Gilbert Von Obsidian

DRAMATIC ROUTE - CAPITULO 24 (PREMIUM BONUS)

Gilbert estaba teniendo otro ataque, y verlo luchar por respirar me recordó inmediatamente la última vez que había sucedido.

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Walter- Gilbert básicamente tiene algo como una bomba dentro de él. No sabemos cuándo va a explotar, pero una vez que lo haga, será demasiado tarde. Sus ataques son una señal de que algo va mal. Si su respiración empieza a empeorar, ven a buscarme de inmediato. Soy el único médico en Obsidian capaz de tratar su enfermedad. Cuantos más se retrase su tratamiento, menores serán sus posibilidades de supervivencia. Por favor, recuérdalo.

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(Tengo que darme prisa, o será demasiado tarde...)

Gilbert- ...No te vayas.

Estábamos en la ciudad, lejos del castillo y lejos de la ayuda de Walter, pero Gilbert apretó mi mano con fuerza, negándose a soltarme.

MC- ¡Juro que volveré enseguida!

Gilbert- No sé... si podré aguantar... hasta que regreses.

MC- Oh...

Gilbert- Estar solo... es muy solitario...

(¿Por qué ahora... ¿Por qué tienes que recordar la solitud ahora...)

De repente, su mano perdió fuerza, resbalando de la mía, y la agarré antes de que tocara el suelo, envolviéndola entre mis dos manos. Cada una de sus respiraciones era áspera y entrecortada, y cada una sonaba un poco más débil, como si incluso respirar fuera demasiado para él ahora.

(¡Tus manos están frías como el hielo! ¿En serio me estás diciendo que no haga nada? ¿Que me quede a tu lado y te vea morir?)

No había tiempo para dudar ni para cuestionarme.

(No puedo dejarte solo. Pero debo ir por Walter. Eso significa...)

Gilbert- Si le pides ayuda... al pequeño espía... tendré que... matarlos a los dos.

MC- Este no es momento para eso.

Gilbert- Después de que muera... aún hay... un plan. Ya di... la orden... de matar... a cualquiera que lo sepa.

(Genial, ¿así que estás diciendo que aunque mueras, alguien más vendrá a matarme por saberlo?)

Gilbert- Tú no... eres la excepción... Pero todos saben... que solo yo... tengo permiso... de matarte... Si no... muero aquí... podría... matarte...

MC- ¿No es un poco tarde para eso? ¡Ya sabías que yo sabía que estabas enfermo!

(Olvídalo. Ya me preocuparé después por lo que pase después. La única opción que queda es que yo misma vaya a buscar a Walter. Pero si algo te pasa mientras estoy fuera... Si te... quedas sin fuerzas... Pasarías tus últimos momentos completamente solo. Morirías en la soledad.)

Ni siquiera quería pensarlo, pero no tuve más remedio.

(Está bien, eso significa...)

MC- ...¿Puedes caminar?

Gilbert- ¿No piensas... arrastrarme contigo?

MC- ¡Como si me hubieras dejado otra opción!

(Aunque si alguien se da cuenta de quién eres en el caMCo, también los matarás.)

Sabía que no era gran cosa, pero extendí la mano, desabrochando todos los botones, broches y hebillas de su capa y chaqueta. Sin esas capas regias, podría haber sido cualquiera. Tomé su brazo y lo envolví firmemente alrededor de mis hombros, luego lo levanté, permitiendo que se apoyara en mí.

(Claro, queda un trecho hasta el castillo, pero no es una distancia imposible... Aunque sí que pesas bastante.)

A simple vista, era más delgado que muchos hombres que conocía, pero cargar con todo su peso así me recordó lo fuerte y musculoso que era. Pero no importaba. Tenía que llevarlo de vuelta al castillo de alguna manera, así que apreté los dientes y di un paso, luego otro.

Gilbert- No tienes... ninguna razón... para mantenerme con vida... así...

MC- Sí la tengo.

Gilbert- Deberías... matarme ahora. Soy una bestia debilitada. Incluso tú... podrías matarme... fácilmente.

MC- No voy a matarte.

Gilbert- ¿Así que está bien... si Rhodolite se hunde... en un mar de llamas?

MC- No está bien. Por eso necesito que sigas con vida, o estaré en un verdadero problema.

(Necesito persuadirte para que detengas los terribles planes que ya has puesto en marcha.)

Finalmente llegamos a la puerta, y giré la llave, abriendo el cerrojo. Todo lo que habíamos hecho fue cruzar la habitación, pero ya me faltaba el aliento.

Gilbert- Así que esa es... tu razón... para mantenerme con vida...

MC- Esa no es la única razón.

Abrí la puerta de un tirón, y la luz de la luna nos bañó desde arriba. Un viento frío silbó al pasar, y me estremecí, pero no había tiempo que perder. Pero Gilbert se movió de repente, y antes de que pudiera dar un solo paso afuera, cerró la puerta de golpe.

MC- ¡¿Qué estás haciendo?!

Gilbert- ¿Cuál es... tu otra razón?

MC- Este no es momento para estar analizando mis razones!

Gilbert- Si quieres... mantenerme con vida... eso es egoísmo tuyo... ¿verdad?

Aún apoyado en mi hombro, esbozó una sonrisa. Estaba pálido y demacrado, su respiración entrecortada, y podía morir en cualquier momento, pero de algún modo seguía comportándose como siempre.

(No me obligues a decirlo. ¿No puedes adivinarlo tú solo?)

No había tiempo para palabras. Ni siquiera podía pensar con claridad. Me incliné hacia su rostro pálido y sus labios fríos, y los besé con el contacto más suave y breve. Cuando me separé, me miraba fijamente, y su mirada, normalmente tan vacía de emoción, temblaba con algo indefinible.

MC- ¿De verdad estás dispuesto a morir aquí? ¿No hay ni una pequeña parte de ti que quiera vivir? Después de todo ese esfuerzo por aislarme, por atarme a ti, cuerpo y alma... ¿Pero ni siquiera por mí quieres vivir?



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En el texto hay: ikemen prince, prince

Editado: 26.08.2025

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