DRAMATIC ROUTE - CAPITULO 21

Walter- ...Un mes.

MC- ¿Qué?

Walter- Ese fue todo el tiempo que le quedaba de vida... antes de ir a Rhodolite.

Era el desastre mundial, la bestia conquistadora, el infame villano, e incluso solo comprender la enormidad del secreto que había estado ocultando tomó tiempo. Era una bestia que había estado usando su maliciosa amabilidad para meterse conmigo. Él fue la razón por la que todo mi mundo pacífico se hizo pedazos a mi alrededor. Definitivamente no era una buena persona, de ninguna manera, y aun así...

(Esto es demasiado.)

La luna brillaba a través de las ventanas, bañando el rostro dormido de Gilbert en su suave resplandor. Por lo general, sonreía con tanta vitalidad, pero ahora yacía profundamente dormido en su cama, tan inmóvil que daba miedo verlo.

(Pero al menos tu respiración es mejor que antes.)

Su frente estaba perlada de sudor, y lo sequé suavemente con un paño.

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Walter- La medicina le dará fiebre por un tiempo. Lo que le he dado es un analgésico extremadamente fuerte.

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(No tenía ni idea. No tenía idea de que sin tu medicina estás con tanto dolor que apenas puedes moverte o pensar... No tenía idea de que estás tan débil que estás tosiendo sangre... ¿Estuviste sufriendo y con dolor todo el tiempo que estuviste en Rodolita, también?)

Rodolita había sido territorio enemigo para él, y no había nadie allí en quien pudiera confiar. Nunca había tenido la oportunidad de descansar adecuadamente, y si hubiera tenido uno de estos ataques, habría tenido que lidiar con él por su cuenta.

MC- ¿En qué estabas pensando...? ¿Por qué fuiste a Rodolita si estás tan enfermo...?

(¿Por qué decidiste pasar tus últimos momentos en territorio enemigo, en lugar de la seguridad de tu hogar?)

No hubo respuesta de su parte, por supuesto. El único sonido que hacía era una respiración ocasional, tortuosa y entrecortada.

(Y cuando estuviste en Rodolita, ¿qué hiciste? Pasaste tu tiempo ayudando a Belle con su trabajo... Siento que eso fue todo lo que estuviste haciendo mientras estabas allí.)

En todo el tiempo que Gilbert había estado en Rodolita, yo había pasado más tiempo con él que nadie. ¿Estaba la respuesta a mi pregunta allí?

(Yo... Sé lo horrible que eres, y aún así creo que te he tomado cariño de todas formas.)

Estaba exhausta y abrumada, y mis ojos se nublaban por las lágrimas. Sabía que incluso las emociones que sentía podían considerarse una traición a Rodolita. Pero las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas, goteando sobre las sábanas una tras otra. No quería que muriera... No quería matarlo. Quería que viviera. Era tan simple como eso.

(Ahhh, ¿de qué sirve llorar?, no va a ayudar...)

Le di la espalda a Gilbert y me alejé de su cama, tratando de calmarme y evitar que las lágrimas cayeran. Me sequé los ojos con la manga, y al mirar hacia abajo, mi mirada se sintió atraída por las incontables páginas esparcidas por el suelo.

(Realmente no estaba prestando atención antes, pero creo que esas ya estaban en el suelo cuando entré por primera vez aquí.)

Me pregunté si eran lo último que él había estado viendo antes de que le diera el ataque. Me arrodillé, juntando las páginas en una pila. Estaban cubiertas con una letra suelta y garabateada que reconocí como la de Gilbert.

(Espera...)

Me había preocupado que pudieran ser algún tipo de papeleo oficial que no debería estar leyendo, así que había tratado de no mirar. Pero algo en la forma en que estaban dispuestas las páginas me hizo cosquillas en la memoria, y me encontré mirando las frases.

(Esto parece una historia... ¡No, esto ES una historia!)

No había fórmulas matemáticas, ni terminología técnica; en cambio, las palabras en la página eran inquietantemente familiares.

(Y esto... Y esto... Y...)

Antes de darme cuenta, había leído una segunda página, y luego una tercera, y luego una cuarta.

(Pero... Esta es la historia de la noble heroína luchando contra la corrupción en la corte real...)

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Gilbert- Puedes tenerlo. Has estado desesperada por leerlo por años, ¿no?

MC- ¿Estás seguro?

Gilbert- Por supuesto. Es un libro muy popular en mi tierra natal, también.

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(¡No lo creo...! ¡¿No me digas que TÚ eres el que escribe estos libros?!)

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MC- Me he dado cuenta una y otra vez de lo increíble que es la heroína... Ella es el tipo de persona que yo nunca podría ser.

Gilbert- Para que lo sepas, la mujer del libro también llora, solo que no se escribe sobre eso. Todos tienen problemas y todos se lastiman, no importa cuán puros sean. Es parte de ser humano... El autor simplemente lo omitió, eso es todo. Se estaban imaginando a una mujer que sonreía felizmente todos los días, así que simplemente evitaron cualquier cosa más profunda que eso.

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(Pero... ¡De ninguna manera...!)

Mi corazón latía con fuerza de repente, y las páginas se deslizaron de mis dedos de nuevo, esparciéndose por el suelo a mi alrededor.

(¿Eres realmente el autor?)

???- ...Ah, las viste.

La habitación había estado en silencio durante demasiado tiempo, pero de repente una voz familiar rompió el silencio. Salté de sorpresa, girándome, solo para encontrar a Gilbert sentado erguido en la cama como si todo estuviera bien.