Ghost

Los hijos del ghost

Después ello Regina se marchó a la capital, manteniéndose oculta durante todo el embarazo. Un día antes del parto sus padres viajaron a acompañar a su hija y recibir a sus nietos, justo como en la carta de Josué nació primero un niño, luego la niña. Ella sintió la presencia de Josué a su lado, aunque no lo viera. Regina tenía a sus bebés en sus brazos, les dio nombres, a la niña Ester y al niño David los nombres de la carta, semanas después volvió a la ciudad de Los Cedros. Fue a San Juan a presentarlos a todos, felices de que Josué dejará una parte de él con ellos.

Un buen trabajo ha hecho mi ahijado – comentó Arturo

Regina se sonrojo un poco, Arturo se llevó un empujón de Gaby y pregunto cómo se llamaban. Ella les respondió, todos estaban de acuerdo. La vida de Regina y sus hijos Ester y David era tranquila, la familia de Josué de lado materno sé marcho de la ciudad. Regina comenzó a trabajar en un despacho de abogados de la ciudad, nadie sospechaba nada.

Nuestra vida iba en paz.

Esta es la historia de mi padre Josué Castillo, un hombre al cual mi hermana y yo solo lo conocimos por fotos y relatos de nuestra madre, abuelos, la gente de San Juan. Ella siempre nos decía que era un gran hombre, como nunca conoció a otro, talvez sea la razón por la que nunca se casó. Mi mamá decía que él era el único, para ella. Siempre desde niños visitamos el rancho donde el creció, íbamos a la tumba donde reposaban mis abuelos, mi tío y mi padre y como no olvidar la de mis bisabuelos. Fines de semana o vacaciones pasamos, en el rancho. Mi papá se fue dejándonos un seguro, no me refiero al rancho o el dinero, sino a todas las habilidades que heredamos de él. Capacidades físicas y un talento natural en defensa personal nos inscribimos a una escuela de taekwondo desde los ocho años.

Sin embargo, mi hermana Ester heredó lo mejor o talvez lo peor de mi padre la sensación de muerte, no olvidó cuando la uso en contra de unos brabucones que siempre la molestaban al enojarse la liberó, era tan intensa y aterradora que incluso yo no me podía acercar a ella. Aunque no lo niego, fue divertido mirar como saltaron y salieron corriendo ese par de tontos. Ester tenía nueve años cuando la uso, en si ella era una niña linda y amigable, pero al hacerla enojar ese lado causaba que algunos de nuestros compañeros, se alejaran de ella y también se la unían como protección de los brabucones. Tal vez ella sea incluso mejor que papá en manejar esto, mejor dicho, es mejor que él. Si compitieran ella sin duda le ganaría.

Nuestros sueños están por cumplirse mi hermana tiene el mismo sueño que papá y el tío la milicia. Yo por mi parte continuare el trabajo de mi padre, ayudar a la gente a diferencia de él lo haré de frente no a escondidas por lo que me uniré a la Policía. Hemos entrenado muy fuerte, nos preparamos física y mental para esto. Recuerdo cuando acompañe a mi hermana a dejar su carpeta en la escuela militar, yo sé que puede cuidarse sola, sin embargo, mamá dice que nosotros dos juntos somos diez veces más fuertes que mi papá. Salimos en la tarde hacia la capital, encontramos un hotel cerca a la escuela nos alojamos ahí, la entrega de carpetas era a partir de las seis y media de la mañana. Varios aspirantes de encontraban bien presentados, Ester igual de gala con su cabello recogido como mamá no usaba maquillaje, su belleza era natural.

Un capitán de infantería organizaba a los aspirantes, mientras lo hacía trataba de bajarles la moral no sólo, a los hombres también a las mujeres mencionando las uñas, el maquillaje, metiendo a las madres.

Al llegar con Ester se mostraba altivo lleno de confianza – vaya aquí tenemos a alguien natural.

Yo me reía desde la malla tapándome la boca, sabía lo que iba a ocurrir. El capitán me miro – cuál es la gracia civil, ven acá.

– Me dirigí a él y le contesté – será mejor que no se pase con ella, se lo advierto. El capitán lo tomo como si yo fuera atacarlo.

  • Me estas amenazando, civil – comento el capitán  

– Yo no haré nada, pero párele con ella, pase al siguiente. Volví a la malla el capitán no escucho tomándose contra ella, le decía cualquier cosa para bajarle la moral. Ester no le prestaba atención para ella el no existía, la gota que derramó el vaso, fue cuando él le dijo – Tu padre debe ser un pobre cobarde. Ester se enojó ese lado estaba presente, todos se alejaron de ella el capitán igual lo hizo, los dejo pasar ni quería acercarse a ella. Hasta yo quería cerrarle la boca, a ese capitán nosotros no permitimos a nadie que hablé mal de papá.

El ambiente volvió a la normalidad mamá nos dijo que papá tardaba en volver a la normalidad cuando liberaba ese ambiente y Ester lo hacía como si encendiera un interruptor, aun así, los del grupo de Ester estaban asustados no se querían acercar a ella. Miré al capitán y le hice un gesto de se lo dije. Algunos presentes murmuraban de lo ocurrido, con la certeza de haber oído hablar de esta sensación. Tomó un par de horas salía con su grupo, mire como Ester lanzaba una mirada asesina a ese capitán, al igual yo. No queríamos enfrentamientos y afectar el sueño de Ester, de lo contrario lo hubiésemos dado una paliza. Volvimos a nuestro hotel recogimos nuestras cosas regresando de inmediato a Los Cedros.

Estamos en fase final mi hermana tiene una entrevista, yo pasar el polígrafo. Mañana Ester se presenta con mamá en la escuela militar para la última etapa, estoy seguro ellas se desenvolverán bien y si no. Ester bien puede intimidarlos, sería divertido ver eso, espere una hora y al fin salieron no mostraban ningún rastro de miedo, bueno a aparte de Ester, mamá estaba algo tensa debido que preguntaron por papá. Yo debo presentarme dentro de quince días a mi última prueba, sólo tengo que concentrarme y contestar con la verdad las preguntas sólo espero no tener preguntas relacionadas a papá. El día llego mi mamá estaba ocupada por su trabajo en el despacho y Ester me dijo, que me cuidara sólo. Vine sólo para la capital, me presenté a la escuela de policía cuando me llamaron me puse algo nervioso, me senté respire profundo y contesté a cada pregunta. Me preguntaron si tomaba o fumaba, si soy respondón preguntaron por mamá y papá. Les dije que mi mamá era una gran mujer, siempre al pendiente de mi hermana y de mí apoyándonos en casa decisión que tomábamos.



#22417 en Otros
#6633 en Relatos cortos
#8306 en Joven Adulto

En el texto hay: primer amor, venganza y justicia

Editado: 22.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.