Give Me Love

CAPÍTULO 14

Intento arreglar mi cabello, pero es todo un desastre, la única ocasión que logré peinarme fue en la cena con la familia de Mike y ahora trato de hacerlo nuevamente. Falta una hora exactamente para la cena en el restaurante griego y los minutos pasan muy lentamente, ¿debería comprar un obsequio? Es la primera vez que tengo una cita y no sé exactamente que hacer, en varios libros que he leído llevan detalles como rosas o chocolates, pero no creo que eso sea de su gusto. Tomo mi teléfono y marco el número de Jill.

-¿Ya estás en tu cita? -responde de inmediato.

-Aún no, deberías estar conmigo para ayudarme.

-Quisiera, pero estoy viendo una maratón de Pretty Little Liars que no me voy a perder.

-¿En serio? Puedes disfrutar de Nueva York y ¿prefieres quedarte en tu habitación?

No entiendo por qué todo el mundo adora esa serie.

-¿En serio prefieres la serie?

-Es broma tonto, voy en camino.

-¿Crees que debería comprar algún detalle para él?

-No lo sé, quizá.

Llaman a la puerta, seguramente es Nick o Scott. No le doy importancia así que me aproximo para abrir.

-Es momento de encontrar el detalle perfecto- aparece Jill frente a mis ojos.

No sé como llegó tan rápido.

-El problema es que no sé que detalle se puede regalar en una cita- aún continuamos hablando por teléfono.

-Piensa en sus gustos Alex, debe de haber algo más que el fútbol.

-Pues, libros, videojuegos, skate, historietas, no lo sé, todas esas cosas son muy costosas, además no son detalles.

-¿Qué tal un anillo?

-¿En serio? No es tiempo de pedirle matrimonio.

-No necesariamente se utiliza para el compromiso, quizá pueda tener su nombre grabado o algo similar.

Puede que funcione, pero si no le gusta quedaré en ridículo, más que eso, quizá se enfade conmigo.

-Ay dios, eres más dramático que mi mamá.

-Tienes que venir conmigo -digo de inmediato.

-¿Qué? Por supuesto que no, voy a ser un mal tercio.

-No. Hablo de comprar algo para darle de regalo.

Hago una mueca señalando tristeza.

-Si está bien.

-Eres la mejor de las mejores.

Después de buscar y buscar en toda la ciudad por fin encuentro el detalle perfecto, ahora la única tarea que debo hacer es llegar al puente de Central Park, por supuesto Jill me hace compañía hasta llegar.

-Jill, ahora estoy muy nervioso.

-Tranquilo, no dudes en llamarme por favor.

A unos metros de aquí, Mike se encuentra apoyado en el puente que está sobre el lago. Jill me desea suerte y después se marcha. Todo queda en mis manos, solo espero que todo resulte bien.

-Hola -por fin llego a su lado.

-Hola -responde con su hermosa sonrisa.

Al igual que yo, va vestido formalmente y supongo que es muy difícil para él.

-Créeme, no me siento cómodo con este tipo de ropa.

-No lo dudo -digo riendo.

-Lo hice para causarte buena impresión.

-Si lograste, aunque me gusta más tu otro estilo.

-Lo hubieras dicho antes -dice riendo.

-No hay problema, me da igual como vistas.

Mike asiente.

-Oye ahora yo tengo un regalo para ti.

Le entrego una bolsa de regalo pequeña.

-¿De verdad? Alex, no tenías que molestarte.

-Claro que no fue una molestia, todo lo contrario.

Abre la bolsa, casi puedo sentir el sudor emanando de mi cuero cabelludo, hace una enorme sonrisa al ver el detalle que he comprado, creo que es una buena señal.

-Vaya, un llavero de una pequeña guitarra.

-¿Te gusta?

-Te soy sincero... -trago saliva -es el mejor regalo del mundo.

-¿De verdad?

-Me encanta, mis llaves del auto ya tienen un nuevo amigo.

Es emocionante saber que el regalo le encantó, es un punto a mi favor.

-Bueno, es hora de irnos antes de perder el lugar.

Ya que el lugar es cercano caminamos, por nuestra seguridad miramos a todos lados cada segundo, aunque hay muchas personas en el camino nunca hay que perder la guardia, el delito nunca descansa.

-¿Estás listo? -pregunta Mike cuando llegamos.

-Por supuesto.

La chica de la entrada nos guía hasta una mesa, y ya que somos menores de edad solo nos pueden ofrecer una botella sin alcohol, no reconozco el nombre ya que está en un idioma extraño, cuando bebo un trago me doy cuenta que tiene un excelente sabor.

-Entonces ¿Si enviarás solicitud a la universidad?

-Pues... Lo haré, aunque, será muy difícil que la acepten.

-Alex, recuerda que conocerás la banda de mi prima.

-¿Eso me va ayudar?

-Por supuesto, puedo pedirle que te deje cantar con ellos.

Agacho la mirada felizmente, no entiendo desde que momento me volví importante para él, pero puedo decir que se siente genial cuando alguien se preocupa por ti. Aunque no sé de dónde encontraré el valor para poder cantar frente a más personas.

-De verdad te agradezco mucho.

-No tienes que agradecer.

Miramos la carta y unos segundos después ordenamos, admito que nunca he probado la comida griega pero puede que no esté tan mal como lo imagino.

-Oye, esta tarde te vi muy contento con Gris.

-¿Contento? No lo creo.

-En serio vi reírte.

-Bueno, sé que te dan celos, pero no es lo que piensas.

Sonrío pero al mismo tiempo pongo los ojos en blanco.

-Nuevamente me estaba coqueteando.

Arqueo ambas cejas, no me impresiona la noticia.

-Me decía cosas como "recuerdas cuando salimos por primera vez" La cuestión es que recordaba y me causaba risa. No te niego pasamos momentos felices, aunque ya tiene un título, pasado.

-Entonces...

-No Alex, ya no estamos juntos.

Eso era lo que quería escuchar, es un alivio muy grande saber que ya no tiene algún interés con ella. Al menos por ahora, por que en muchos libros románticos que he leído dicen que el primer amor nunca se olvida, dudo mucho que haya sido su primero amor, pero todo puede suceder.



#12126 en Joven Adulto
#44879 en Novela romántica

En el texto hay: gay, lgbt, lesbiana

Editado: 18.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.