-¿Qué están haciendo?
Siento como voy cayendo poco a poco hasta golpearme contra el suelo, no puedo creer que esto suceda. Quiero salir corriendo de aquí y no volver porque Griselda acaba de descubrir un secreto, uno que ni si quiera mi madre sabe. Observo a Mike que lleva los ojos del tamaño de un plato. Tengo la necesidad de morir hasta que todo se arregle, y ya después revivir.
-Gris, te estaba buscando -dice Mike.
Cierra la puerta y se cruza de brazos.
-¿Para qué? Me vas a decir que te volviste gay.
-No, bueno, no.
-Ahora entiendo porque no me sentía satisfecha, porque siempre estabas ausente ¿en serio solo me usaste?
Me levanto, estoy molesto y creo que es hora de que Mike sepa toda la verdad.
-Pero si hay alguien que te hace sentir viva ¿no es así?
-¿De qué hablas?
Mike me mira.
-No tienes derecho de meterte en nuestra relación, me encargaré de que toda la escuela se entere de lo que en realidad eres y de lo que hiciste que Mikey se convirtiera.
-Déjalo en paz -contraataca Mike, no esperaba que me defendiera.
-Estaría dispuesta a hacer lo mismo contigo, pero te amo y por esa misma razón no podré.
-Él no es el culpable de nada, yo en verdad te quise. Pero tú eres la exigente, la que quiere todo perfecto, te volviste alguien irreconocible.
-Ah ¿yo? tu me mentiste.
-Los dos somos culpables y si, me gusta Alex, solo recuerda que decirle a todos también me afectaría a mí. No creo que te sienta bien, porque no pienso dejarlo solo en esto.
Gris hace una mueca de asco.
-¿Estuviste con él mientras estábamos juntos?
-No -me encargo de interrumpirla -él en verdad te quería, jamás hicimos algo cuando su relación estaba en pie.
Limpio mis labios.
-Bien, solo no se te olvide que un bebé te espera ¿crees que mis padres dejarán que lo veas estando con otro hombre?
No puedo creer todo lo que está diciendo, son tantas mentiras que de verdad no quiero seguir escuchando. Salgo corriendo de ahí, Griselda es de lo peor, sabes chantajear a las personas de la peor forma.
-Alex, ven -escucho a Mike, pero sé que al final la va a elegir a ella, todo por ese maldito embarazo.
Bajo las escaleras y me encuentro con Jill.
-¿Dónde estabas?
-No importa, debemos irnos Britney pelirroja.
La tomo del brazo y salimos de la casa, no quiero seguir un segundo más en este manicomio.
-¿Qué sucede Alex?
Sigo caminando sin darle explicaciones, me inquieta ver el lugar infestado de niños pidiendo dulces, de lo pequeños que están siento que voy a empujar a más de uno si sigo a la velocidad de la luz.
-No lo entenderías, creo que esta noche es la última en la que mi vida es normal.
-¿Por qué lo dices?
-Gris nos descubrió
Me detengo un momento, entonces veo que detrás de Jill viene Mike corriendo en esta dirección. No puedo creerlo.
-Alex.
-Oh, bueno creo que pediré un par de dulces -dice Jill separándose de nosotros.
Quiero marcharme de aquí pero Mike me toma de la mano, mi mente dice que me suelte y me vaya de una vez por todas, pero el tacto de su mano hace que mi corazón se acelere. Todo iba tan bien hasta que Griselda apreció.
-¿Qué quieres?
-Ya lo sabes, te quiero a ti.
Una niña vestida de hada se detiene al escuchar lo que dijo Mike, ambos la observamos detenidamente.
-Que romántico, yo también tengo dos papis.
Sigue su camino mientras nosotros la miramos con ternura y a la vez extraño.
-De verdad no quiero perderte -menciona Mike.
Agacho la mirada.
-Todo lo que te digo es verdad.
¿De verdad dejó a Gris solo para venir a decirme todo eso? No puedo creerlo, de verdad que no puedo. Ya que no quiero arruinar el momento, me lanzo a darle un abrazo. A pesar de todo lo quiero, me encanta, es el chico perfecto y aunque mis ojos están cristalizados, el corazón vuelve a su normalidad.
-¿Qué sucede con Gris?
-No creo que importe por el momento.
-Pero...
-No lo arruines.
Me separo de él, simplemente doy por hecho que me gusta, me gusta y no lo puedo evitar, las relaciones son muy complicadas lo sé pero tienen su lado bueno, creí que este tipo de cosas solo sucedían en un mundo de fantasía y no es así.
***
Nuevamente en la escuela, soy por hecho que Griselda ya se ha encargado de mencionarle a todos lo que en realidad soy. Jill camina a mi lado y nota mi estado de ánimo. ambos caminamos nerviosos por el pasillo. Por un lado no me importa, por favor en el mundo creo que ya hay más personas de la comunidad que gente heterosexual, aunque si me preocupa un poco Mike, los hombres "homofóbicos" son los peores.
-Nadie me está mirando, supongo que no toda la escuela se ha enterado.
-No creo que haya dicho una sola palabra, los rumores aquí son rápidos, créeme.
Respiro hondo, solo espero no ser asesinado.
-¿Lo vez? No pasa nada.
Tiene razón, llego a mi casillero normalmente, otra vez estoy exagerando las situaciones y es algo que odio de mí. Incluso Mike se encuentra con sus amigos, entre ellos Scott que ríe y lo rodea con su brazo, creo que ni Judas fue tan obvio, la culpa me oprime el estomago un poco, debí decirle todo en el momento.
-¿Tú eres Alex?
Una chica llega a mi lado sacándome de mis pensamientos, tiene pinta de publicista, hablo de que viste camisa a cuadros y anteojos gigantes.
-Soy yo.
Me acerca su teléfono, creo que está grabando.
-Hay un rumor de que Griselda Torres está embarazada ¿Eso es cierto?
Frunzo el ceño ¿por qué me lo pregunta a mí?
-¿Disculpa?
-¿Tú sabes algo? Solo dímelo.
-Por supuesto que no.
-Según fuentes de aquí, tú eres amigo de su novio Michael y prefiero preguntarte a ti ya que otros de sus amigos son malos y no quiero que me llamen gorda otra vez, eso me afecta mucho.