Give Me Love

CAPÍTULO 7

-Gabriel, por favor.

Llevo minutos caminado detrás de Gabriel tratando de disculparme, pero ni si quiera se molesta en escucharme.

-No sabes cuanto me esforcé por esa cena.

-¿Tú la hiciste?

-Si y por lo visto no te importó.

-Perdóname ¿si?

Gabriel se da la vuelta.

-Dime la razón por la que no fuiste y quizá te perdone.

Aquí vamos, de repente Mike apareció y estuvimos prácticamente hablando todo el atardecer hasta que el sol se ocultó y por cierto casi lo beso, porque creo que me parece muy atractivo. 

-Es complicado -es lo único que puedo decir.

Gabriel menea la cabeza.

-Adiós Alex.

Me deja abandonado en el jardín delantero de la escuela, creo que aquí se terminó todo con él, hablo de nuestra amistad claro. Me siento muy mal porque quizá si sentía una esperanza y lo único que logré fue dañar su corazón. Tal y como me lo advirtió Jill, seguro ella también se molestará conmigo, supongo que tendré que hablarlo, así es como nos entendemos.

***

Después de clases me dirijo al auditorio del campus, Jill ya está colaborando en su nueva obra de este año, en cuanto entro ella grita.

-Cinco, seis, siete, ocho.

Estoy entrando al auditorio y la voz de Jill retumba en todo el lugar, la canción es "You Can't Stop The Beat" hace un excelente trabajo, los chicos coordinan sus pasos de baile y además cantan excelente. Cuando termina aplaudo muy fuerte.

-¿Alex? No puedes estar aquí, se supone que la obra es una sorpresa para los estudiantes.

Me quedo pasmado.

-Lo siento, fue un buen trabajo -me doy la vuelta para intentar irme, pero no puedo, ella es mi única amiga a la que le puedo hablar de lo sucedido.

Vuelvo mi mirada con ella.

-Necesito hablar urgentemente contigo.

No lo repito otra vez.

-Chicos tomen un descanso de cinco minutos.

Jill baja del auditorio y ambos nos sentamos en las butacas. Le cuento cada detalle de lo que sucedió ayer, incluyendo lo de Gabriel y espero que no me asesine, Jill no deja de sorprenderse con cada palabra que emana de mis labios.

-¿Si eres gay?

-No, tengo idea aún...

-¿Entonces? No, no puedo creerlo ¿Michael Roberts y tú?

-No le digas a nadie por favor, confío en ti Jill.

-No le diré a nadie, pero es que, no sé que pensar, siempre pensé que Mike era un mujeriego presumido.

-No lo es, es un chico muy lindo, yo creo que estoy comenzando a tener sentimientos por él.

-Bueno, espero que Gabriel lo supere pronto, de verdad no se merece nada de esto.

-No y si me siento bastante culpable.

-¿Le dijiste lo de Mike?

-Por supuesto que no.

-Sabes que de todos modos se va a enterar tarde o temprano. Hablo de que es mejor que tu se lo digas.

Tiene razón, aún conservo la dirección de su casa así que puedo ir y disculparme por todo, tengo que hablar con la verdad y solo la verdad.

-Bueno, gracias por decirme todo Alex, de verdad me alegra que tengas confianza en mí. Ahora si me disculpas, tengo un grupo que entrenar.

Asiento.

-Gracias por escucharme, eres una chica muy amable y hermosa.

Me levanto y salgo del auditorio, no tengo prisa de irme, Madisson ya tiene nuevas amigas así que decido ir al campo de Soccer un momento, estamos en medio del otoño así que muchas hojas de arboles cubren el suelo. Ya que el equipo está entrenando, decido subir a las gradas para una mejor visión del juego, pero me incomoda ver que no hay señales de Mike en la práctica, no lo entiendo.

-¿Tú? ¿Qué haces aquí?

Lizbeth camina sobre las gradas y se sienta junto a mí.

-Hola -de inmediato los nervios me invaden -es que me gusta el fútbol -miento.

Un silencio incómodo se prolonga así que pongo atención al partido y continúo buscando a Mike entre los chicos, solo quiero asegurarme que está bien.

En cuanto lo encuentro, me doy cuenta de que está teniendo una conversación con Griselda. Se notan bastante cómodos. No soy la clase de chico que se decepciona, pero si duele un poco, pues ayer estaba conmigo y casi me besa, verlo con su novia es una espina al corazón.

-Oye, estuve pensando en lo que dijiste y odio decirlo pero tienes mucha razón -Lizbeth rompe el silencio.

-¿Sobre qué? -me sorprende escuchar eso.

-Si, lo que tuve con Scott fue toda una mentira, sé perfectamente qué es lo que quiero.

-¿Y qué es?

Lizbeth se encoje de hombros y esboza una sonrisa malévola, no me gusta la forma con la que me ve, pero no creo que sea yo el indicado para tener citas. No responde a mi pregunta y solo se marcha, de verdad esa chica me da miedo.

-Hasta luego Alex -alcanzo a escuchar.

***

Cuando la práctica termina, me levanto de las gradas para poder ir a casa. Creo que a veces tenemos que hacer algo para que las personas nos noten. Me refiero a que me muevo cerca de la entrada de regreso al campus desde la cancha de fútbol, tomo un libro que tengo en la mochila y finjo leer.

-Hey -escucho la voz de Mike -en un momento los alcanzo chicos.

Doy mi mirada con él.

-Hey.

-¿Viniste a ver la práctica?

-Algo así, eh, jugaron muy bien -levanto los pulgares.

-En realidad solo fue práctica.

Mis mejillas arden.

-¿Vas a casa? Es decir, solo voy a ducharme y nos podemos ir.

-Si, claro, eh, puedo esperar por ti.

-Excelente -Mike sonríe y antes de entrar noto que mira mi libro -tienes el libro al revés, quizá lo entiendas mejor volteándolo.

Miro el libro y es cierto, que estúpido soy al no notarlo.

-Gracias -alcanzo a decir antes de que Mike vaya a las duchas.

No sé que pensar, anoche casi nos besamos y después lo descubro hablando con su novia que se supone que no ama, no es que sienta celos sino que quiero respuestas, ahora estoy más confundido.



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En el texto hay: gay, lgbt, lesbiana

Editado: 18.05.2022

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