Gilbert Von Obsidian

ROMANTIC ROUTE - CAPITULO 22

Si no salía pronto de Obsidian, no tendría oportunidad de llegar a Rhodolite a tiempo para la ceremonia de firma. La situación se estaba volviendo desesperada, pero Gilbert seguía negándose a ceder.

MC- Tengo una petición que hacer.

Dejé un plato enorme de galletas recién horneadas sobre la mesa con un golpe. Gilbert estaba ocupado con sus complejos cálculos nuevamente, y todo su escritorio estaba cubierto de papeles. Pero el aroma de las galletas pareció ser suficiente para distraerlo, bajó la pluma y levantó la mirada.

Gilbert- ¿Qué?

MC- Quiero ir al pueblo.

Gilbert- No.

MC- Podrías encontrar alguna manera de...

Gilbert- No.

(¿Todavía no, eh? Y yo que pensé que tal vez podría contactar al espía de Chevalier y hablar con él sobre la ceremonia de firma, al menos...)

MC- Puedes enviar a alguien que me vigile.

Gilbert- Si vas a pasear por el pueblo con otro hombre, solo vas a ponerme celoso.

(...Lo que significa que mi única opción es encontrar la manera de escabullirme del castillo de alguna forma.)

Gilbert soltó una tos repentina y áspera, con el rostro contraído.

(Oh, no...)

Saqué una manta del baúl cercano y rápidamente la envolví alrededor de sus hombros, deseando haber podido hacer algo más útil. En todo el tiempo que había estado en Rhodolite, nunca tuve la impresión de que estuviera enfermo, pero era evidente que su estado empeoraba. Sonreía como siempre y fingía que todo estaba bien, pero su semblante no era bueno.

(...Y aunque claramente adoras mis galletas, cada día comes menos.)

Gilbert- Oh oh, ¿vas a llorar cada vez que tosa?

MC- ...No estoy llorando.

Gilbert- Parece que estás a punto de hacerlo.

MC- Bueno, ¿y de quién es la culpa?

Gilbert- Ahaha, ¿qué esperabas? Soy un villano, ¿recuerdas?

(Ahora tengo miedo todos los días... miedo de que mañana pueda ser el día en que...)

Gilbert- Mmm... Aunque, la verdad es que tengo bastante frío.

MC- Deberías volver a tu habitación.

Gilbert- No quiero. Me gusta estar aquí.

MC- Pero tu habitación también es muy agradable.

Gilbert- Solo me recuerda todas las veces que he estado postrado en cama. He sido enfermizo desde niño, sabes.

No supe qué responder a eso, pero sentí un repentino y desolador dolor en el corazón.

Gilbert- Apuesto a que serías mucho más cálida que una manta.

(Cada vez que aprendo más sobre ti, más duele, hasta que a veces siento que ni siquiera puedo respirar del dolor.)

Extendí los brazos y lo abracé por detrás, intentando transmitirle algo de mi calor. Un leve aroma llegó hasta mí. Era un aroma que reconocía de la enfermería del Palacio de Rhodolite y del escondite secreto de Gilbert.

(Y ahora finalmente sé lo que es el olor a medicina. Nunca antes lo había notado en ti, pero... supongo que eso muestra cuánto más tratamiento necesitas ahora.)

Gilbert- Últimamente has sido muy dulce conmigo. Pero por más que me adules, no te dejaré salir del castillo, y...

MC- ...Qué lástima. Esperaba que si seguía adulándote, al final cambiarías de opinión.

(...Excepto que eso es mentira.)

Ya sabía lo decidido que estaba, y sabía que mi comportamiento no haría que cambiara de opinión así como así.

(En realidad no tengo una razón. Solo... quiero hacer esto.)

Gilbert- Jeje, te gusta hacer cosas inútiles, ¿verdad? Cuanto más amable eres conmigo, más te dolerá después.

MC- Ya es un poco tarde para eso, ¿no? O si te da tanta lástima, entonces acepta el tratamiento que Walter ofrece.

Gilbert- Es divertido verte tan alterada por mí, así que no, no lo haré.

(...Realmente eres terrible. Si no hay manera de que aceptes el tratamiento... Voy a tener que prometer matarte, ¿no es así?)

Mis ojos ardían de lágrimas, y escondí el rostro en su hombro antes de que pudieran rodar por mis mejillas. Él era quien me causaba todo ese dolor, y sin embargo, su tacto fue extrañamente gentil cuando alzó la mano y acarició mi pelo con suavidad.

Gilbert- ...Por cierto, ¿qué es eso?

(¿Mmm?)

???- Visitantes. De otro país.

(¡¡Ahhh!!)

Me separé de Gilbert al instante y al girarme encontré a un hombre en la puerta, con la capucha baja cubriendo su rostro.

(Maldición, Roderic, ojalá hicieras algún ruido cuando apareces para no asustarme así...)

Gilbert- Jeje... ¿Así que ya llegaron?

Roderic- Sí, al parecer encontraron alguna manera de cruzar la frontera. Milagrosamente evadieron a la patrulla fronteriza, milagrosamente evitaron problemas en los caminos y milagrosamente llegaron hasta el castillo. ¿Qué debo hacer con estos visitantes milagrosos?

(Guau, suenas como si realmente estuvieras insinuando algo ahí.)

Gilbert- No hay problema. Ya que llegaron hasta aquí, y son lo suficientemente temerarios y descarados para pedir una audiencia, puedo mostrarles misericordia. Después de todo, estoy de buen humor ahora mismo.

Roderic- Entendido.

Roderic desapareció tan silenciosamente como había aparecido, y Gilbert se levantó de su silla.

Gilbert- Vamos, conejita.

MC- Espera, ¿yo también?

Gilbert- Por supuesto. Vinieron a verte.

(Oh... No me atrevía a esperarlo, pero ¿será posible que...?)

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Yves & Rio & Akatsuki- ¡MC!



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En el texto hay: ikemen prince, prince

Editado: 26.08.2025

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