G.L.A.M.M. Y.E.M.I.L. (otoño)

Capitulo 13. Una mano ayuda

—Han pasado días desde que se fue…

—No pensemos más en eso, ella está descubriendo su pasado ahora, nosotras también deberíamos hacer lo mismo, y como tú tienes a tus padres, ¿por qué no les preguntas sobre ellos? Sobre lo que quieras saber—Dijo Yuko. Las cuatro salían de la escuela.

—¡Hermana!—Coral la abrazó por detrás, eran clavadas, solo que Coral llevaba dos colas bajas que le llegaban por los hombros.

—Todavía no me acostumbro—Dijo abrazándola.

—Os parecéis tanto que hasta podíais ser gemelas, os diferencio porque tenéis diferente peinado y porque Coral tiene pecas que si no…

—¡Yuko!—Era Daron quien salía de la escuela con algunos niños que quedaban.

—Daren, ¿Qué pasa? Ah ya sé, me quieres ayudar a encontrar mi familia con tus poderes, lo sabía, vamos.

—No, no, no, mis poderes no son un juego, cada vez que los utilizo sufro dolores de cabeza y si se remonta a años atrás peor me lo pones.

—Si no practicas nunca aprenderás a usarlos bien.

—Mira quien fue a hablar, ¿no eras tú la que dejó de practicar con su maestro porque la gente no creía en la magia? Ya sabes lo que nos dijo la alcaldesa, y tenemos una misión muy importante.

—Si Lyra, claro que me acuerdo, también me acuerdo de que Ilonka se fue del pueblo, Melody está harta de ver fantasmas y Edith está todo el día estudiando o leyendo libros.

—Muy bien, ya no digo nada más.

—Coral, Lyra, Yuko—Dijo Carlos vestido con su uniforme. —Amunet me ha pedido que hoy pueda encargarme de vosotras, ¿así que nos vamos a casa?

—¡Sí!—Gritó Coral. Estaba más feliz que antes.

—Nos veremos luego ¿vale?

—Pero yo quería… qué más da, ya se lo diré otro día— Se fue para el otro lado.

Llegaron a la casa de Carlos, toda decorada con los objetos antiguos que tenía en una habitación, todos los objetos que tenia del mar, cuando navegaba con Annie.

—Madre mía, ¡qué pasada! Me encanta esta decoración.

—Coral me ayudó a colocarlo todo, toma, ¿quieres hablar con ella?—Le dio el espejo.

—¿Mamá?

—Hola Coral, bueno, ahora tendré que acostumbrarme a llamarte Lyra, ya que tenemos otra pequeñaja con el mismo nombre.

—Esa soy yo.

—Os parecéis tanto… a veces pienso que podía haber tenido gemelas—Dijo riéndose.

—Pues nadie diría lo contrario.

—Hola Yuko, ¿cómo os ha ido en clases?

—Como siempre, la profesora Ausencia es más estricta que el año pasado.

—Siempre ha sido así.

—Ya está la comida niñas, hay que preparar la mesa—Dijo Carlos, Coral puso los vasos, Lyra puso los cubiertos y Yuko puso las toallas. La comida era sopa de pasta de estrellas y carne roja con ensalada. —¿Diga?—Cogió su móvil. —Hola alcaldesa, sí, claro, ahora voy—Cerró la llamada. —Lo siento mucho pero tengo que irme al ayuntamiento, a la tarde cogeré lo encargado—Le dijo a su mujer fantasma.

—Papá, si quieres podemos ir nosotras—Dijo Coral, Lyra y Yuko se miraron extrañadas.

—Si queréis ir vosotras solo le tenéis que dar esta nota y os entregará una caja mediana de color azul, ya está encargado y pagado, en la cafetería Café colorido.

—Pues iremos nosotras, no te preocupes.

—Coral, nosotras no hemos dicho nada—Susurró Lyra.

—Entonces todo vuestro, me voy que me esperan—Cerró la puerta. El espejo tenía un mazo para agarrarlo y Carlos hizo un agujero en la mesa para ponerlo ahí y que todos pudieran verla.

—Bueno ¿está buena la sopa?

—Y que lo digas—Dijo Lyra. —¿Y ahora qué? ¿Tenemos que irnos a buscar eso?

—Podéis ir las tres juntas y así habláis sobre vosotras y os explicáis cosas, es un poco raro para quien no os conoce pero Lyra, tú eres hermana de ambas.

—Lo sé… De acuerdo, vamos a la cafetería—Se levantaron y cerraron la puerta dejando el espejo en la cocina. Se fueron directamente hacia la cafetería Café colorido.

—Buenos días ¿Qué queréis niñas?—Les atendió una persona muy familiar.

—¿Señora Diddria? ¿Qué hace aquí? ¿Y la residencia de animales?—Dijo Lyra mientras Coral le daba la nota.

—La cerré. Me estaba agobiando yo sola en esa residencia, por cierto ¿Cómo está Baxy? ¿Está comiendo bien?

—Sí, está con Melody en estos momentos, ya está casi curado—Dijo Lyra.

—¿Pero trabajas sola en la cafetería? ¿No es lo mismo que estar sola en la residencia?—Preguntó Yuko.

—Yo puedo con todo—Sus ojeras eran visibles a la vista. —¡Voy!



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En el texto hay: comedia, drama y aventuras, magia y misterio

Editado: 11.12.2019

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