Me encuentro en las gradas observando la práctica de fútbol que Mike tiene en estos momentos; han pasado varios días desde lo del club y en ningún momento lo he dejado solo, de hecho no pienso abandonarlo en ningún momento.
Me siento orgulloso de ver que cuando el balón cae a sus pies hace magia, controla muy bien todo y doy por hecho que él nació para esto. Es más que un profesional en este deporte.
-¡Muy bien Roberts! -grita el entrenador -has vuelto, el capitán ha vuelto.
Anota un gol después de burlar a la mayoría de sus compañeros y lo celebra. Las animadoras gritan como locas, pero lo que no saben es que ese chico me pertenece, siempre escuché que las cosas las cosas buenas toman su tiempo, pero encontrar a Mike fue en un parpadeo y la verdad es que no hay posibilidad de encontrar a alguien mejor que él, luego de siempre pensar que el amor no existía tropecé en sus manos y puedo decir que fue el mejor error en el que pude cometer.
-Hola -una voz me saca de mis pensamientos, la reconozco, es Gabriel que se sienta a mi lado.
-Gabriel, hola.
-¿Vienes a ver el juego de Mike?
-De hecho es una práctica.
-Bueno, no le veo la diferencia.
Lo mismo digo.
-¿Qué te trae por aquí?
-Solo quería ser honesto contigo.
Oh no, aquí vamos, no me gusta rechazar a las personas, es que yo siempre me sentí de esa manera y no se siente nada bien.
-Cuando mencionaste lo que sucedió en Nueva York, creí que ahora estabas disponible, pero intenté no darle importancia.
No entiendo qué quiere decir.
-Terminé con Cody para poder estar contigo, pero de algún modo me daba miedo acercarme a ti, quería darte tiempo.
No sé que decir en estos momentos.
-Pero no sabía toda esta historia entre tú y él, fue algo inesperado.
-Si, pues, es una larga historia de hecho.
Asiente y mira hacia el frente.
-Espero que eso no arruine nuestra amistad, porque eres importante para mí -le doy una palmada en la espalda.
Quisiera preguntar que sucede con Will, pero no sé si es buena idea, podría arruinar el momento. Siempre lo diré y lo repetiré mil veces, Gabriel es excelente persona, quisiera sentir mucho por él pero Mike es el que mantiene mi corazón en sus manos. No sé que hacer.
-Por supuesto que si tonto, nunca podrás perderme.
Siento tranquilidad en mi interior al escuchar eso.
-Gracias por decirme todo eso, significa mucho para mí.
Ya que las animadoras están practicando, la música se apodera de nuestra atención y lo mejor es que la canción es "Problem" de Ariana Grande. La rutina es genial y tiene acrobacias que ni si quiera sabía que existían. No es todo, estoy seguro de que mis ojos no me mienten y la que acaba de hacer el mejor salto de todos es Lizbeth.
-¿Es...
-Si es ella -me interrumpe Gabriel.
Cuando termina la rutina, bajamos de inmediato hasta donde están ellas, ahí se encuentra Lizbeth chocando palmas con todas sus compañeras, excepto Gris claro.
-Hola chicos ¿qué les pareció?
-Eso fue muy...
-Muy ardiente -dice Gabriel.
Lizbeth se encoje de hombros.
-¿Cómo fue que volviste?
-Una larga historia, desde que tengo novia las cosas cambiaron para mí, ahora me siento más segura de mí misma.
Me alegra mucho escuchar eso, yo sé que hice lo correcto al presentarle a Kary en el club.
-Y además de ganar las nacionales de este año, estoy segura de que seré la próxima reina del baile de graduación.
A un metro de aquí puedo observar que Gris pone los ojos en blanco y cruza los brazos.
-¡Bebé!
Liz nos empuja y se aproxima a abrazar a Kary, no esperaba verla por aquí tan pronto.
-Las lesbianas se mueven rápido -dice Gabriel.
-Yo también -me encojo de hombros.
***
Suena la campana para anunciar el final de la clase, pero el profesor Hudson me pide que espere un momento, es extraño porque hasta donde sé, yo no he hecho nada malo.
-¿Has recibido respuesta de la universidad?
Niego.
-Muchas cartas de respuesta llegaron hoy, creí que ya habías recibido la tuya.
-No, no la he recibido, supongo que fui de los últimos en enviar.
-Bueno, hay que tener paciencia -me da una palmada en el hombro- de lo contrario, tendremos que buscar un plan B.
El profesor Hudson es muy bueno, creo que lo veo más como un padre que como un profesor. Me ayuda bastante y sin él no estaría pensando en universidades este momento.
-Está bien, muchas gracias.
-Por cierto, suena algo estúpido pero le he hablado mucho de ti a mi esposa, quiere conocerte.
-¿En serio? Oh bueno...
-Puedes cenar algún día con nosotros... Claro si tus padres están de acuerdo.
-Muchas gracias profesor, claro que acepto.
-Por favor, llámame Chris.
No estoy acostumbrado en llamar a mis profesores por su nombre, pero puede que con él haga una excepción.
-Está bien, Chris, creo que lo veré después.
Asiente. Al salir del salón de clases me encuentro a Mike frente a mí, me alegra verlo pero creo que a él no tanto. Es como si estuviera nervioso.
-¿Podemos hablar?
Asiento, entramos a un salón vacío, no deja de caminar de un lado a otro y eso comienza a inquietarme.
-¿Qué sucede?
Por fin se detiene y de su mochila saca un sobre, tiene el sello de la universidad de Barcelona.
-No quiero ver lo que dice.
-Dios, te respondieron.
-Tengo mucho miedo Alex, si no me aceptaron no sé que voy hacer
-Mike, tú tienes mucha confianza en ti mismo, no la pierdas en este momento, estoy bastante seguro de que todo saldrá bien.
Respira hondo y rompe la orilla del sobre, cierra los ojos y poco a poco retira la hoja que hay dentro, mi corazón se acelera.
-Alex, no puedo, por favor ayúdame -dice sin abrir los ojos.