G.L.A.M.M. Y.E.M.I.L. (otoño)

Capitulo 15. El reloj arreglado

Amunet llegó a la ciudad con su coche, llevando a las cuatro hermanas.

—Ya están aquí—Dijo Ilonka con un auricular enchufado a su audífono. Bajo las escaleras y junto con su dama de compañía abrieron las puertas para que pudieran salir. —¡Hola! ¿Me habéis echado de menos?

—Solo han sido pocos días, ¿crees que eres el centro de atención? Es broma, te he echado muchísimo de menos—Dijo Lyra.

—Y yo—Se abrazaron. —Por cierto, chicas, esta es Riza, mi dama de compañía y protectora personal—Riza tenía un pañuelo en la muñeca izquierda de colores violeta y rosa.

—No creí que tuvieras que tener guardaespaldas.

—No he sido yo, mi hermano se ha empeñado en que me acompañe porque nuestra familia se ha creado muchos enemigos.

—¿Estás bien Ilonka? ¿Te cuidan bien aquí?

—Si señora Amunet, muy bien la verdad.

—Esto no está pasando, no, no, no—Dijo Edith.

—Hola a ti también Edith.

—Hola, pero es que es igual que en mi sueño.

—Al menos no tienes el libro—Dijo Melody.

—Ah hablando de libros, Edith te dejas este—Dijo la señora Amunet dándole el mismo libro que tenía en sus sueños.

—Pero como es que está aquí, si yo lo escondí en mi caja fuerte.

—¿Poderes del destino?

—¿De qué habláis?

—Cosas nuestras, ¿qué os contáis?—Preguntó Melody.

—Hemos ido dos veces a la fiesta de las carrozas y…

—Ayer fue el último día, y todo eso, todo se está repitiendo—La interrumpió.

—¿Tuviste un sueño de esto? ¿Qué pasaba en él? ¿Algo malo? Por favor dime que no era nada malo.

—Si fuese algo bueno no estaría así ¿no crees?

—Buenos días chicas—Zyne y Ayleen aparecieron.

—Eso no me lo esperaba.

—¿El reloj ya está arreglado?—Preguntó Yuko.

—Si ahora vamos a recogerlo—Dijo Zyne. —¿Queréis venir?

—¡Por supuesto!—Dijo Edith. —En mi sueño no aparecen, eso es fantástico parece que se puede cambiar el destino, ¡vamos!

La señora Amunet no parecía estar muy contenta pero las veía de espaldas mientras las demás se alejaban más de la entrada principal de la mansión. Llegaron a la relojería especial que los gemelos habían dejado el reloj y con mucho cuidado el relojero lo presentó reparado y limpio.

—Este reloj es muy valioso, tened mucho cuidado con quienes observan las calles porque no sabéis de que podían ser capaces.

—¿Que tiene de especial? Al parecer no es un reloj dorado normal—Dijo Lyra.

—Este reloj es uno de los 5 objetos dorados que el dios del oro creo para los humanos. Simboliza el tiempo. Puedes ver lo que una vez pasó en un determinado lugar y en una determinada hora.

—Por eso lo quiero, quiero saber que le pasó a mi tía y a mi prima—Dijo Ayleen. —Gracias. Hay que ir al hospital abandonado.

—¿Un hospital abandonado?

—No vengáis si no queréis puedo ir yo sola.

—Te acompañaremos Ayleen, no te dejaremos sola—Dijo Zyne. Las siete se fueron a un lugar apartado de la ciudad, a pocos metros del pequeño bosque.

—Es aquí—El hospital se veía viejo, con mucho polvo y las paredes destrozadas, con muchas telarañas por los alrededores.

—No me gustan nada las arañas—Dijo Ilonka mirando por todas partes. Llegaron al sitio donde ponían a las futuras madres cuando ya estaban a punto de dar a luz.

—¿Te sabes la hora exacta?—Preguntó Zyne.

—Sí, me sé todo lo necesario—Ayleen puso la hora exacta en el reloj las 23:49 del 2 de enero del 2007.

Como un holograma apareció una mujer en una camilla, dos médicos y tres enfermeras lograron aparecer el milagro de la vida.

—Es preciosa—Dijo la mujer al tener a su bebe en brazos.

—Señora Villa, su hija necesitará atención especial cuanto antes.

—Está bien pero dejen que la tenga unos minutos más, por favor.

—Cinco minutos—Dicho eso todos los presentes se fueron de la sala y al poco rato vino una mujer con capucha y capa, como si se fuera de viaje, llevaba una mochila con lo esencial para sobre vivir.

—Por favor cuídamela bien.

—¿Estás segura de esto? Significará que no la podrás ver más.

—No podría igualmente, cada vez me desangro más, he tenido un parto complicado y para que me la maten mejor quédatela tu, pero no se lo digas a nadie, esto será un secreto entre nosotras.

—Como quieras Margaret—La madre se la dio a la encapuchada.

—Prométeme que la cuidaras como si fuera tu hija, por favor prométemelo. Y otra cosa, que no te vean con ella, bajo ningún concepto debes permitir que la encuentren.

—Te lo prometo.



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En el texto hay: comedia, drama y aventuras, magia y misterio

Editado: 11.12.2019

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