Ahora que envié la solicitud a la universidad, tengo que enterrar mi pánico escénico y comenzar a demostrar que soy bueno para lo que me quiero dedicar el resto de mi vida, y eso lo logro con ayuda de Jill entrando al club de teatro para presentar el musical de Hairspray, cuando Jill me presenta con todo el equipo siento las mejillas muy rosadas, me tengo que acostumbrar a dejar de ser muy tímido, incluso Gabriel y el resto de los chicos están aquí.
-Vas a divertirte mucho Alex, esto es mejor que el club glee -dice Nick.
Espero que así sea.
-Bien chicos a sus lugares -dice Jill.
Por supuesto yo me hago a un lado, van a hacerla escena de "Without Love" esa canción me encanta. Como me lo esperaba Nick es Link, unos de los personajes masculinos más importantes y además canta excelente. Después se une Eddy que interpreta a Seaweed con Kitty que es Penny, todos parecen unos profesionales y eso me aterra, yo no tengo experiencia sobre esto.
-Muy bien, me gusta.
-¿Jill? ¿Quién se supone que será la madre de Tracy?
Señala a un profesor que ni si quiera me di cuenta que estaba aquí, quiero reírme pero me agrada la idea de que tenga el valor de vestirse de mujer, es decir, creí que de verdad lo interpretaría una mujer.
-¿Qué dices si por lo pronto haces el papel de Corny Collins? -pregunta Jill - Adam está enfermo y por el momento no puede cantar.
Me froto la nunca un momento, no sé si de verdad estoy listo para interpretar un personaje, puedo cantar pero no sé si pueda tener la actitud para actuar.
-No te preocupes Alex, sé que es tu primer día, te entiendo si solo quieres ver.
De verdad adoro a Jill, no sé qué haría sin ella.
-Gracias -me da un abrazo.
-¡DESDE CERO! -espeta Jill a todos.
Después del ensayo salgo en busca de Mike para felicitarlo, no lo he visto esta mañana. Me inquieta observar que todos en el pasillo me están mirando, creo que cada vez se esparce más el rumor sobre mí. No oculto que estoy orgulloso de ser quién soy pero me insisto en sentir miedo sobre el acoso escolar.
-¿Ya decidiste algo?
Hablando de mismo diablo, Lizbeth aparece frente a mí.
-Aún no, tengo que pensarlo un día más.
Pone los ojos en blanco.
-Está bien, pero date prisa porque las nominaciones para rey y reina del baile están cerca y no quiero que nos quedemos sin lugar. Me acaricia la mejilla y es de lo más incómodo del mundo, pero muchos en el pasillo logran verlo.
No encuentro por ningún lado a Mike sino hasta que salgo al campo de fútbol, es extraño porque se supone que no tiene práctica en este momento.
-Hola.
Se encuentra él solo dominando el balón y se detiene al verme, no lleva su uniforme así que seguro solo está aquí por placer.
-Hola.
-Te he estado buscando por todas partes.
-Lo lamento, creo que este es mi sitio cuando me encuentro solo.
-Sabes que no estás solo, me tiene a mí -intento animarlo.
-Lo sé -asiente lentamente.
Ya lo he captado, extraña a sus amigos. Quisiera poder hacer algo, pero fueron ellos los que metieron la pata. Separo la mochila de mi espalda y de ella saco el obsequio de Mike, está envuelto pésimamente pero al menos lo intenté.
-Muchas felicidades -le entrego el obsequio.
Mike esboza una sonrisa amplia, puedo observar que hasta se crean hoyuelos en sus mejillas, eso me tranquiliza un poco.
-No debiste hacer eso.
Comienza abrir el obsequio, de verdad moriré si no le gusta.
-No, no puede ser, de verdad te amo -comienza a emocionarse lo que nunca creí posible - es una jersey de Alemania, era la única que me faltaba para tener toda mi colección del último mundial.
¿Toda la colección? Ya imaginarán cuál es mi rostro en el momento al escuchar eso, Jill fue de mucha utilidad, le debo la vida entera y también el dinero que me prestó.
-Ven aquí.
Me da un fuerte abrazo y yo me apoyo en su hombro, me alegra mucho que le haya encantado el regalo. Se escuchan pisadas aproximándose y rápidamente me separo de Mike.
-Lo sabía, hay algo entre ustedes ¿no es así?
Nuevamente es ella, si sigue apareciendo de repente en todas partes es seguro que hasta en mis sueños va aparecer.
-¿Y qué si lo hay? -responde Mike, de verdad me sorprende su actitud, no parece interesarle.
-Nada, obviamente ustedes dos se ven muy bien, ¿quién es el hombre? Supongo que Mike.
Eso dice su voz, pero su rostro dice otra cosa.
-Alex ya me había hablado sobre ustedes y ahora confirmo que si están juntos.
Mike frunce el ceño y me mira, yo lo único que puedo hacer es agachar la mirada.
-No esperaba eso de ti capitán-Lizbeth cruza los brazos.
Ahora si ya no aguanto.
-¿Por qué no puedes admitir que te gustan las mujeres, sobre todo tú mejor amiga?
Ella me mira.
-Lo que te dije no es verdad.
-Ah por supuesto que si lo es, no dudaste en decirle a Mike sobre Gris un segundo más porque era obvio que la amas y querías que se quedara contigo. No tuviste el valor de consolarla y ahora Scott se quedó con ella.
-Cierra la boca.
-Por eso quieres destruirme, porque sabes que ahora yo soy feliz con Mike y tu no tienes a nadie, de verdad me das lástima.
Lizbeth derrama una lágrima, después de salir de mi estado de ira me doy cuenta de que le he gritado de mala manera, yo no soy así. No quiero comportarme como ella lo hace.
-Lo siento -intento disculparme.
No dice nada y solo se da la vuelta para marcharse, perdí mi paciencia y no sabía que ese lado oscuro me iba a salir en estos momentos.
-Fue bueno -responde Mike.
-No, no debí hacer eso, que va a suceder si menciona algo sobre nosotros.
-Tranquilo Alex, sabes que nadie puede meterse conmigo. Se han dicho tantas cosas de mí y nadie las cree.