Get Me Out Of Hell (sácame del infierno)

Thirteen: Buenos y malos.

—¡Dereck! —no puedo evitar gritar de emoción al verlo, el demonio se sorprende por mi entusiasmo y se acerca a mí ayudándome con las bolsas que tengo en mis manos.

—Ah, así que verdaderamente me extrañaste —sonríe de lado cuando yo logro controlar mi respiración.

Mierda, estoy feliz de verlo en serio, mi corazón casi se desborda al creer que Parker se había dado cuenta de mi presencia.

Justo cuando estoy a punto de agradecerle a Dereck él me toma por los brazos acercándome a su cuerpo.

—¿Mmm? —me sobresalto mirándolo con extrañeza.

Los ojos del demonio están dilatados, y su mandíbula está apretada con fuerza.

—¿Viste a “ese” Parker? —pregunta con la voz ronca, lo observo sin comprender cuál es su punto.

—Solo conozco a un Parker.

Asiente y finalmente me suelta, sus ojos vuelven a posarse en los míos.

—¿Le tienes miedo? —parece estar burlándose.

Lo fulmino con rabia. Ahh, no puedo estar ni cinco minutos feliz de verlo.

—No… es solo que él es un poco… un poco extraño —me encojo de hombros, justo en ese instante el ascensor finalmente se detiene, salgo seguida de Dereck.

Él asiente de acuerdo conmigo.

—En eso estás en lo cierto, ese chico fue el que se comunicó conmigo, luego de que conseguí mi cuerpo no pude encontrar su rastro.

Abro mis ojos, vaya.

Un escalofrío me pone de malas.

¿Quién carajos es Parker?

 

 

 

Al llegar a nuestro edificio Dereck decide entrar conmigo en mi departamento, mientras él se acuesta en el sofá con Copito sobre su regazo yo desempaco las compras y las acomodo.

—¿Dónde estuviste estas semanas? —pregunto casual.

Dereck ríe al escucharme, me estremezco extrañamente por su risa, ignoro eso y espero su respuesta pacientemente.

—¿Debería decirte? —cuestiona burlonamente.

Me encojo de hombros al terminar de meter las leches en el  refrigerador.

—Si no quieres no lo hagas.

Chasquea su lengua audiblemente.

—Olvidaba lo contestona que eras —volteo a verlo sonriente y él tiene su ceño fruncido, pero extrañamente se ve tierno al estar acariciando suavemente la cumbamba de Copito, suspira—, solo estuve donde un conocido, él tiene hija y esposa.

¿Eh?

Cuando termino me acerco al sofá sentándome frente a él.

—¿Es como tú?

—Sí —contesta tranquilamente.

Sonrío.

—Es asombroso.

Dereck se sorprende por mi respuesta, sus ojos me enfocan tratando de buscar alguna burla, pero claramente no la encuentra. Realmente estoy asombrada de que un demonio haya decidido formar su familia, también me resulta asombroso que se le haya permitido.

Hace pocos meses no creía en nada de estas cosas sobrenaturales, ahora ya nada me puede perturbar.

Él sonríe de una forma tan linda provocando que mi corazón se acelere estúpidamente.

—Me alegra haber venido —dice suavemente.

Eso solo hace que mi corazón se ponga peor, y también que recuerde el último beso que nos dimos.

Mis manos comienzan a sudar debido a los nervios, mi mente parece estar desconectándose completamente, no sé qué diablos me sucede pero no me gusta para nada.

—Aaa… ehh… creo que deberías ir a tu casa… eh… sí… a tu casa… tu casa que está al frente… no te pierdas…

¿Quéeeeeee?

¿Qué me pasa?

Dereck se levanta del sofá riendo fuertemente acentuando mi vergüenza, antes de irse da un beso en mi frente que no hace más que confundirme.

 

 

 

****

 

 

—¡Jonny! ¡Jonny! ¿Qué está pasando aquí?

Mierda, hoy era el día en que iba siempre a revisar las cuentas con Jonny en la empresa, pero cuando llegué todo estaba absolutamente mal. Todo el mundo estaba fuera de sus puestos de trabajo, y unos gritos realmente irritantes resonaban por todo el espacio.

Jonny volteó a verme como si fuera un ángel que vino a ayudarle.

—¡Clarisa! ¡Oh Dios, que bueno que llegaste! —decía casi al borde de las lagrimas—. ¡Tu madre está loca! ¡¡Loca!!

Ah, ya sé quién está gritando.

Mierda, creí que ya se había ido.

Paso entre todos los trabajadores y efectivamente veo a mi madre discutiendo con los guardas de seguridad mientras ellos intentan detenerla.

Acorto la distancia y veo como todo el mundo comienza a quedarse callada después de verme.

—¿Mamá, qué mierda haces aquí? —mi voz destila frialdad. Larent fija los ojos sobre mí con sorpresa por mi arrebato, pero rápidamente se recompone mirándome con burla.

—¿Te atreves a preguntarme? Este lugar me pertenece.

Me río fuertemente al escucharla, volteo a ver a los trabajadores que me miran fijamente, en ese momento hablo.

—¿Ustedes están de acuerdo con ella?

Solo unos segundos después todo el mundo comienza a negar y gritarle a Laurent que desaparezca y deje de hacer el ridículo. Vuelvo a mirarla con una sonrisa plantada en mi rostro.

—Ya los escuchaste.



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En el texto hay: comedia, romance, demonio

Editado: 06.01.2022

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