-Volveré en la noche-Avisó la castaña mientras se ponía su abrigo.
-¿Uhm? -Musitó mientras tallaba sus ojos, pues hace unos minutos estaba durmiendo-¿A dónde vas un domingo por la mañana?
La contraria se sonrojó levemente.
-Voy a ir con Dieter al parque de diversiones -Le respondió nerviosa.
La de orbe azules sonrió con maldad aún con los ojos cerrados.
-Con Dieter, eh... -Dijo en un tono burlón.
-Solo es una salida de amigos, nada más -Dictaminó-Tú sólo sigue soñando que estás en una competencia de baile con algún integrante de BTS o Michael Jackson y deja de molestarme-Rió levemente y abrió la puerta.
-¿Cómo sabes que estaba soñando eso? -Cuestionó mientras abría un poco los ojos.
-Yo sé todo sobre ti, Jae -Dijo cruzando la puerta - ¡Adiós!
Jae bufó y se acomodó nuevamente en su amada cama.-Adiós...
Jae-Kyung estaba soñando que cantaba sus canciones favoritas con los teletubbies cuando una llamada entró en su celular.
Sonó varias veces, pero la chica no se digno a contestar hasta que siguió sonando y tuvo que decirles a los teletubbies que cantarían "Given-Taken" en otra ocasión.
-¿Qué? -Habló con la voz un tanto ronca.
-¡Jae! ¿Quieres salir conmigo? -Habló la voz.
La chica separó su celular de su oreja para ver el nombre en la pantalla.
Soushi.
-¿Soushi? ¿Pará qué quiero salir yo contigo -Se sentó en su cama mientras con que con una mano se llevaba el cabello hacia atrás.
-Eh... -Hizo silencio-E-Estaba pasando por aquí y vi que una de tus bandas favoritas dará un concierto-Dijo nervioso e inmediatamente la chica se levantó a buscar sus zapatos.
-Mándame la dirección, iré de inmediato.
Por otro lado, un tal director ejecutivo se quejaba con su primo.
-Hombre, deberías callarte y disfrutar del momento, siempre estás encerrado en esa casa-Le respondió Hansuke alzando los hombros vagamente, ya estaba cansado de escuchar el berrinche del contrario.
-Ni siquiera sé para qué estoy aquí -Rodó los ojos.
-Estás aquí para salir de tu zona de confort -Respondió -Ven, vamos por un algodón de azúcar~-Canturreó.
Kousuke estaba bastante ocupado viendo una pequeña escena como para escuchar las tonterías de su primo.
¿Qué estaba haciendo Jae-Kyung Kyo en el mismo parque de diversiones que él? Fácil, era una adolescente normal en una supuesta cita.
La verdadera pregunta era qué estaba haciendo un viejo amargado como él en un parque de diversiones.
Kousuke estaba tan concentrado tratando de escuchar la conversación de los jóvenes que no notó que su presencia emanaba "peligro"
Cosa que notó su amado primo.
-Uy-Miró a Kousuke y luego a lo que estaba mirando y rápidamente soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza -Sé que sientes envidia de la juventud de esos dos jóvenes, pero ya deja de mirarlos así, acosador.
-Cállate, estoy tratando de escuchar.
Volviendo con la protagonista...
La chica llegó al lugar dando pequeños saltos de la emoción.
-¿En dónde es el concierto? -Cuestionó emocionada mientras miraba a su alrededor.
-Se saluda primero -Le dijo el moreno-No hay ningún concierto, sólo necesitaba que vinieras -Sonrió con maldad.
-Maldito...-Musitó la chica entre dientes.
-Sabía que no vendrías así que por eso-
Jae se negó a escuchar a Soushi, le dio la espalda y dejó que sus pies la guiaran de nuevo hacia su hermosa y suave cama.
-No, no, no-Dijo rápidamente mientras la agarraba del brazo, evitando que se fuera -¡Espera! ¡Déjame explicarte!
-¿Exactamente qué me vas a explicar, estafador? -Preguntó la de orbes azules cruzandose de brazos.
El moreno señaló a otros dos adolescentes mientras guiaba a Jae para que se escondieran detrás de un arbusto.
-Sólo estoy cuidando a Dieter para que no le de un infarto si Shin-ae se acerca más de lo habitual.
Eso era en cierta parte verdad, pero también quería pasar un poco de tiempo junto a ella.
Jae dejó caer su mentón al suelo, pues estaba sorprendida.
-Eres un asco como amigo, además eres bien chismoso, deja a los tortolos tener privacidad -Le dijo mientras se levantaba -Yo me voy, Arrivederci.
Y cuando se dio la vuelta, el contrario la detuvo tratando de convencerla con que le compraría todos los discos de su banda favorita si ella se quedaba con él.
La chica trató de no caer en la tentación, pero con tremenda oferta no pudo negarse.
-¡Bien, vamos! -Exclamó el moreno mientras tiraba de su brazo, arrastrando a la pobre detrás de él.
Kousuke, por su parte, "de la manera menos obvia" comenzó a seguirlos y su primo no tuvo más remedio que seguirlo mientras se comía su precioso algodón rosa de azúcar.