CAPÍTULO 27

Después de una ducha caliente voy a mi casillero que se encuentra en los vestidores, siento un poco de frío ya que solo llevo una toalla enredada en mi cintura. Sin embargo al legar me doy cuenta de que mi ropa limpia no se encuentra donde la dejé. Trato de buscarla en el suelo, bajo la banca pero no aparece nada. Algo anda mal aquí.

-¿Buscas esto?.

David aparece con otro tipo, ambos llevan en las manos mis prendas de vestir.

-Es mía -digo de inmediato.

-Lo sabemos y si la quieres, puedes encontrarla en le basurero de la calle.

Comienzo a preocuparme ¿por qué están haciendo esto?¿Yo que hice? Para mi suerte Mike aparece detrás de ellos.

-¿Qué hacen?

-Molestando al chico marica.

Mike de inmediato les arrebata las prendas.

-Ni se les ocurra.

David frunce el ceño.

-Amigo tu no eres así ¿qué te sucede? -pregunta Mike preocupado.

-Ya ni si quiera sé quienes son mis amigos -dice empujando a Mike y marchándose con el otro tipo.

Me entrega la ropa, esto si que me dio mucho miedo.

-¿Por qué hicieron eso?

-Creo que sé por qué.

Después de vestirme salgo en busca de esa bruja, camino por el pasillo muy molesto hasta que por fin la encuentro en su casillero. Esta vez no tiene escapatoria.

-Les dijiste a todos ¿no es así? Tú fuiste.

-¿De qué hablas?

-No te hagas la inocente.

Ella esboza una malévola sonrisa.

-Si hubieras salido conmigo, nada de esto hubiera pasado.

Siento que voy a explotar de lo molesto que estoy.

-¿Por qué haces esto? ¿Por qué nos molestas?

-¿A quienes?

-Mike, Griselda, Scott, a mí

-Tarde o temprano se iban a enterar, solo adelanto las cosas.

-Eres una maldita.

-Lo sé, debes más cauteloso y observar si nadie te está espiando, después de tu charla con Mike, te seguí y escuché tu conversación con Jill.

Tengo la necesidad de golpear los casillero o patear una maldita silla, pero no puedo porque hay muchas personas aquí, no es mi estilo llamar la atención.

-Tranquilo Alex, todavía estás a tiempo de salir conmigo antes de que tu noticia se esparza por toda la escuela.

Cierra su casillero y se marcha, yo me quedo ahí como un tonto sin saber que decir ¿qué se supone que debo de hacer? Hoy sucedió algo que puede convertirse en algo peor después.

Sin importar lo que sucedió decido salir con Jill y los demás, aunque todo el tiempo estoy bastante distraído, no dejo de pensar en alguna solución.

-Mira Alex, si lo deseas podemos entrar a la librería -dice Jill.

Asiento, no cambiará nada de lo que sucedió pero al ver esas portadas me hace olvidar las cosas, incluso puede que haya una historia similar a la mía que pueda comprar. Entro junto a mis amigos y yo me desvío a la sección juvenil.

-Hola otra vez.

Es el chico que me encontré la última vez.

-Hola eh... -olvidé su nombre.

-Will -responde.

-Si, Will, habrá algún libro para no sentirse de lo peor.

Arquea ambas cejas.

-Creo que no hay un libro, pero si oídos.

Ni si quiera lo conozco, lo último que quiero es charlar sobre mis problemas a un desconocido.

-Lo lamento, pero es personal.

El chico asiente.

-Bueno, aquí estaré si deseas charlar, quizá pueda ayudarte.

Jill aparece detrás de mí.

-¿Encontraste algo?

-No.

-Yo me llevaré este.

-¿Hunger Games? Lo leí hace mucho.

-No sabía que la película era un libro.

Me quiero echar a reír, es común que alguien que no lee no sabe que la mayoría de las películas están basadas en libros, cómics o relatos, da igual. Se lo entrega a Will para que pueda cobrarnos.

-Tenemos la trilogía -dice Will.

-No gracias, creo que sinsajo es de lo peor.

Me cubro el rostro, obviamente el libro es mucho mejor que la película, mejor no menciono nada, me estoy divirtiendo. Por otro lado veo que Nick está charlando con una chica.

-Nick está rompiendo corazones -dice Lana.

Me echo a reír, creo que desde que llegamos aquí las mujeres no dejan de acosarlo, puede que sea por su cara de niño ángel. Estamos por salir pero Will me detiene.

-Toma -me entrega un marca páginas.

-Gracias.

Guiña un ojo, admito que si es muy atractivo y el momento me ruboriza. Solo espero que los chicos no lo noten.

-Creo que Mike se pondrá un poco celoso -me susurra Jill al oído.

-No si no se entera de esto.

Jill me entrega la bolsa con el libro.

-Un regalo para ti.

-¿Qué? Jill ya lo he leído.

-¿Y? Puedes agregarlo a tu colección.

De verdad la adoro, es una chica que me levanta el ánimo de cualquier forma, después de caminar un poco ahora entramos a otra tienda de zapatos. Me impresiona ver que aquí se encuentra Liam el hermano de Mike junto a su novia. Si quiero ser un chico decente tengo que saludar.

-Hola -digo tímidamente.

-Alex, hola -dice Marissa.

-¿Qué te trae por aquí?

Me encojo de hombros, quiero decir que acaban de amenazarme y vine aquí para distraerme pero no quiero asustarlos, ni si quiera Jill lo sabe.

-Solo paseando.

-Oye ¿crees que a Michael le gusten este par de zapatos?

-Supongo que si, son muy lindos.

-Mi hermano es bastante especial, no recibe cualquier regalo de buena manera.

-¿Regalo?

-Si, mañana es su cumpleaños

¿CUMPLEAÑOS? ¿EN SERIO?

-Oh, cierto -miento, soy tan idiota que ni si quiera me molesté en recordarlo.

-Mamá siempre prepara algo para nosotros, si quieres puedes venir. Eres bienvenido.

-Gracias -Jill y Nick llegan a mi lado.

-Bueno, te veré mañana entonces.

Me quedo mirando a Jill con los ojos del tamaño de un plato, no sé que voy a hacer, no tengo dinero para comprarle un obsequio. Debe de haber algo que no sea costoso y que le guste.