Ghost

Sentimientos naciendo

Cuarto día buscaba por cada rincón, pero no logró nada. La noche llego eran un poco más de las diez, de la noche cerca las once rondaba por el parque central vigilando su espera valió la pena. En el centro del parque una joven estaba siendo ultrajada, por dos abusadores la tenían contra un árbol, la chica se resistía y uno de ellos la golpeó. Josué corrió hacia ella de un golpe tumbó a uno de ellos, al otro le clavo toda la planta de su calzado en el pecho arrojándolo al suelo. Cometió un grave error fijarse en la chica olvidándose de los agresores, pues estos se levantaron de inmediato al primero que golpeó se levantó y lo apuñaló arriba de la cadera, pero no era letal, la chica se asustó él sintió el ataque sintió el frio metal atravesarlo, causó un corte profundo al lado izquierdo del abdomen. Esto lo molesto lo golpeó dejándolo inconsciente al igual que su compañero, presionaba su herida para evitar perder más sangre.

La chica llamo a la Policía, pero Josué se puso de pie y se marchó lento no podía caminar, la chica le pedía esperar para que lo atiendan, pero él se negó siguió caminando. La joven lo tomo del brazo, provocando liberar su mal lado. La chica lo soltó, pero no se alejó y nuevamente lo tomo del brazo parecía no tener miedo por primera vez, una persona no se apartaba de él a causa de su frialdad a este fenómeno anormal en él. La chica le dijo que esperará que no lo iba a delatar, la Policía llegó arresto a los agresores, tomo las declaraciones de la agredida pidiéndole acompañarlos a la estación.

Pero ella supo evadirlos, diciendo que estaba en exámenes finales de la Universidad y debía estudiar y además vivía cerca al parque. La Policía la dejo, pero le pidió venir a la estación a declarar, marchándose fue a buscar a Josué, pero no lo encontró donde lo dejo había marcas de sangre, supo que no debía estar lejos lo busco encontrándolo caminando lentamente hacia el norte. Nuevamente lo tomo del brazo y que lo dejará ayudarlo insistió tanto que no tuvo más opción que aceptar. Caminaron de regreso, Josué se apoyó en ella entraron en una residencia, donde ella se alojaba lo acomodo en un mueble fue al baño trajo alcohol algodón para, limpiar la herida.

Josué traía puesto la capucha por lo tanto ella no podía verlo bien, le pidió sacársela para comenzar a curar. Se la quitó, la chica se impresiono no era como ella pensaba, era joven tenía el cuerpo marcado no sólo de músculos también, de heridas, el pelo corto miro sus ojos notando una profunda oscuridad.

Él también la observó era joven tal vez un poco más que él, tenía el cabello negro ondulado al igual que sus ojos, era hermosa. Ella lo miraba fijamente hasta que la hicieron reaccionar.

– Me va ayudar, o, ¿no?

Reaccionó – ah… si, si… eh… recuéstese. Josué se acomodó en el mueble la chica limpiaba la sangre y la, área afectada con el alcohol. Se movía mucho por el alcohol la herida era profunda, terminado de limpiar y desinfectar colocó unas gasas con cinta para que no se movieran.

Listo… ahora tiene que descansar.

No crea que me voy a quedar… ahora me retiro.

No puede caminar… y si se mueve la herida se abrirá… quédese unos días hasta que se recupere.

Josué la miraba desconfiado, no se fiaba de ella, en el único que confiaba era el padre Fernando.

– Ella lo miro notando su desconfianza – no se preocupe, no le haré nada… usted es de quien hablan, ¿verdad? el hombre que ha ayudado a mucha gente… ha salvado a mujeres de ser abusadas… y de golpear una banda de micro traficantes.

Josué respondió – sabe guardar secretos.

Ella asentó con la cabeza.

– guarde este… usted nunca me ha visto.

– ¿Por qué lo hace?... acaso quiere ser un héroe.

– Hump… estoy muy lejos de ello… además no quiero serlo… sólo es una justificación

– ¿De qué? Respondió interesada.

– Del mal – esta palabra la dijo secamente

– Hizo algo malo…y trata de justificarlo.

Josué sonrió – voy a hacer algo malo… y estas acciones serán mi justificación, para mi último deseo.

– Habla como si… se despidiera del mundo.

Basta de charlas… descanse… ya es de muy de noche.

Ella se levantó confirmando la hora – si tiene razón… me voy a dormir… pero como se… que aún no confía en mi me quedaré aquí, para que vea que no haré nada. Se dirigía a su cuarto en la puerta dijo – por cierto, mi nombre es Regina.

– Se toma muchas atenciones, conmigo. Soy Josué

Salió del cuarto con mantas, Josué se movió del mueble, pero ella entro en discusión, él debía permanecer en un lugar cómodo y el suelo estaba lejos de serlo, pero Regina terminó aceptando quedarse en el mueble. Pasaron la noche bajo el mismo techo, en la mañana Josué no se podía mover el área izquierda estaba amortiguada, apenas podía mover la pierna. Regina se despertó, lo saludo, fue a la cocina a servirse un vaso de agua y habló – te veo bien… mejor que ayer.

– Si bien significa, que no pueda moverme… si… lo estoy. Josué se levantó hacia la cocina usando, cualquier cosa como apoyo al llegar también se sirvió agua.

Regina entro a su cuarto, salió con una toalla entrando al baño a tomar una ducha, después de treinta y cinco minutos salió. Entró a su cuarto salió bien vestida, casi no usaba maquillaje lo máximo era sus ojos y labios pintados y con un bolso – tengo que ir a la Universidad… y a la comisaría a declarar… quédese aquí cómodo. Josué aún la miraba desconfiado.



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En el texto hay: primer amor, venganza y justicia

Editado: 22.09.2021

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