Ghost

Embarazo

Juan siempre se preguntaba ¿Por qué? Él ya sabía que ella era de familia con estatus, sin embargo, sacaba sus conclusiones, acerca de las razones de Ester para ocultárselo a su familia, pero respetaba su decisión.

Los días seguían pasando la relación de ellos estaba estable, las sospechas de Ester con lo de su hermano y lo que él podría saber se despejaban. Juan por su parte estaba tranquilo, estaba al tanto de su situación y si llegará la hora de dar la cara lo haría, por otro lado, desde el día de campo Juan y Ester no volvieron a tener intimida.

Si se reunían era sólo para pasear, salir a divertirse ya no volvieron a tener relaciones. Cada día transcurrió normal para ambos, a los tres meses la normalidad no era lo que definía los días de Ester, varios mareos, náuseas y en ocasiones se desmayaba era su normalidad ahora.

Ella como estudiante de medicina sabía con exactitud su estado, para asegurarse completamente sus sospechosas fue a una farmacia por una prueba de embarazo y en su casa se la realizó, confirmando su estado actual. La prueba salió positiva estaba en cinta dentro de ella se formaba, una nueva vida, un niño que fue concebido por ella y Juan hace tres meses atrás. En ella infundían dos rasgos uno era de felicidad por su hijo y el otro era de temor y preocupación por sus padres, cuando supieran de su embarazo más aún si supieran que el padre era alguien del campo y bajos recursos.

Sus amigas también intuían acerca Ester y de su embarazo, se percataban de las reacciones de ella al ingerir alimentos le daban náuseas, siempre estaba cansada hasta que Aurora le dijo – estas embarazada ¿Verdad?

Ester la miro sin responder a su pregunta, no obstante, su silencio sólo le confirmaba sus indagaciones.

Diana intervino – Ester no nos mientas, no somos tontas para no darnos cuenta

– Sabes que puedes confiar en nosotras, – repuso Elizabeth

Una lágrima salía de cada uno de sus ojos, abalanzándose sobres sus amigas mientras sollozaba en ellas. Sabían el motivo de las lágrimas no eran de alegría por el bebé sino por la reacción de sus padres, porque entendían la situación de Ester. Ella les contó todo de cómo pasó.

Elizabeth le pregunto con intriga – Juan sabe de tu embarazo

– No, no le he dicho nada.

Aurora dijo – debes decirle

– No puedes ocultárselo. – dijo Diana

Detrás de ellas se pronunció unas palabras – ocultar ¿Qué? Era Bruno quien apareció de la nada, notaba la tensión de todas en especial la de Ester se encontraba afligida, triste se preocupó expresándose – sucede algo Ester. Te hizo algo ese tipo – en un tono amenazante.

– No me hizo nada.

Bruno la miraba fijamente notando bien su condición, finalmente dio en el clavo su rostro se tornó triste, con la voz apagada y melancólica habló – estas embarazada de tu novio. La miro de nuevo se hallaba llorando y endureció su voz – ese miserable negó de ese niño. Se mostraba muy furioso – espera que lo…

Ester lo corto – Juan no sabe nada de mi embarazo, y si lo supiera vendría a dar la cara. Pero estoy segura que mis padres no lo aceptarían si saben quién es.

Bruno la miro con compasión le dijo – yo me puedo hacer cargo de ese niño, tus padres no tendrán nada que decir. Estas palabras dejaron sorprendidas a todas ellas, ninguna se esperaba esto de Bruno.

Todas al mismo tiempo dieron – ¡¿Qué?!

Tal como lo oyeron – respondió Bruno

Ester se manifestó ante la propuesta de Bruno – Te lo agradezco Bruno. ¡Pero no! Yo me metí en esto y lo voy a enfrentar con Juan. En la noche lo llamaré para ponerlo al corriente de la situación y les agradezco a todos ustedes por su apoyo, pero yo voy asumir mi responsabilidad.

Aurora, Diana, Elizabeth la abrazaron y Diana le dijo – no te preocupes todo saldrá bien.

Bruno aún afligido también le hablo – Ester, si ese tipo te falla. Yo voy a estar aquí.

Ester lo abrazo y lo beso en la mejilla – gracias ¡Bruno!

Se despidió de sus amigas y de Bruno fue directo a su casa, su trabajo en el hospital hace un mes terminó de laborar ahí. Entro en casa de puso marcha a su habitación su padre la detuvo la llamo de forma demandante, no era estúpido, mucho menos idiota desconfiaba de Ester preguntándole - ¿Qué sucede hija? Te veo desanimada.

Eludiendo el interrogatorio respondió – No pasa nada papá, todo está bien. Dicho esto, se retiró, en las escaleras su padre la detuvo – No me creas idiota, Ester. Crees que no me doy cuenta de la situación, hablaremos todos mañana y cuando digo todos me refiero a todos.

Las palabras de su padre eran amenazantes, Ester sabía que su padre ya estaba informado, pero ¿Cómo? Dudaba que su propio padre le hubiera puesto espías para vigilarla, no obstante, sabía acerca su relación la única duda era si conocía a Juan. En su cuarto lo llamo pidiéndole venir a su casa mañana a las nueve. Juan permanecía intrigado, después de tanto tiempo finalmente estaría cara a cara con los padres de Ester.

Pero sintió una agonía en ella, esto lo preocupó – ¿Sucede algo?

Ella replicó – No me hagas las mismas preguntas. Mañana a las nueve lo sabrás no faltes. Corto la llamada sin lugar a dudas esto le dejaba más intranquilo, pero tendría sus respuestas mañana a las nueve.



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En el texto hay: primer amor, venganza y justicia

Editado: 22.09.2021

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