La señora Amunet llegó a casa con un paquete enorme que apenas podía cerrar la puerta de la casa. Bajo los dos escalones con cuidado y silbando.
—¡Hola!
—¡Uf! que susto me has dado Edith.
—¿Que llevas ahí?—Preguntó con las rodillas en el sofá.
—Una caja muy delicada y que nunca se debe abrir.
—¿A qué viene tanto secretismo?—Preguntó Yuko junto con Ilonka. Ambas bajaban las escaleras casi a la vez.
—Es una caja que contiene una criatura muy peligrosa que debe de estar aquí encerrada hasta que la vengan a buscar.
—¿Porque te ha has traído a casa?
—La alcaldesa me lo pidió como favor personal, ni se os ocurra abrirla ¿de acuerdo? ¿Dónde están Melody y Lyra?
—Se han ido a comprar chuches—Respondió Edith volviéndose a sentar bien.
—Decidles eso, esta caja debe de estar cerrada y guardada, la guardaremos aquí— Al lado de la mesa que tapaba la puerta donde encontraron la moneda, había un armario pequeño, bajo las escaleras. —Se quedara aquí hasta que se lo lleven mañana por la mañana ¿de acuerdo?
—Perfecto.
—Voy a preparar la comida, ¿qué os apetece?
—¡Macarrones!
—Hace tiempo que no hago, ¿os apetece macarrones?—Todas aceptaron. Dentro de un rato llegaron Lyra y Melody con dos bolsas llenas de chuches. —A buenas horas llegáis, esas chuches os las dejáis para después de comer, sentaos que se os enfría.
Llegó la tarde, concretamente las 15:43. Hacia un sol que no se podía estar fuera así que estaban todas viendo una serie en la televisión, mientras que la señora Amunet estaba durmiendo una siesta e Ilonka estaba en la cocina leyendo. La cocina y el comedor estaban muy juntos, separados por un mueble bajo.
—¿Escucháis eso?—Preguntó Yuko.
—Yo no escucho nada—Dijo Edith.
—¡Es el sonido de mi poder!—Dijo cambiando de lugar con las demás. Hasta con Ilonka que estaba tan tranquila leyendo.
—¡Yuko!—Gritó y un ruido extraño sonó, provenía de la caja escondida bajo las escaleras.
—¿Lo habéis escuchado?
—Viene de esa caja.
—¿Qué caja?—Preguntaron Lyra y Melody a la vez.
—Vosotras no estabais pero antes la señora Amunet ha traído una caja que según ella lo que hay es muy peligroso y no podíamos abrirlo—Respondió Edith.
—Yuko ten cuidado—Dijo Ilonka al ver que se acercaba al armario. Sacó la caja de ahí y la puso encima de la mesa de la cocina.
—¿Que pretendes hacer? ¿Abrirla? ¿Estás loca?—Preguntó Ilonka.
—Si ya sabes lo que voy a hacer ¿para qué preguntas?
—La costumbre—Yuko abrió la caja y había otra caja más pequeña. Volvió a abrir la caja pequeña y había otra, pero esta era una jaula de hierro donde estaba una criatura redonda, peluda y blanca, con pequeñas alas detrás.
—Pero que monada—Yuko la achuchó y la criatura se reía. —Se ríe y todo, yo me la quiero quedar.
—No entiendo porque la señora Amunet la tenía en tres cajas, pero si es muy mona.
—Le voy a dar de comer—Dijo Yuko.
—Yo te acompaño que también me gusta mucho—Dijo Edith, Lyra y Melody las siguieron hasta la despensa.
—¿Tanto revuelo por este pequeño animal?—Preguntó acercándose a él. Baxy había subido a la mesa. —Creo que tendrás competencia Baxy, aunque no sé si la señora Amunet nos dejará quedarnos lo.
Ilonka lo acarició y por un momento se fue a buscar su móvil para subirlo arriba, pero no llegó a cogerlo porque la criatura peluda la convirtió en una flor al girarse. El hurón de la familia se escondió y el peludo animal bajó de la mesa y se fue de la casa.
—¿No se lo puedo dar yo? Porfa—Dijo Edith.
—No, hoy se lo doy yo, mañana tu si quieres.
—¿Donde está Ilonka?—Preguntó Lyra.
—¿Y el bicho? Osea el animal peludo—Dijo Melody.
—Se llamará Pellis, es peludo en latín. Pellis, ven pequeño.
—Baxy, ¿dónde estabas?—Preguntó Melody cogiéndolo, Baxy tenía una flor en la boca. —¿Qué haces con ésta flor? Donde está Ilonka? Búscala—Baxy se quedo al lado de la flor indicando algo.
—¿Seguro que está bien?
—No sé que tiene. Baxy esto es una flor, por cierto es una flor rara ¿no? No había visto una flor turquesa—Era una flor diferente, tenia forma de racimos, presentaba forma de garras y tenía un color entre el verde del jade y el turquesa.
—Creo que se cual es, creo que he leído sobre ella, mirad aquí, estas flores se llaman Parra de jade. Aquí dice que solo crecen en los bosques húmedos de la montaña del este, al lado del arroyo de los diamantes.