Ghost

Nuevos inicios regalo de la abuela de Ester

Faltaba poco para arribar a San Juan, él la despertó levantándose de sus asientos fueron a la puerta de salida e hizo parar justo en la mecánica, bajaron de su transporte entraron al taller Juan llamo a don Jacinto para un viaje. Salió y observó que Juan tenía compañía se dirigió hasta ellos y pronunció – ¿A esta hora? Traes a tu novia.

Pero Juan se limitó a responder – sólo llévenos al rancho. Don Jacinto sintió esas palabras, sabía la situación en la que Juan estaba – ¿Qué has hecho? Nuevamente contesto secamente – ¡por favor!  Don Jacinto.

No hizo más preguntas les pidió subir, a la camioneta el recorrido era en completo silencio nadie hablaba una sola palabra. Don Jacinto en ocasiones mira por el retrovisor fijándose en el estado de ánimo de ellos, Ester triste y Juan con mucha tensión al llegar bajaron del carro – Juan dio las gracias. Don Jacinto dio la vuelta marchándose, ellos ingresaron a la casa, Ester accedió a su nuevo hogar se sentó en el mueble.

Juan se dirigió se a la cocina por agua para Ester, ella lo tomo, bebió lentamente. De cuclillas la miraba, pero no encontraba las palabras, para darle ánimo lo único que salió de su boca era – ¡Tranquila! Ella lo miro, lo abrazo y en su hombro lloraba.

La estrujo contra él y le dijo – Ester tranquila, yo estoy aquí, yo no te voy a desamparar. Pasemos la página esto no te hace bien a ti, ni al niño… ven vamos a dar un paseo por los alrededores. Ambos salieron caminaron por los límites del terreno, mirando las aves el ganado pastar, todo sonido proporcionado por la naturaleza al terminar Ester se encontraba más calmada.

Nuevamente ingresaron a la casa la noche ya caía, Juan aprovechó el pequeño Tour para cambiar de lugar a su ganado. Le pidió que fuera a la cama a recostarse, entretanto él se encargaba de cocinar, Ester obedeció y Juan preparaba la comida. Hora después le llevo la comida al cuarto ocupado por ella le había preparado un caldo de pollo con una taza de agua aromática de manzanilla.

Levantándose de la cama tomo la comida y se sirvió, la noche cayó los dos se asearon, había un pequeño problema Ester no tenía pijama con lo ocurrido en el día se olvidaron de ello, lo único que Juan encontró era una camiseta larga, ella la cogió colocándose al verla quedó impresionado por su belleza y sensualidad prometiendo comprar ropa mañana para ella.

Fue la primera noche juntos, al día siguiente la llevo a comprar ropa tenía unos ahorros para ello fueron al pueblo toda la gente sabía el estado actual de ellos y confirmaron sus dudas cuando los vieron entra la tienda de la señora Matilde. Ester compro lo necesario al salir de la tienda se encontraron con Gaby y dijo – si le compras ropa, es ¿Por qué vivirá contigo? Juan sola miro y dibujo una pequeña sonrisa en su rostro.

Vámonos Ester – dijo Juan se alejaban cuando Arturo apareció en el carro se detuvo bajo la ventanilla pronunciando – quieren que los lleve.

Juan se dio cuenta, todos deseaban conocer la historia de cómo Ester terminó viviendo con Juan – sí que son curiosos.

Pero Arturo respondió – no es que seamos curiosos, simplemente queremos ayudarte.

Supongo que tienen razón, al fin de cuentas se van a enterar – soltó. Juan pidió venir con ellos al rancho para contarles los cuatro subieron, en el rancho Juan les explico todo lo ocurrido, al enterarse de ello no pudieron ocultar su enojo no podían creer que los propios padres de Ester le propusieran tal cosa deshacerse de un bebé o fingir que nunca existió, como si fuera basura.

Enterados de la noticia de marcharon Juan y Ester comenzaron a ordenar el ropero para las prendas de ella, otro día más transcurrió, descendieron de nuevo al pueblo por más cosas que Ester necesitaba. Don Jacinto y su esposa los encontraron y estaban al tanto de la situación, ambos les ofrecieron su ayuda para todo, Juan sólo necesitaba que Ester y su hijo estén bien y para ello eran necesario el trabajo en el taller.

Don Jacinto lo apoyó con el trabajo. Pasó una semana, Ester se ganó la confianza de muchas personas cercanas a Juan como también de la gente del pueblo. Día martes sus amigas vinieron a visitarla, aunque, realmente querían era confirmar como la trataba Juan, pero corroboraron la condición de su amiga se encontraba en perfecta situación además feliz, pasearon por la propiedad al llegar Juan de la mecánica las amigas de Ester le agradecieron por tratar bien a su amiga, pero también le advirtieron muy fuerte si algún día hace llorar o sufrir a su amiga. El respondió – jamás lo haría, nunca la lastimaría ni a ella, mucho menos a su hijo. Partieron en el auto de Aurora, Juan habló – tus amigas si sabe amenazar.

Siempre nos hemos protegido entre nosotras – respondió Ester, más días seguían avanzando. Cierto día un hombre misterio llegó al rancho en la mañana, sonó el claxon Juan Y Ester se encontraban ordeñando las vacas pensaron que era el carro de la leche terminaron rápidamente, se llevaron la sorpresa era otro un auto negro Mazda salió un hombre de traje con un maletín preguntando - ¿Es usted la señorita Ester Guerrero? Ella respondió que sí.

Juan desconfío de este hombre rápidamente a colocó delante de ella. Pero el hombre dijo – no se preocupe señor. Mi nombre es Cristian Zambrano, abogado de la señora Mercedes Díaz.

Ester reacción al nombre – ¡Mi abuela!

Correcto, ahora que he confirmado, que el señor presente aquí es un hombre firme y la protege puede acompañarnos – fueron las palabras del abogado



#22417 en Otros
#6633 en Relatos cortos
#8306 en Joven Adulto

En el texto hay: primer amor, venganza y justicia

Editado: 22.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.