Jae-Kyung.
Cuando terminé de lavarme las manos, salí a mirar que estaban haciendo mis amigos.
—Jae ¿Estás libre hoy? —Preguntó Maya.
—Eh, creo que sí —respondí.
—¡Vamos al centro comercial! —dijo nerviosa.
—Vale, le avisaré a Shin-ae...
—¡No! Ya la llamé, dijo que estaría estudiando para los exámenes.
—Oh, en ese caso iré a ayudarle en inglés.
—¡Sólo vamos! —dijo tomando mi mano y sacándome del lugar.
×××
Cuando llegamos al centro comercial, entramos a Starbucks.
—Iré al baño, tú ve a sentarte —dijo y fui a buscar una mesa.
Cuando me senté, espere a que Maya llegara.
—Lamento la demora —dijo un hombre sentándose en el lugar—
—Disculpe, este lugar está ocupado —dije.
—Oh, es muy amable de tu parte reservarme un lugar —dijo quitándose el cubrebocas, ¡¿El hisopo?!
—¿Kousuke Hirahara? —pregunté confundida.
—Sí, tú pediste que nos reuniéramos aquí —dijo con su típica cara de viejo culero—¿No recuerdas?
—¿Cuando dije eso...?
—Hoy por la mañana me llamaste —dijo mostrándome su historial de llamadas — Ese es tu número de celular ¿No?
Y ahí fue cuando entendí todo, todo fue un plan de Maya y probablemente de Min-Hyuk
—Lo lamento, creo que fue un mal entendido —dije haciendo una reverencia — Yo no fui la que llamó, fue una de mis amigas, tal vez una broma. Lamento haberte hecho perder tu tiempo.
—No importa—soltó — de todas formas hoy tenía la tarde libre —dijo—¿Y tú? ¿Estás ocupada?
—No—dije
—¿Te parece si comemos algo? Me gusta venir a este lugar porque tienen un postre que me encanta —dijo mirando a sus alrededores— Por cierto, Yeong-Gi no pudo venir, así que dile a tu amiga.
Ah, que vergüenza.
—¿Qué vas a pedir?
—No tengo hambre, gracias —respondí tratando de sonar fastidiosa para que se molestara y se fuera.
— No sería educado de mi parte si yo como enfrente de una señorita —dijo.
Bueno, aquí venden gelatinas de café...
—Una gelatina de cafe, por favor—solté cruzando mis brazos.
—¿Cuál es tu relación con Nol? —preguntó.
—Somos amigos... Supongo.
—¿Y con la Srta. Yoo?
¿Acaso no es obvio que somos amigas?
—¿A qué vienen todas estas preguntas? —
—Creo que está más que claro que vamos a cruzar caminos en el futuro, ya que Nol tiene cierto interés por ustedes dos —dijo — Así que sólo me estoy asegurando qué tipo de personas son ustedes dos.
—Ah, ya veo —solté.
—¿Y en dónde vives? —preguntó mirándome.
—¿Para que quiere sabes eso? —pregunté entrecerrando los ojos.
Acosador.
—Nol suele perderse muy a menudo, así que necesito saber la dirección de sus amigos para ir a buscarlo —explicó.
—De todas formas, no le voy a dar mi dirección a un desconocido —dije—Además, acabamos de conocer a Yeong-Gi, no sé si el término "amigos" sea el correcto por ahora.
Lo miré a los ojos, no soy tan estúpida como para darle nuestra dirección a un hisopo con patas.
—¡Hola, AMIGA! Hace un tiempo que no nos vemos —dijo Yeong-Gi sentándose con nosotros —¿Cómo va todo?
—Lamento llegar tarde —dijo Shin-ae, quién venía detrás de Yeong-Gi — Maya me dijo que Kousuke quería hablar con nosotras... —dijo mirando a ambos chicos.
—Todo fue un mal entendido —comenzó a explicar el hisopo — Su amiga nos hizo reunirnos a todos para jugarles una broma a ustedes dos—nos miró.
Yo les expliqué a la zanahoria y a Shin-ae todo lo que había pasado con más detalles.
—Uh, está bien —dijo Shin-ae — Si todo fue un mal entendido, entonces nosotras nos vamos —cuando se estaba yendo, la zanahoria la tomó de la mano.
—No me dejen aquí sólo con él —dijo mirándonos.
—No eres un niño pequeño —le dije mientras soltaba su agarre — resuelvan sus problemas en privado —les dije y tomé a Shin-ae y comenzamos a caminar a la salida — Bye, chao chao, sayonara~
—Ah, que incómodo —dijo la castaña suspirando.
—Ambos si que son intensos —comenté —¿Vamos a casa...?
Shin-ae se había apartado de mi y camino hacia unas niñas, que al parecer estaban teniendo una discusión.
Narrador omnisciente.
A Jae no le agradaban los niños, así que no fue con Shin-ae, no quería que la irritaran más de lo que ya estaba. Sólo esperó a que su amiga lo solucionara mientras observaba las diferentes tiendas del centro comercial.
La de orbes azules se distrajo viendo una tienda de música y no se dio cuenta que la mamá de una de las niñas estaba discutiendo con Shin-ae.
Cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, se acercó hacia ellas con toda la tranquilidad del mundo, pero al ver que la señora le estaba gritando con más fuerza a su amiga, aceleró el paso.
Jae no fue la única que se percató de lo sucedido, pues tanto Kousuke como Yeong-Gi, observaban la escena en silencio.
Shin-ae trató de calmar a la señora pero esta sólo se alteraba cada vez más y cuando la señora le echó la bebida encima a Shin-ae, Jae corrió hacia ellas y agarró el brazo de la señora con fuerza, pues pensaba que le iba a pegar a su amiga.
Jae tenía la intención de doblarle le muñeca pero Shin-ae la detuvo. La señora las insultó y se fue con su hija.
—¿Estás bien? Pensé que te iba a golpear —le dijo Jae preocupada.
—Sí, sólo me echó la bebida encima —rió nerviosa.
Por otro lado, a Kousuke le pareció graciosa esa escena de cierta manera, haciéndolo sonreír un poco.
Luego, salió una niña y comenzó a agradecerle a Shin-ae por haberla protegido. Jae no prestó atención ya que le molestaba el tono de voz tan chillón de la pequeña niña.
Detrás de Shin-ae apareció Yeong-Gi, preguntando por lo que había pasado y la niña se lo explicó todo.
Los tres jóvenes fueron a buscar a la hermana de la niña y cuando la encontraron, la mujer les agradeció diciéndoles que en cualquier momento podrían pasar por su tienda y ella les haría un descuento en su compra.