G.L.A.M.M. Y.E.M.I.L. (verano)

Capitulo 5. El oido de Ilonka

—Que hambre que tengo, ¡buenos días!—Dijo Lyra con energía.

—Buenos días Lyra—La señora Amunet preparó las tortitas que tanto les gustaba a las cinco.

—¿Ilonka todavía no ha bajado?—Preguntó sentándose.

—No y ya se está haciendo tarde, si no baja ya, no podrá desayunar y tendrá que esperar a la comida. Así que, las que ya estáis ¿Por qué no la vais a despertar?

—No hay problema—Dijo Edith. Yuko también había terminado así que las dos se fueron arriba.

—¿Y bien? ¿Que hicisteis ayer?

—¿Qué?—Dijeron Melody y Lyra a la vez.

—Ilonka, ya es hora de despertar—Dijo Yuko abriendo la puerta.

—Déjame, quiero dormir más.

—Eso no va a ser posible, sabemos que el desayuno es uno de los mejores momentos de tu vida y te lo vas a perder si son bajas ya, tendrás que esperar a la comida si tienes hambre—Dijo Edith abriendo la cortina de par en par.

—Vuelve a cerrarla, no quiero levánteme de la cama hoy, me quedo aquí todo el día.

—No seas así vamos—Dijo Yuko.

—Lo digo en serio, ¡dejadme sola!

—Está bien, como quieras, vamos Edith— Dijo Yuko saliendo de la habitación. Ilonka tapo la ventana otra vez y se volvió a meter en la cama.

—Pues nosotras, ayer, ya sabes, lo de siempre—Dijo Lyra.

—Sí, limpiamos nuestra habitación como nos dijiste y poco más, un día bastante aburrido—Dijo Melody.

—No quiere bajar, no quiere ni salir de la cama. No nos escucha—Dijo Yuko.

—Qué raro, siempre es una de las primeras en bajar—Dijo la señora Amunet. El timbre sonó y Edith quiso abrir.

—Señor Carlos.

—Hola Edith. Veo que estáis todas, ¿dónde está Ilonka?—Preguntó pasando.

—¿Qué hace la policía aquí?—Preguntó Yuko susurrando.

—Está en su habitación, ¿quiere verla? Me temo que en estos momentos no quiere ver a nadie—Respondió la señora Amunet.

—En realidad iba a devolverle esto.

—Es la riñonera de Ilonka, ¿como a…?— En sus manos tenia la riñonera rosa pastel de Ilonka.

—Me la he encontrado cerca del rio esta mañana, es suya ¿no?

—Gracias señor policía.

—Es un placer. Hasta luego—Se fue cerrando la puerta.

—Quiero una explicación ahora mismo.

—Pues…

—Voy a hablar con Ilonka ahora mismo—Abrió la puerta de un golpe y Ilonka se asustó. —Ilonka, que estuvisteis haciendo ayer para que tu ropa y la de Lyra estuvieran mojadas y que hacia tu riñonera cerca del rio?

—¡Ya basta! Me duelen los oídos dejadme en paz por favor—Dijo tapándoselos.

—¿Te duelen?—Se sentó en su cama. —Déjame verlos. Hay que ir al médico, vamos —Se la llevó de la muñeca. —Cuando vuelva quiero una respuesta, vamos Ilonka, vamos a ver que te pasa.

—¿Qué pasó en el río?—Preguntó Melody.

—La corriente le choco contra la cabeza, seguro que es eso—Dijo Lyra.

—Esperemos que no sea nada grave— Dijo Yuko.

Ilonka y Amunet se fueron al médico del pueblo, la atendieron enseguida debido a que tenía sus estrategias.

—Dígame, ¿cómo lo ve?

—Bueno, lo que tiene ahí no lo sé todavía, hay mucha mucosidad para que se pueda ver algo. ¿Te has bañado en el rio o has hecho algún deporte acuático últimamente?

—…—Ilonka estaba mirando sus manos sin responder nada.

—Ilonka—La toco por el hombro y se dio cuenta de que la estaban hablando. —¿Has escuchado la doctor?

—No. No he escuchado nada.

—Voy a pedirle cita para el hospital de Crisocola, intentare que sea lo más pronto posible por si acaso.

—Gracias doctor Nereso.

Salieron del médico sin decir mucho entre ellas, compraron los medicamentos en la farmacia y volvieron a casa, ahí les esperaban las otras sentadas en el sofá.

—¿Que ha dicho el doctor?

—Nos dará una cita para el hospital de Crisocola lo antes posible—La señora Amunet explicaba mientras que Ilonka subía las escaleras para ir a su cuarto

—Ilonka, ¿a dónde vas?—Preguntó Lyra. No le contestó, ni se entero que la llamaban.

—¿Tan grave es?

—No escucha, no se sabe si es por la mucosidad que tiene o por otra cosa—Dijo dejando la bolsa encima de la mesa. —No sé qué hacer—Dijo sentándose en el sofá.

Pasó el día y llego la noche. Eran las 23:47 e Ilonka todavía no se había dormido, le dolía cada vez más ambas orejas.

—Hey, ¿estás dormida?—Ilonka la miro. —Veo que no. ¿Como estas? ¿Me puedes escuchar?—Lyra se sentó en su cama mientras hablaba, Ilonka se tocaba las dos orejas, como si tuviera dolor. — ¿Te duele?



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En el texto hay: drama y misterio, magia y aventura, comedia y fantasia

Editado: 05.10.2019

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