CAPÍTULO 16

Al día siguiente me despierta un terrible e intenso dolor de cabeza, no es todo, ni si quiera puedo abrir los ojos por la luz que inunda la habitación me ciega totalmente, siento una mano tocando mi frente y después mis mejillas.

-¿Jill? -pregunto, siento que estoy podrido.

Me coloca un pedazo de tela húmedo en la frente. Se siente tan bien porque está un poco frío, aunque me dan ganas de meterlo a mi boca y succionar toda esa agua.

-Soy yo Alex.

La voz es de Mike, creo que ahora me duele más la cabeza. Siento la boca muy seca, necesito tomar agua o de lo contrario siento que moriré deshidratado.

-¿Qué hora es?

-Acaba de amanecer.

Le aparto la mano de mí, me estoy sintiendo peor por el simple hecho de que esté cerca de mí. Me doy la vuelta al contrario de donde se encuentra.

-Alex, me mata la idea de que me odies.

-Quiero que te vayas.

-No puedo, estoy en mi habitación.

Buen punto, olvidé que es mi compañero de habitación.

-No pude dormir, estuve observándote toda la noche, cuidando que todo estuviera bien.

Pienso las cosas un minuto ¿por qué razón hace esas acciones? Quiero gritarle que se largue pero no puedo, mi corazón me detiene. No es solo el que va a ser padre, sino que lo tendrá con su ex novia o quizá vuelvan, no lo sé, que fue su primer amor.

-Gracias, pero nada va a cambiar.

Pasan los minutos y cuando me siento un poco mejor me levanto, en un par de horas vamos a regresar a casa y tengo que empacar mis cosas, Mike se ha quedado dormido y tengo que insistir en que es lo más tierno del mundo. Nick sigue dormido también. Tragaré mi orgullo y morderé mi lengua por fingir que estoy bien con todo esto, así es, actuando como si nada estuviera mal. Seguramente todos van a hacer preguntas y lo único que responderé es que solo nos distanciamos, no creerán esa historia pero es lo único que se me ocurre.

***

Un par de horas después partimos en el avión, para mi mala suerte tenemos que tomar los mismos lugares así que tengo que viajar junto a Mike, yo vuelvo a tomar una siesta ya que el dolor de cabeza no desaparece, juro que es la última vez que bebo una gota de alcohol en mi vida.

-¿Te sientes bien? -susurra Mike pero lo ignoro, me acomodo para poder volver a dormir.

No sé cuanto tiempo pasa exactamente pero me despierta mi estomago pidiendo a gritos comida, gracias al cielo el dolor de cabeza ya no es tan fuerte. Mike continúa con la misma historieta y por lo que veo parece muy concentrado, o seguramente me ignora como yo a él.

-¿Todo bien? -susurra Mike.

Niego.

-¿Necesitas algo? Alex, me estás preocupando.

-Solo tengo hambre.

Lizbeth no parece importarle lo que sucede conmigo, solo sigue leyendo otra revista de famosos. Por otro lado Mike comienza a revisar su mochila desesperadamente y de ella sale un Sándwich empaquetado.

-Toma, lo compré hace un momento en el aeropuerto.

No quisiera tomarlo, pero creo que mis entrañas ya se están comiendo entre ellas, no lo dudo otro segundo y lo tomo.

-Gracias.

-¿Necesitas que llame al señor Hudson?

-Creo que voy a sobrevivir con esto.

-No debiste haber salido con ellos, Alex.

-Tu no me mandas.

-Hablo en serio, pudieron hacerte daño, además bebiste mucho.

-¿Cómo lo sabes?

-Esta mañana apestabas a alcohol.

Ahora me entrega una botella de agua.

-Podrían guardar silencio por favor, estoy leyendo una articulo sobre Ariana Grande -dice Lizbeth -nadie quiere saber de la vida amorosa que llevan -añade susurrando.

-¿Qué? -responde Mike.

-Ya basta, solo quiero llegar a casa y dormir, el dolor de cabeza volverá si no dejan de gritar -digo enojado.

Ambos se impresionan porque en verdad estoy molesto así que vuelven a lo suyo. Nuevamente me recuesto sobre el asiento y me coloco mis audífonos, al menos un poco de música me va ayudar a sentirme mejor y que mejor que escuchando "Skyscraper" de Demi Lovato. Por la ventanilla observo que el sol se oculta cada vez más, incluso tomo fotos al atardecer porque las nubes se ven increíbles desde lo alto, de un color rosado brillante. En otro momento observo un par de segundos a Mike, sigue centrado en la historieta, lo veo bastante tranquilo después de haber recibido una noticia muy gorda, será padre y no parece importarle en lo más mínimo. Yo en su lugar ya hubiera explotado con tantos compromisos.

Cuando el sol se oculta totalmente, anuncian nuestra llegada, por fin estoy en casa. Ha sido un buen viaje pero al final de la historia no debió ser así, tantas emociones me dejaron sin ganas de respirar el aire de Nueva York. La verdad no sé si pueda volver algún día y el problema es que ahí se encuentra la universidad de que me convenció de continuar una carrera.

Al salir del avión, me encuentro a mi madre y mi hermana esperando por mí, de inmediato las recibo con una abrazo muy grande.

-Hola, mi amor ¿qué tal todo?

-Mucho frío mamá.

-Espero que me hayas comprado algo -dice Madison.

-Por supuesto que no, ni si quiera te gusta Nueva York.

Ella asiente con su rostro de maldad.

-Si tienes razón, prefiero Seattle.

A unos metros de aquí observo que a Mike también lo reciben sus padres, es un buen gesto de su parte ya que casi nunca están con él. En algún momento tendrá que decirles la noticia de que tendrán un nieto, una vez Mike me dijo que le encantaban los niños así que estoy seguro que será el mejor padre del mundo. Quizá de hoy en adelante lo mejor sería ser buenos amigos, aunque será algo casi imposible.

Mientras mamá conduce a casa, vuelvo a entrar al mundo de la música con One Direction, por la ventana observo las estrellas siguiendo mi camino mientras escucho "Little Things" quiero dejar atrás todo lo que sucedió en Nueva York pero por alguna maldita razón no puedo, incluso recuerdo que besé a un desconocido. Me arrepiento tanto de hacerlo, solo porque me tiraron una espina el corazón, decidí hacer algo que no quería.