—Llevas noches asi, ¿que estarás tramando?—se preguntó Rosabella quien espiaba a Edith mientras se iba en plena noche. —Grabación…—dijo mientras grababa su voz. —Voy a seguirla, es la primera vez que la sigo, me dirijo hacia la puerta de casa, cierro la puerta y me escondo detrás de un árbol.
—Hola—Rosabella escuchó la voz de Edith mientras se adentraba en el bosque. —Te he traído comida—Era Edith quien estaba con un…
—¿Un lobo?—preguntó en bajito. Los observó. El lobo era gris, tenía una mancha blanca en una de sus patas y parecía estar bien cerca de Edith.
—¿Me has echado de menos? perdona por no poder venir más seguido, es que… están pasando cosas que… nunca me lo imaginaria, quien imaginaria que, una amiga suya se sacrificara por otra amiga—el lobo la miró como si la entendiera, se acercó y se puso en su regazo. —Perderé a un hermana… sea como sea, si no es una es la otra. Y esto, me preocupa mucho.
—Edith…—Rosabella, inconscientemente, se acercaba más mientras la miraba escondida, hasta que se cayó y un ruido alarmó al lobo y a Edith. —Ay…
—¿Rosa?—Se levantó. —¿Qué haces aquí? ¿Me estabas espiando?—Rosabella sonrió nerviosa. —Vuelve a casa, deberías estar dormida—Volvió a sentarse.
—¿Y tú? ¿Vienes aquí cada noche por él?
—Es un lobo que se ha perdido, no es de aquí.
—¿Como lo sabes? digo, ¿cómo que se ha perdido?
—Solo lo sé, se llama Bonwol y no es de esta isla. Es más, no es ni de esta dimensión.
—¿Como que no es de esta dimensión? ¿Hay más dimensiones?
—No estamos solos Rosa, hay muchas y todas conectadas por algo, viene de la dimensión Argón, del reino Blade, es un príncipe lobo, como su hermano mayor y su hermana menor.
—¿Cómo es que sabes todo esto?
—Él me lo dice, no sé cómo pero, le entiendo.
—¿Hablas con los animales?
—Solo con él.
—¿Y que más te dice?
—Él y sus hermanos eran inseparables, pero, un día, su hermano mayor se convirtió en humano por una tradición y estuvieron separados mucho tiempo. Su hermano se llama Nick y su hermana Aurelia.
—Pero al final volvió ¿no? su hermano digo, ¿volvio a ser un lobo?
—Sí, es una condición que sufre la familia real, su hermano volvió y se casó, pero antes de eso paso algo que le marcó para siempre, no, no volvió a ser el mismo.
—Y… ¿por qué? ¿Qué le pasó?
—No lo sé, no me lo ha querido contar, ten presente que no habla mucho, se ve que a él también le ha afectado.
—¿Y cómo ha llegado hasta aquí?
—Lleva aquí un buen tiempo, varios meses por lo menos, y bueno, no sabe muy bien como ha llegado aquí.
—Deberíamos descubrirlo.
—Lo que deberíamos hacer es, irnos a casa, ya es muy tarde.
—Espera, ¿escuchas esto?—Rosa separó los arbustos. Una maquina de un azul metálico estaba parada sin ninguna vigilancia, un cilindro grande con patas, con dos entradas pequeñas en cada bando.
—¿Ese es el meteorito que decían por las noticias?—dijo al ver una roca grande encima de una plataforma del cilindro.
—Deberíamos avisar a las demás.
—Ahora es muy tarde, pero podemos…—Un gas somnífero salía de esa máquina, nadie había pulsado ningún botón, pero se encendió sola y las durmió, incluyendo a lobo.
Por la mañana, el sol se escondía por las nubes. Todas habían desayunado, excepto Edith y Rosabella que no bajaron.
—¿Cuánto tiempo más vas a estar ignorándome? Llevas asi varios días seguidos—No dijo nada y se giró. —¡Ilonka!
—¿Por qué?—se volvió a girar. —¿Por qué tenias que sacrificarte? ¿Por qué tenias que… hacer un trato…?
—¿Preferirías morir tu?
—Por supuesto que no, pero tampoco quiero que mueras tu, vamos a dejar las cosas claras Melody, yo estaba destinada a hacerlo, yo no debí nacer en primer lugar, pero ya que estaba en el mundo me sacaron adelante, teniendo una diosa en mi interior.
Tú no tenías ninguna responsabilidad de intercambiarte por mí, podías haber vivido una vida normal.
—¿Lo que estás diciendo es que no te importa tu vida? ¿Preferirías haber muerto?
—Lo que estoy diciendo es que lo que has hecho es muy egoísta. Vamos, ¿de verdad piensas que me voy alegrar de estar viva sin una de mis hermanas?
—Lo mismo te digo.
—Pero yo ya lo empezaba afrontar, ya todos sabíamos que en el fondo iba a morir, ya estaba escrito, pero tú no, tú estabas viva.
—Chicas, dejad de pelearos—interrumpió Yuko. —Este tema se nos está escapando de las manos, nadie quiere ver morir a otra persona y mucho menos a una de nosotras.
—Hablando de nosotras, es muy raro que Edith y Rosabella no se hayan despertado todavía ¿no?—dijo Lyra.
En el bosque, el lobo lamia la cara de Edith para despertarla. Y ésta despertó a Rosabella.
—¿Todavía está?
—Sí. ¿Crees que alguien nos ha visto o la maquina ha sacado ese somnífero ella sola?
—Si alguien nos hubiera visto ya no estaríamos aquí—dijo levantándose.
—¿A dónde vas? tenemos que decirles a las demás todo esto—susurro.
—Tranquila, no hay nadie—susurró mirando la maquina, cada vez se acercaba más a ella.
—¿Pero que tenemos aquí? Una revoltosa por aquí—un señor la vio, llevaba un sombrero; Rosabella se giró y lo vio, era el señor James Cruz.
—¿Revoltosa?—susurró Edith, le sonaba de algo esta palabra, pero no sabía de qué.
—Em… hola…—Sonrió nerviosa.
—¿Te gusta esta máquina?—el señor Cruz parecía hasta simpático. No se enfado en absoluto.
—Es muy chula, ¿qué hace?
—Convierte la magia en algo mucho más grande. La llamamos la maquina milagrosa.
—La maquina milagrosa… esto es como en el templo…
—¿Que has dicho?
—Nada, nada, y… ¿cómo funciona?
—El meteorito le da energía a la maquina, ésta lo que hace es que todas las criaturas mágicas entregaran su magia para crear un portal, un portal capaz de viajar a través de dimensiones.
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Editado: 14.08.2021