G.L.A.M.M. Y.E.M.I.L. (otoño)

Capitulo 8. El legado del antiguo alcalde

—Alcaldesa, tiene la reunión a las 17:00 de la tarde.

—Gracias Susana, lo tendré en cuenta—Su secretaria cerró la puerta y la dejó sola en su despacho. Se giró con la silla y quiso abrir la caja que habrían las llaves doradas que un día fueron robadas. —Las niñas tienen poderes, quizá es hora de explicarles lo que ocurre con esto—Dijo abriendo la caja, en su interior había un papel enrollado con una cadena y un candado. Cogió su teléfono y empezó a pulsar botones. —Hola, ¿hacéis algo ahora? Quiero contaros una cosa muy importante.

La alcaldesa había pedido a las cinco hermanas y a la señora Amunet que por favor se presentasen en su despacho lo antes posible.

—¿Qué es eso tan urgente?

—Necesito que me hagáis un favor, ¿podréis guardar un gran, gran, gran, gran secreto?

—Si es tan grande alomejor no se puede guardar—Dijo Ilonka riéndose. —Vale ya me callo.

—Esto es muy serio, os he reunido aquí porque he tomado la decisión de confiar en vosotras. Sois unas niñas muy listas y muy energéticas, por lo que veo hasta ahora diría que en muchas situaciones extrañas vosotras estáis ahí de una u otra forma así que os quiero revelar un secreto. Pero no se puede enterar nadie más ¿entendido?

—Entendido—Dijeron las cinco. Amunet también aceptó pero con la cabeza.

—Bien. Empezamos por el principio, ¿Cómo os enterasteis de que tenias poderes? No digáis que no tenéis porque en la fiesta de Amunet os vi utilizándolos. ¿Cual tenéis y como lo conseguisteis? ¿Os acordáis?

—Yo puedo ver espíritus a donde quiera que vaya, ayudé a que Carlos y Annie se volviesen a encontrar y no sé cómo los obtuve. El devora almas del pozo me dijo que era una atrapa espíritus, como lo fue mi familia. Supongo que era hereditario.

—Yo puedo ver el futuro en sueños, no sé si es hereditario o si habré tocado algo, lo que sé es que la primera vez que soñé con el futuro fue con la muerte de Ilonka, soñé con el día del cumpleaños. No sé nada sobre mi familia y no sé cómo me ha pasado.

—Yo puedo cambiar de lugar con humanos y con animales, pienso en ellos y me cambio con ellos, solo funciona si los veo aunque este a larga distancia y cuando empezó todo era normal, me quise intercambiar por un ladrón para pararle los pies, fue después de subir esa montaña.

—Me acuerdo de ese día, bebiste agua de una fuente ¿verdad? Dijiste que estaba asquerosa—Dijo Amunet. Yuko aceptó con la cabeza.

—Yo puedo leer la mente de las personas y recientemente he podido hablar con los animales con mi telepatía, y también he tenido momentos incómodos donde me decían que podían escucharme mientras pensaba, espero que esto no sea un revés de poderes porque lo que pienso yo es secreto.

—Y lo nuestro no ¿no?

—Yo lo utilizo para comunicarme con vosotras, te recuerdo Lyra que fuiste tú quien me provocó la sordera para siempre.

—Culpable—Se escondió detrás de Melody.

—Lyra, te toca a ti—Dijo la alcaldesa.

—Yo puedo controlar el agua, desde que esa diosa arruino…

—¡Lyra, para ellas no existe esa diosa! ¡La niebla les borró la memoria!—Le comunicó mentalmente.

—Osea, esa diosa que se me apareció en sueños, la diosa de los mares, ¿cómo se llama?

—¿No es un dios? ¿Poseidón te refieres?

—Eso sí, Poseidón, se me apareció en un sueño y pues, una noche, como soy tan curiosa y me había dicho que yo podía controlar el agua o algo así la verdad fue muy borroso, pues intente hacerlo y funciono—Dijo poniendo una sonrisa de ángel al final.

—Fascinante.

—¿Qué es fascinante?—Preguntó Amunet.

—La teoría del antiguo alcalde ha sido correcta, aquí pasan cosas muy extrañas cada día, pero todo empezó un día, uno que nadie se acuerda porque… porque todos lo han olvidado involuntariamente.

—¿Cómo?

—Ese día fue el inicio de todo, el alcalde Sergio Lástor era un amante de lo paranormal, lo extraño y lo desconocido, viajó por todo la isla en busca de misterios y de criaturas extrañas, y un día encontró una roca, un cristal de roca gigante en la cima de esta misma montaña, antes de que fuese el alcalde de Ópalo, cuando tenía veintitrés años.

—No me lo diga, era mágica.

—Sí, era mágica, esa roca de cristal tenia oro en su interior y eso le asombró. Antes de desaparecer del mapa, porque es verdad, desapareció sin dar ninguna señal de vida, no me lo dijo ni a mí que era su consejera, en fin, antes de eso, creó unos polvos dorados extraídos de piedras que estaban alrededor de esa roca y lo puso encima de las estatuas de cristal.

—Por eso se mueven, por eso han cobrado vida, ahora tiene más sentido.

—Sí pero él no lo llegó a ver, o alomejor siempre han estado vivos desde aquel día, pero definitivamente nadie se había dado cuenta hasta que vosotras las descubristeis. A partir de encontrar esa roca, él empezó a investigar y yo lo ayudaba en todo, sé muchas cosas de muchas criaturas mágicas.



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En el texto hay: comedia, drama y aventuras, magia y misterio

Editado: 11.12.2019

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