La brisa que entra por la ventana hace que me estremezca un poco, sin embargo al abrir los ojos puedo ver que Mike continúa a mi lado. Tengo su brazo en mi pecho y su rostro muy cerca del mío, nuevamente siento la necesidad de probar sus labios, pero es tan hermoso cuando duerme que no le quito los ojos de encima. No dudo en fotografiarlo con mi teléfono y ya que me muevo un poco, él no muestra señales de vida, descubrí que su sueño es pesado. Por suerte no está roncando.
Froto su cabello por un par de segundos y acto seguido él suspira y poco a poco abre los ojos, su sonrisa se hace presente y después besa mi mano. Todo está en excelente estado hasta que nos interrumpen llamando a la puerta, no dudo en saber que es Nick así que no queda de otra que actuar normalmente como si nada hubiera sucedido.
-Hola, chicos -estaba en lo correcto, solo que viene acompañado de Jill.
Hablando de ella, lleva una sonrisa malévola sobre mí.
-Por fin me siento en casa -menciona Nick entrando.
-¿Dónde estuvieron? -pregunto tratando de disimular.
-No importa, estuvimos con el chico raro que hace muchas apuestas -no sé de quien hablan pero da igual -toda la noche jugando cartas mientras tú hacías el amor - susurra y me cubro el rostro de vergüenza, eso no sucedió por supuesto.
Cuando regreso a la cama, Mike está sentado sobre ella frotando sus ojos.
-Hola Mike, tus amigos están invadiendo mi habitación con las animadoras, salí antes de que el profesor Hudson se diera cuenta de que tienen una orgía -menciona Jill.
De inmediato hago una mueca de asco, tan solo imaginar eso me dan ganas de vomitar.
-Bueno creo que en un momento me uniré con ellos -dice Mike burlándose.
-Que asco.
Mike se levanta y entra directo al baño a tomar una ducha. Mientras Nick busca ropa limpia, Jill se acerca conmigo sigilosamente. Amo a esta chica.
-¿Entonces? -pregunta emocionada.
-Un beso solamente Jill -susurro.
-¿Solo eso? -dice muy alto.
-Shhhh, Jill.
Nick nos mira a ambos con el ceño fruncido.
-Perdón es que no sabía que Melissa Benoist iba a interpretar a Supergirl, esa es genial.
Me cubro el rostro intentando no reír, después vuelve conmigo.
-Me hiciste sacar a Nick ¿solo para un beso?
-¿Qué pensabas? Mike y yo todavía no somos nada, no me puedo acostar con él. Por ahora -guiño el ojo, es obvio que estoy bromeando.
-Bueno está bien -guiña el ojo -¿y que se siente besarlo?
-Pues, no sé, sentí muchas cosas que no puedo expresar.
Jill se sorprende.
-Es lo más hermoso que he escuchado en todo el mundo, ni si quiera con mis amigas charlamos sobre temas como este.
Hablando de él, sale de la ducha con una toalla enredada en la cintura y con el cabello húmedo. Se aproxima a su mochila para tomar ropa limpia.
-De verdad te envidio, cuando beses ese cuerpo...
-¡Jill! tenemos que salir de aquí porque seguro Mike tiene que vestirse.
Tomo a Jill por los hombros y la guío por la puerta, por otro lado ahora Nick es el que ocupa el baño.
Una vez estando fuera, me tomo un momento para conversar sobre la cena que tuvimos. Un par de minutos después Mike sale de la habitación ya vestido, su colonia llega a mis fosas nasales lo cual hace que la piel se me erice y más cuando veo frente a mis ojos semejante chico guapo, sigo sin creer que ya lo besé, que le gusto y que me trata tan bien.
-Chicos los veré luego -en especial me mira a mí.
Mientras se marcha no puedo evitar sonreír como un tonto.
-¿Olvida que en dos horas tenemos que ir a Rockfeller Center?
-No lo creo -es lo único que puedo mencionar.
-Estás muy enamorado -dice Jill y no lo niego, creo que si.
En fin, después de todo por fin bajamos al restaurante del hotel, mi estomago pide a gritos alimentarse.
-Pueden adelantarse, olvidé mi bolso en mi cuarto -menciona Jill a Nick y a mí.
-Está bien -respondo.
Nos adelantamos a entrar, creo que esta vez voy a desayunar un omelette con jamón y de postre fruta con yogur. Tomo asiento en una de las mesas listo para desayunar, mientras Nick y yo conversamos unos minutos, veo a Jill entrar así que hago señas con la mano para que se aproxime.
-Voy a ir por un jugo ¿quieres uno? -pregunta Nick.
Asiento, había olvidado la bebida.
Cuando Jill llega a la mesa me inquieta ver su rostro, es como si hubiera visto un fantasma.
-¿Estás bien?
Jill tiene los ojos cristalizados y me mira directamente con una preocupación que jamás había visto en alguien.
-¿Qué sucede Jill?
-Escuché algo terrible...
Entonces el momento se congela al escuchar esas crueles palabras, hubiera preferido no saber lo que acaba de decir, siento como si una daga me hubiera atravesado por la espalda, incluso mi apetito desaparece al instante. Me levanto de la mesa muy enfadado, tengo que averiguar si lo que dice es verdad.
-¿Alex? ¿A dónde va? -alcanzo a escuchar a Nick.
Salgo corriendo del lugar hacia la habitación de Jill, ni si quiera me molesto en usar el ascensor, prefiero seguir corriendo hasta llegar.
Ya que la puerta está abierta, entro sin ni si quiera avisar, incluso los chicos me miran de mala manera. Por fin lo encuentro, ahí está él sentado sobre la cama conversando con Janeth.
-¿Podemos hablar? -mi voz tiembla.
-¿Alex? Si por supuesto.
-¿Qué puede ser tan importante para que interrumpas una reunión de amigos? -pregunta Janeth.
Miro a todos, aquí se encuentran los deportistas, entre ellos Scott que se me acerca con una mirada retadora ¿me quiere golpear solo por estar aquí? No le conviene, el profesor puede castigarlo de forma inmediata si me pone un dedo encima.
-Tranquilos, enseguida vuelvo.
Lizbeth apoyada sobre una pared, frunce el ceño al verme en la habitación, pero a Mike no parece importarle y mucho menos a mí.