Esta mañana le pido a mamá de favor que me lleve a la escuela, son tantas emociones las que siento en este momento y no tengo el valor de ver a Mike cuando es un hecho que Lizbeth le ha dicho mentiras sobre mí, ni si quiera conozco a Gabriel lo suficiente como para besarlo.
-¿Todo está bien amor? -pregunta mi madre al ver mi estado.
-Si, si, no te preocupes.
En cuanto llegamos, me despido de mi madre dándole un beso en la mejilla, quisiera decir que todo está bien pero para mi mala suerte no creo que sea así. Odio pensar siempre negativamente pero es que en este mundo hay muchas personas malas, no sé de qué es capaz Lizbeth, ella es muy popular y doy por hecho que tiene a la escuela en sus manos, ser una adolescente sensual tiene sus ventajas.
-¿Alex?
Me espanto al escuchar la voz de Jill a mi lado, estoy muy distraído y eso me hace muy vulnerable
-¿Cómo estás?
-Hola Jill, creo que voy a enfermarme.
Y no hablo de una simple gripe o tos, es un dolor de cabeza con tanto drama que no estoy acostumbrado a vivir.
-¿Por qué?
-¿Nadie ha dicho algo sobre mí?
-¿Sobre ti? No, no lo creo ¿qué deberían decir? ¿Ya eres parte de los deportistas?
Puedo respirar un poco más, me estaba asfixiando. ¿Qué dirán? Pues que la loca de Lizbeth cree que salgo con Gabriel y lo quiero besar.
-Obviamente no.
-Pues los amiguitos de Mike subieron historias a Snapchat donde estabas tú, jugando bolos.
-Perdiendo más bien.
-¿Hay algo más que deba saber?
Jill se cruza de brazos, está actuando muy extraño. Desvío la mirada y observo que Gabriel está en el mismo sitio de siempre.
-Creo que te veré en el almuerzo -digo apartándome de Jill.
-¿A dónde vas?
-Nada importante -lo bueno es que se va de paso y no me sigue.
Solo me dirijo a Gabriel para darle un explicación razonable de por qué salí con el capitán del Soccer y las chicas locas que le hacen la vida imposible.
-Gabriel...
Cuando me ve pone los ojos en blanco y se levanta molesto.
-¿Estás molesto conmigo?
-No sabía que eras parte de los idiotas.
-No lo soy, te lo juro, es una larga historia.
-¿Y?
-Griselda es un asco de persona, te juro que no volveré a salir con ellos, al contrario, quiero salir contigo...
No debí decir eso último y al decir eso mejor cierro la boca, Jill me va a matar por esto.
-¿En serio?
Gabriel sonríe de inmediato, nuevamente metí la pata y es lo único que sé hacer desde que llegué aquí, tengo que retractarme.
-Esta bien, te disculpo.
Creo que mejor así lo dejo.
-Esta noche mis padres van a celebrar su aniversario, voy a estar solo en casa, ¿qué dices? ¿quieres cenar conmigo?
Tengo que aceptar, después de cómo lo trataron las chicas me siento culpable de todas esas crueles palabras que ellas le dijeron y no hice nada para defenderlo, lo tengo que compensar.
-Está bien.
-¿Necesitas que te recoja?
-No, no está bien, mamá puede llevarme -o eso espero.
Arranca una pequeña hoja de su cuaderno y escribe su dirección, no tengo idea de cómo voy a convencer a mamá, pero eso no es lo importante. Lo importante es que me ha perdonado.
-Te espero entonces -me entrega el pedazo de papel.
Asiento, puede que Gabriel si sea atractivo pero hasta el momento no me ha llenado lo suficiente como para tener una relación con él, no entiendo por qué mis sentimientos son tan exigentes, es lindo, cortés, amable y tiene un cabello excelente para acariciar.
***
A la hora del almuerzo, me encuentro a Lizbeth en la cafetería, es el momento para pedirle una explicación así que por sorpresa la tomo del brazo mientras ella jadea intentando librarse, la llevo a una esquina lejos de todos.
-¿Por qué piensas que me gusta Gabriel?
Ella pone los ojos en blanco, aprieta los labios y cruza los brazos, típico de una niña molesta.
-No lo sé, estaba molesta y no supe otra cosa que decir.
-¿Le dijiste a alguien eso?
-No ¿por qué? ¿De verdad te gusta?
-Por supuesto que no.
Puedo respirar tranquilamente, la vida vuelve a mí después de un serio drama de película.
-¿Por qué estás molesta?
-Por que estoy sola, nadie quiere salir conmigo y eso es frustrante, intenté regresar con Scott, pero él ya tiene una aventura con alguien más ¿puedes creerlo? No debí terminar con él.
-¿De verdad amas a Scott?
-Si, lo amo ¿tienes algún problema?
Noto que miente, es decir, puede que le guste alguien más. No he visto que ella se sonroje o se ponga nerviosa al estar cerca de Scott, solo noto como sus lenguas casi se amarran por si solas dentro de su boca, puede que sea solo un deseo entre ellos. Ja, que irónico que lo diga alguien que nunca se ha enamorado.
-Lizbeth, debías concentrarte en encontrar alguien que de verdad te ame -eso sonó algo dramático.
-¿Tú que sabes? Tú mami te dio esos consejo.
-Si, admito que no he tenido una sola relación.
-¿De verdad? No me sorprende -susurra.
-Pero, prefiero estar soltero a tener una relación de mentira solo para una estúpida popularidad que en poco tiempo puede que se termine.
-Si claro -frunce los labios y arquea ambas cejas.
Ahora si voy almorzar, es estúpido dar consejos de amor cuando yo ni si quiera he dado mi primer beso, pero no tiene nada de malo intentar ayudar a otras personas.