—¿Le avisaste a Kousuke? —Preguntó el pelirrojo sacando su celular.
—Traté de hacerlo, pero me ignoró completamente —Respondió la chica.
¿Tres llamadas perdidas de Jae-Kyung? Se preguntó el pelirrojo.
Decidió devolverle la llamada.
La chica caminaba por la cuidad, ya casi llegaba al restaurante en donde quedó de encontrarse con el Sr. Kim.
Hasta que recibió una llamada del pelirrojo.
—Hola, Yeong-Gi—Saludó la chica —¿De casualidad Shin-ae está contigo?—Preguntó, pero él no le respondió —¿Zanahoria?
—¿Qué es lo que está pasando? ¿En dónde está la Srta. Yoo? —Se escuchó la voz de Kousuke.
—Meg encontró este frasco cerca de Sang-Chul—Respondió Nol.
Jae sólo se limitó a escuchar la conversación mientras seguía caminando.
—Lo más probable es que sea alguna de esas drogas de violación.
—Tenemos que encontrar a la chica, podría estar en peligro —Dijo Meg.
Jae paró en seco, y sólo dos frases resonaban en su mente: "Drogas de violación" "Podría estar en peligro"
—¡YEONG-GIIIIIIIII! —Gritó lo más fuerte que pudo y todas las personas pararon de caminar y la vieron desconcertados.
—¿Con quién estás hablando? —Preguntó Kousuke viendo el celular en la mano del pelirrojo.
—Mierda... —Musitó el pelirrojo, había olvidado por completo que estaba en llamada con ella—Con Jae...
—¡¿Jae-Kyung Kyo?! —Preguntó Megan.
—¡ESCÚCHAME BIEN, YEONG-GI! ¡¿EN DÓNDE ESTÁ SHIN-AE?! —Preguntó enojada.
—No le vayas a decir que estamos en la fiesta —Dijo Megan e inmediatamente Jae colgó la llamada y pidió un taxi.
—¿Sabe si hay una fiesta importante hoy? —Preguntó subiéndose a un taxi.
—Escuché algunos rumores sobre una fiesta de los Hirahara... —Respondió el señor —¿Quiere que la lleve?
—Sí, lo más rápido que pueda, por favor.
Cerró la puerta del taxi y comenzó a sentir su corazón latir con fuerza y un fuerte vacío por dentro.
—Espero estés bien...—Pensó mientras horribles escenarios aparecían en su mente.
Cuando el taxi se estacionó, Jae le pagó al señor y bajó corriendo hacia la entrada, pero un guardia la detuvo y la sacó del lugar.
—Mierda—Susurró tratando de encontrar una manera de entrar al lugar.
Miró a su alrededor y se encontró con unos carros de comida que llevaban los empleados hacia la puerta trasera.
—Bueno... Hay que intentarlo.
Se acercó hacia los carros y espero a que los empleados se distrajeran para poder ejercer su plan.
—Como te digo, dicen que hay una chica borracha corriendo como loca por todo el primer nivel —dijo uno de los empleados acomodando los platillos.
Una chica llamó al empleado y este dejó el carro de comida por unos segundos.
Jae corrió hacia el carrito de comida y sacó toda la comida que había escondida entre la tela y se escondió ahí.
—Wow, la comida pesa—Comentó el empleado comenzando a mover el carrito mientras reía con sus compañeros.
Una vez que el carrito se detuvo, trató de salir, pero otros carritos se lo impedían , y no podía salir por el lado contrario, ya que en ese lado se encontraba la pista de baile.
—Carajo, carajo, carajo —Musitó.
Sacó su mano y trató de mover el carrito, mientras lo hacía, escuchó a personas murmurar que el carrito se estaba moviendo sólo y rápidamente salió arrastrándose por el piso.
Una vez se alejó de la pista de baile, se levantó y se dispuso a caminar.
Estaba tan distraída que no se dio cuenta que había chocado con el padre de Nol.
—Oh, lo siento —dijo y se alejó.
El hombre la miraba con los ojos abiertos de par en par mientras se perdía en la distancia.
—¿Akane...? —Susurró el hombre mientras seguía caminando.
Jae siguió caminando, las personas murmuraban cosas sobre ella y su vestimenta, pero eso no le importó, lo único que le importaba era encontrar a Shin-ae.
Mientras seguía buscando, recordó lo que había dicho uno de los empleados sobre una chica borracha en el primer nivel, pensó que era Shin-ae y decidió buscar el primer nivel.
Cruzó la puerta y se encontró con un fuerte olor a cloro.
Una piscina, genial.
Observó el lugar, hasta que se encontró con una escena que en otra ocasión le hubiera causado risa.
Shin-ae estaba dejando calva a la Sra. Hirahara.
Corrió hasta las escaleras, encontrándose con un chico rubio tirado en el suelo, como no la dejaba subir las escaleras, lo pateó hasta que se movió y la dejó subir.
—¡Shin-ae! —Gritó mientras subía las escaleras.
—¡J-Jae! ¡Lo lamento tanto! ¡Nunca debí venir a este asqueroso lugar! ¡Todos son una mierdaaaaa! —dijo llorando mientras soltaba el cabello de la Sra. Hirahara.
Jae se acercó corriendo y la examinó.
—Sigue mi mano —Le dijo mientras movía su mano enfrente de Shin-ae y ella no era capaz de seguir su mano—Estás drogada...
Una ira incontrolable recorrió el cuerpo de Jae.
—¡Primero ese fideo quiso besarme! ¡Luego está bruja me estaba amenazando y ahora hay una zanahoria frente a mi! ¡JaeJae tienes que sacarme de aquí —Exclamó Shin-ae mientras se subía en una silla.
—Srta. Kyo, podemos explicarlo-
—Cállate—dijo entre
dientes—Juro que los voy a-
Cuando estaba a punto de terminar la frase, sintió que agarraban del cabello y la tiraban hacia atrás.