Invierno de Silencio

Renne se encontraba por el pasillo, ya que era la hora en la que ella decidía ir a fumar, se brinco la barda que daba a la parte trasera de la escuela, saco de su mochila un cigarrillo y un encendedor, estaba tan concentrada en lo que hacía que no, logro notar a la rubia que la veía.

¿Sigues haciendo eso Renne? –Dijo la rubia saliendo de su escondite, haciendo que la pelinegra diera un brinco del susto- Carajo Megane –Gruño mientras se tocaba el pecho y apagaba su cigarro- Pero que diablos haces aquí

Solo pasaba por aquí y te vi, quería saludarte –Sonrió con travesura-

Tu y yo no tenemos de que hablar y no tenemos porque saludarnos, porque no te vas con tu noviecito Erick por ahí –Tomo de nuevo su cigarro para meterlo a su boca y fumar

Por favor Renne –Megane se acerco a ella, temerosa de lo que puede hacer, alzo su mano para acariciar su brazo lo cual la pelinegra no dejo que lo hiciera.

No Megane, ya basta, no soy tu maldita rata de laboratorio, soy lesbiana yo si lo admito, no tengo miedo de que me miren raro, no quiero una maldita reputación, me encanta ser como soy, pero veo que aun eres una maldita lesbiana reprimida.

-Megane frunció el seño ofendía, para darle una rápidamente una fuerte cachetada en la cara- Retracte, no soy una lesbiana

-Renne toco su mejilla la cual se torno roja- ¿A no? Entonces qué carajo haces aquí, si vienes a... -No pudo continuar ya que la rubia la había callado con un beso, de inmediato Renne la tomo de la cintura pegándola a ella, la necesitaba, al fin se estaba dando cuenta de que no solo las drogas eran su medicina, si no también ella.

Me gustas Renne..-Susurro Megane mirando los ojos y facciones de la pelinegra mientras acariciaba las mejillas de esta- Me gustas mucho, quiero estar contigo siempre. 

Megane unió sus labios con los de Renne, demostrándole que a la amaba, que la necesitaba, que solo ella podía hacerla feliz.