Otro día por la mañana, nuevamente nos encontramos en la escuela, se supone que esta noche es la fiesta de halloween pero no estoy seguro de poder asistir. Mike y Gris pasan más tiempo juntos y no puedo mentir, esa escena me mata por dentro, ese debería ser yo. Incluso a veces ríenos ambos, se dan un abrazo, no sé por qué me siento más usado que el metro.
-Alex, tengo mi disfraz perfecto para esta noche -dice Jill -¿vas a venir conmigo verdad? El resto de los chicos no quieren porque son #aburridos, los amo y una fiesta no les hace daño, solo que no quieren.
No estaría mal, adoro a Jill y me haría bien salir para no deprimirme en casa.
-Yo quisiera vestirme de Batman ¿Qué dices?
-Solo si cubres tu barriga.
Me echo a reir.
-Con todo lo que comí en Nueva York ya necesito una liposucción.
De un momento a otro, las cosas cambian de una manera irreconocible. Es que Mike no se nota nada feliz mientras caminan por el pasillo, la chica no para de reprocharle muchas cosas. Lo insulta y lo trata muy mal, eso no debería suceder cuando están a punto de formar una familia.
-¿Todo está bien? -pregunta Jill.
-Si, bueno. No, la verdad es que cada vez que los veo, me dan ganas de llorar.
-Tranquilo Alex, hay más chicos...
-Mike no es todo el problema -hago una pausa -mi padre está aquí, creí que estaba muerto, bueno, mamá dijo eso.
Jill abre los ojos del tamaño de un plato, así mismo reaccioné cuando logré identificar su rostro, No sabemos si mamá lo echó de la casa como un vagabundo o si de verdad se fue. Madison y yo no pudimos hacer nada, solo queríamos una explicación completa de las cosas.
-¿Cómo lo sabes?
-Fue a casa la noche que llegué a Nueva York.
-¿Y por qué no me lo dijiste? -me abraza -¿Todo está bien?
-No sé qué hacer, nunca antes había tenido tantos problemas.
-Sabes que no estás solo, me tienes a mí.
Me siento muy feliz de tener a Jill, al menos ella me apoya en estos momentos tan frustrantes.
Por suerte el día se va volando y cuando menos me lo espero Jill y yo estamos saliendo del campus para tomar el autobús, tengo que recostarme en mi cama antes de que otro problema surja de la nada. Aunque antes de llegar a él, siento una presencia detrás de mí.
-¿Alex?
Me doy la vuelta y vuelvo a mirar ese rostro otra vez, no puedo creerlo, seguramente me está siguiendo ¿qué debería hacer en estos casos? ¿Pedir una orden de restricción? No quier hablar con él, ni mucho menos verlo a los ojos.
-Alejate.
-¿Quién es? -pregunta Jill.
-Por favor, debes saber que soy tu padre.
-No es cierto, se supone que estás muerto.
Varios de los chicos que van caminando me miran, estoy haciendo gritando y no me había dado cuenta.
-Déjame llevarte a casa ¿si? Voy a explicarte todo.
-¿Cómo sé que no vas a hacerme daño?
-¿No me reconoces?
Por supuesto que lo reconozco, pero no quiero creerlo.
-¿Alex? Mejor vámonos -dice Jill.
Quizá pueda darle una sola oportunidad, quiero saber a qué me enfrento. Hasta donde sé, mi dios regresa al camino a personas que necesitas en tu vida, puede que papá sea una de ellas.
-No te preocupes, voy a estar bien.
-¿Seguro?
-Si, Jill, esta noche te veo en la fiesta de disfraces ¿si?
Jill asiente sin dejar de mirar a mi padre.
-Está bien.
Él sonríe.
-No dudes en llamarme si me necesitas.
Le doy un abrazo a Jill, de verdad me siento afortunado de tener una amiga como ella.
Camino junto a mi padre hasta llegar a su auto, no siento nada por el momento. No es muy largo el camino, pero es suficiente para que pueda explicarme todo.
-¿Es tu último año?
Asiento, está conduciendo y parece nervioso.
-Felicidades, yo no pude graduarme porque...
-Nací yo, lo sé perfectamente.
-Y fue el mejor día de mi vida, te sostuve en mis brazos por primera vez.
Tal vez si fue emotivo, pero no entré a este auto para escuchar eso. Quiero saber la verdad o el por qué fingió su muerte, si mamá lo echó o él se fue.
-¿Qué haces aquí? ¿Por qué nos mintieron?
Da un gran suspiro.
-Solo quería saber si mi familia estaba bien, quiero dejar en claro que siempre los he extrañado y me mata saber todo lo que me perdí. Me tuve que ir porque ya no me sentía cómodo con tu madre, nunca nos amamos y al final ya no me quedaba otra opción.
-¿Eso es todo?
-Perdí mi trabajo y ya no tenía dinero para darles.
Esa no es una excusa convincente, mi madre luchó por nosotros y al final logró mantenernos ella sola. Debe de haber otra explicación. Luego de unos segundo me doy cuenta de que no vamos por el camino correcto hacia casa.
-¿A dónde vamos?
-Escuché que vas a ir a una fiesta de disfraces.
Se detiene frente a una tienda con muchos disfraces ¿qué cree que tengo dinero en este momento?
-Oye, no tengo nada en mi bolsillo en este momento.
-No es necesario -sale del auto.
Pongo los ojos en blanco, si cree que me voy a ganar su confianza comprándome un tonto disfraz está equivocado. De cualquier manera bajo del auto hasta entrar a la tienda. Por ser Halloween hay muchos trajes clásicos del terror. Yo prefiero un personaje de película así como un superhéroe. Pero también me llama la atención uno del zorro, es la película favorita de mamá.
-Si yo fuera tú elegiría el zorro.
No ignoro sus palabras. Tomo el disfraz y me dirijo a los probadores, la mejor parte es colocarme el antifaz por el simple hecho de que siento seguridad en mí mismo, nadie podrá reconocerme con él.
Después de estar completamente vestido me observo detalladamente en el espejo, no me queda nada mal. Incluso suena egocéntrico pero me enamoro de mí mismo. Salgo para que mi padre pueda observarme.