G.L.A.M.M. Y.E.M.I.L. (verano)

Capitulo 1. El jardín de cristal, parte 1

En el valle Ópalo, todo estaba tranquilo, los pájaros cantaban, el sol iluminaba el cielo y todo estaba despejado…

—Este es el día más aburrido de toda mi vida—Dijo una chica tumbada en su cama.

—Eso dijiste ayer—Dijo otra chica pasando por delante de su puerta. Tenía gafas y el cabello corto de color castaño.

—Y antes de ayer—Dijo otra. Tenía el cabello negro y liso.

—Gracias por decir lo obvio chicas.

—De nada— Dijo la última.

—Tiene que haber algo divertido que hacer— Dijo girándose en la cama.

—Ilonka, ¿te acuerdas de lo que prometiste ayer?— Preguntó una chica alta y con flequillo, tenía el pelo de un color negro azulado oscuro. Ilonka se levanto.

—Lo de que iría a… oh no, estoy muy cansada— Se volvió a tumbar.

—¡Me dijiste que lo irías a recoger tu!

—Vale, voy, voy— Se levantó. —De todos modos no iba a hacer nada interesante en la cama…

Ilonka se fue de su casa y llegó a una residencia de animales, estaba un par de casas más a la derecha y en el otro lado.

—Aquí está Baxy, ha sido muy buen compañero para muchos de estos animales— La mujer de la residencia tenia los cabellos destrozados y con unas ojeras totalmente visibles a metros de distancia.

—¿Se encuentra usted bien?—Preguntó cogiendo la correa azul.

—Sí, sí, sí, claro, ¿por qué lo preguntas?

—Se la ve preocupada y nerviosa, parece que no haya dormido en días.

—Son solo los animales querida, no sé que les ocurre durante la noche, no consiguen dormir, además creo que estoy empezando a alucinar—Atemorizada cogió el jersey de Ilonka muy rápidamente.

—Yaa, debería tener unas vacaciones—Se soltó. —Le irían muy bien, vamos Baxy. —Baxy era un hurón de pies negros, se subía siempre en el hombro de las personas que se sentía seguro.

—Ten cuidado, los animales nunca se asustan porque si. Aquí está pasando algo…

El pueblo donde vivía, era tan solo una calle ancha. En el centro, la calle se hacía más ancha todavía, para las plazas y las fiestas que se celebraban ahí. Ilonka y Baxy pasaron por la calle hasta llegar a la entrada de su casa.

—Te dije que no, yo no lo cogí—Dijo un hombre bajito y obeso, con una lupa con cadena colgada de su traje elegante.

—¡Y yo te digo que sí! Tú me lo has cogido—Le respondió un hombre alto y delgado con un sombrero de copa, combinaba con su traje elegante.

—Esos dos vuelven a pelearse, las mañanas de este pueblo son de lo más divertidas ¿verdad?—Le dijo mientras los miraba. —Ya estamos aquí.

—¡Oh ya estás aquí! Me tenias muy preocupada—Dijo una señora grande con una fuerza inmensa y un moño bien peinado. Era la señora Amunet.

—¡Baxy!—La chica del flequillo se alegró y lo abrazó al verlo, el abrazo fue mutuo.

—Me estas asfixiando, no puedo respirar—La señora también abrazó a Ilonka.

—Uy perdona cielo— Se despego. —Mira, sabes que puedes ir por todo el pueblo porque el pueblo es pequeño y puedes ir sin problemas, ¡pero!— La cogió. —Esta noche os quedáis sin salir de casa.

—¿Qué? ¿Por qué?— Se liberó.

—Están pasando cosas muy extrañas, yo me voy al ayuntamiento ha hablar de esto, pase lo que pase no salgáis de la casa.

—¿Como la señora Dadria? Se volvió loca cuando le pregunte si había dormido. O los dos hombres que, no esos dos siempre se están peleando.

—De todos modos, no salgáis—Dijo antes de cerrar la puerta.

—La señora Amunet, tan firme como siempre…

—¡Eh! ¡Venid aquí!— Dijo una chica rubia de cabello corto y con gafas.

—¿Que pasa Edith?— Preguntó la del cabello negro y liso. Las cinco estaban en el comedor en frente de una radio.

—Escuchad— Movió la rueda de la emisión.

—No sabemos qué es lo que pasa, pero parece que últimamente, los animales salvajes son encontrados débiles por no haber descansado suficiente, y por si fuera poco todos los objetos de cristal están desapareciendo del pueblo. No sabemos qué está pasando pero seguiremos informando, por ahora, que nadie salga de sus casas, por precaución.

—¿Objetos de cristal?

—Pues como vengan a por mí trofeo de cristal, les daré una paliza— Dijo la chica del cabello liso y negro.

—Entonces guárdalo muy bien Yuko o alguien te lo robara— Dijo la de las gafas y el cabello corto.

—No bromees con esto Lyra, ¿sabes cuánto me costó conseguirlo?

—Lo que no entiendo es porque solo objetos de cristal— Dijo la del flequillo.

—Melody, ¿dónde está Baxy?— Preguntó Lyra.

—¿Baxy? Pero si estaba aquí, ¡Baxy!

—Seguro que esta por la casa—Dijo Ilonka, tenia el cabello castaño y largo. —Tampoco iba a salir esta noche de todos modos— Dijo dirigiéndose a las escaleras de arriba. Las demás la observaban mientras subía.

—Aquí estas—Melody lo encontró en la cocina, esperando delante de la nevera.

Llegó la noche y todas estaban dormidas en sus camas, Melody con Baxy en su habitación junto con Lyra, eran las únicas que dormían en la misma habitación, las demás dormían separadas, dos habitaciones delante de las otras dos.

—¿Eh?— Ilonka escucho un ruido viniendo de la planta baja. Se levantó y con el pijama puesto bajo las escaleras lentamente, no veía nada pero el sonido era más fuerte, parecía como si hubiera un ladrón en casa, buscando algo de valor. —¿Quién es? ¿Quién está ahí?

—Si claro, y quien este ahí te va a contestar—Dijo Yuko todavía en la planta de arriba.

—Ssssh, lo vas a asustar—Susurró.

—Más asustada estoy yo a las cinco de la mañana despertada por un sonido que no sé ni lo que es— Bajo muy decidida y encendió la luz. Se quedaron sin palabra, era descrito como una persona con una cabeza más grande de lo normal y toda cubierta de cristal.

—¿Esta no es la estatua que vimos la semana pasada?— Preguntó Ilonka.

—¿La del jardín de cristal?— Dijo Yuko.

—Yo diría que es la misma— Ese ser también se quedo inmóvil, aunque…



#11300 en Thriller
#6454 en Misterio
#26640 en Otros
#3677 en Aventura

En el texto hay: drama y misterio, magia y aventura, comedia y fantasia

Editado: 05.10.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.