está que explota.

Pero estoy segura que pude ver su expresión desconcertada cuando sonreí.

Extraño.

 

****

 

—¿Me seguirás hasta en el maldito baño?

—Vocabulario.

Gruño y ruedo los ojos. Joder, se supone que es un demonio pero el idiota solo se la pasa reprendiéndome como si fuera su puta hija.

Me observa con el ceño fruncido.

¡Agh!

Ya no se puede ni pensar en paz.

«Eres un jodido metido» esta vez ese pensamiento va específicamente dirigido a él.

Él suelta una risotada y me observa divertido.

»¿Ya bajó tu rabia?

—¡No! —grito como una niña—. ¡Y ya deja de seguirme!

Lo último que escucho antes de desaparecer por el baño es su estridente risa.

En vez de mi vecino parece más mi inquilino.

Ese jodido demonio.

Me deshago de mi ropa adentrándome a la ducha, coloco el agua caliente y ahora si me pongo bajo la lluvia artificial. Mis músculos se relajan instintivamente mientras dejo que esa deliciosa agua cubra mi piel y cabello.

Mmm...

Podría decirse que además del demonio tengo otras preocupaciones.

Mi madre no se ha reportado desde que le dijo a Jonny que en cualquier momento vendría para arreglar las cosas, y eso es extraño. Según Carl ella estaba furiosa.

Siempre ha sido muy temperamental y a menudo actúa impulsivamente, creí que en menos de una semana la tendría atacando mi puerta y reclamando todo el dinero de la abuela.

Eso no ha pasado, quizás sea exactamente lo que me asusta y me deja con un mal sabor en la boca.

Ah, Dios...

Ahora mis "baños relajantes" se reducen a esto.

Cuando salgo del baño no veo al demonio por ningún lado y celebro un poco en mi interior al pensar que ya se fue a su apartamento y por fin me ha dejado sola.

Al entrar a mi habitación casi me caigo del susto al verlo sobre mi cama con Copito en su abdomen.

«Contrólate, contrólate»

¡Es imposible!

—¡Maldita seas! ¿Qué haces aún aquí? —grito histérica, este hombre hace que salga lo peor de mí.

Dereck me ignora y cruza sus brazos por detrás de su cabeza con tranquilidad.

Mi mandíbula se aprieta al igual que mis dientes.

Me estoy enojando en serio.

»¡Deja de ignorarme maldito demonio y vete de aquí!

Estoy muy enojada.

»Además de que te la pasas todos los santos días detrás de mí estoy segura de que no has hecho ningún progreso. No tienes ni la mínima idea de cómo hacer para que yo salga de esta maldita situación. Hice un jodido pacto contigo sin pensarlo mucho pero sólo me estaba metiendo con un jodido novato. Mi madre en cualquier momento se puede aparecer por esa puta puerta y yo no tengo ni idea de qué haré o diré. ¡Joder! ¡Me lleva!

Sigo soltando blasfemias como si de un albañil se tratara mientras Dereck no deja de mirarme con asombro y a la vez un poco de rabia.



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En el texto hay: comedia, romance, demonio

Editado: 06.01.2022

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