—¿Dónde lo has visto Edith?—Preguntó Melody.
—¿Ahora mismo qué hora es?—Miro el reloj del móvil de Lyra. —Son las 18:30, debe de estar de camino al rio, en mi sueño iba por el camino de piedras, el que cruzamos para ir al templo.
—Vamos, no hay tiempo que perder—Dijo Yuko corriendo la primera.
—¿Lo veis? Yo no veo nada, solo agua—Dijo enfrente del rio.
—¡Lyra está detrás de ti! ¡Ahí abajo!—Gritó Ilonka. Un perro y un gato estaban en el rio, pero estaban… ¿juntos?
—Dejádmelo a mí—Movió sus manos para mover el agua y llevarlos a la hierba, en un momento de descontrol, los animales cayeron encima de Lyra quien los había alzado demasiado alto y la hirieron. Los dos animales tenían parte de gato y parte de perro, estaban fusionados.
—Lyra, ¿estás bien?—Preguntó Melody.
—Solo es una herida poco profunda, la señora Amunet me curará y no habrá pasado nada—La ropa estaba un poco rota y se podía ver una marca de nacimiento en la parte derecha de su cintura.
—Han estado jugando con la goma de unión, es un objeto mágico, no es un juguete ¿entendido?—Dijo Ilonka quitando la goma. La entendieron y ella también. —Woow, los he entendido. Acabo de comunicarme con un perro y un gato, pensaba que solo podía leer la mente de los humanos.
—¿Qué ha pasado aquí?—Preguntó Carlos al llegar.
—Nada—Dijo Ilonka escondiendo la goma mágica. —Lyra se ha hecho daño y la vamos a llevar a casa.
—¿Te has hecho daño? Déjame ver. ¿Tienes una marca de nacimiento?
—Sí, y si me disculpa señor policía, quiero irme a casa, gracias—Dijo Lyra yéndose junto con las demás y con los animales.
—Esta marca…—Se quedó pensando. Llegó a su casa la cual estaba cerca de la entrada del pueblo y su hija la estaba esperando en la cocina.
—Hola cielo ¿Tienes hambre?
—¡Papá!—Corrió hacia él. —Sí, tengo hambre, ¿por qué no merendamos los dos juntos? Hay una cafetería para niños, claro que no hay café, no sé por qué le llaman cafetería.
—Porque es una cafetería para adultos solo que han puesto un nuevo parque infantil para los niños y también hay pastelería y repostería ahí mismo.
—Podemos ir porfa, porfa.
—Ve con ella yo te espero aquí—Dijo Annie en el espejo.
—Sigues aquí ¿verdad? No te has metido en el espejo.
—No puedo meterme en el espejo, si quieres voy con vosotros también, pero no me podréis ver.
—Eso de ocultar todo lo extraño que ha pasado en el verano a todos los habitantes que no estuvieron aquí me parece muy mal.
—Hay personas que no lo toleran, he escuchado muchas veces que las historias de fantasmas no existen y que es solo una invención de la gente que está mal ¿te lo puedes creer?
—Madre mía.
—Papá vámonos ya—insistió.
—Está bien Coral, dejaré el espejo de mamá encima de la mesita de noche y nos vamos— Dicho esto se fueron cogidos de la mano hacia la cafetería, estaba al lado de las dos únicas fuentes que había en todo el estrecho pueblo. —¿Qué te apetece merendar?
—Mmmm… ¡Una ensaimada de crema!—Se sentaron en la cafetería café colorido, uno de los dos que hay en el mismo pueblo.
—Está bien, una ensaimada de crema con zumo de naranja y un café expreso largo.
—Ahora mismo.
Coral se comió la ensaimada de crema muy contenta, su expresión decía que le encantaba. Sin embargo, Carlos pensaba en la marca de nacimiento de Lyra. Era una mancha roja con forma ovalada, como si fuera una gota de agua.
—Annie, ya estamos en casa—Carlos se fue a buscar el espejo, mientras que Coral entró en su habitación. Coral llevaba una camiseta azul cielo de media manga y tejanos azules largos. Con el cabello recogido con dos colas bajas que le llegaban hasta los hombros.
—¿Os lo habéis pasado bien? No he podido venir con vosotros.
—No pasa nada, si, se ha comido una ensaimada de crema y yo un café…
—¿Pero? No me mires así, se perfectamente que te preocupa algo, dímelo, ¿es por ella? ¿Es por Coral?
—En parte. ¿Te acuerdas del día de su nacimiento?
—¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que me acuerdo, el 4 de junio del 2007.
—¿Te acuerdas en qué nos fijamos los dos cuando la miramos por primera vez?
—Su… su marca de nacimiento ¿no? La que parecía una gota de agua.
—No me he fijado en si Coral la tiene en verdad.
—¿Por qué te das cuenta ahora? ¿Qué has visto?
—Lyra tiene una marca extrañamente igual a la forma ovalada que tendría que tener Coral.
—¿Que estas insinuando?
—No lo sé, seguramente estoy cansado y estoy delirando.