Glamour [kousuke Hirahara & Tú]

XXIII

Por favor leer
el mensaje del final*

Al día siguiente, la de orbes azules se encontraba observando fijamente a su jefe, quien le devolvía la mirada completamente serio.

Kousuke quería preguntarle cuál era la razón por la que lo estaba mirando de esa forma, pero decidió quedarse callado e ignorar aquello.

Hace unos diez minutos que la chica estaba parada al frente de él porque el contrario la había mandado a llamar, y también a Shin-ae, claro, pero la castaña estaba conversando muy cómodamente con Nol en los vestidores. La castaña se quejaba de sus tacones y el otro solo le hacía bromas para molestarla aún más.

Por otro lado, en la mente de Jae estaban surgiendo muchos diseños que probablemente serían una gran opción para la nueva colección de Deuv.

Apenas entró a la oficina y vio a Kousuke sentado en su gran silla de director ejecutivo, miles de ideas surgieron rápidamente.

Se imaginaba a Kousuke con diferentes estilos, diferentes prendas, texturas, colores, etc.

Y mientras Jae-Kyung Kyo seguía en su mente imaginando que Kousuke era su musa, la castaña de ojos rojos entró un tanto nerviosa en la oficina.

Shin-ae había conversado con Nol sobre la pequeña fiesta de bienvenida que le harían a Min-Hyuk y el pelirrojo había pedido que invitaran al de orbes celestes.

“¿Va a disfrutar esta fiesta? Va gente con la que dudo pueda familiarizarse a excepción de JaeJae... Probablemente ni siquiera le guste la comida. El tipo se fija en todo lo que no está a la altura” “¿Va a estar bien si Yeong-Gi está allí? Debería estar bien, ¿Verdad? Tal vez ella y yo podamos mantenerlo bajo control. Son hermanos después de todo... Pero ni siquiera se agradan el uno al otro, ¿Por qué Yeong-Gi sugiere que venga? ¿Quiere meterse con él? ¿Yeong-Gi es el tipo de persona que hace eso? ¿O más bien quiere que vaya por una persona en especifico...?”

Pensaba ella cuando un llamado interrumpió sus pensamientos.

—¡Señorita Yoo! ¿Acaso escuchaste una palabra de lo que acabo de decir? —Cuestionó el castaño con los brazos cruzados, mirándola de la misma manera en la que siempre la veía, seriamente.

—¿Qué? —Soltó.

—Tomaré eso como un no—Respondió.

La castaña tragó en seco y miró a su mejor amiga con el ceño fruncido, confundida de la expresión que le brindaba al castaño, quien las miró a ambas y puso los ojos en blanco, suspirando.

—Lo siento, ¿Puedes repetir lo que estabas diciendo?—Pidió un poco nerviosa la ojirubí.

—Le estaba preguntando a la señorita Kyo que cómo le fue en el fin de semana, pero a vista de que esta pensando quien sabe que cosas, te lo pregunté a ti.

—Bien—Soltó rápidamente, apretando los labios y tratando de esconder ese pequeño sonrojo que le provocaba pensar en ese pequeño alemán.

—¿Hiciste algo interesante? ¿Mantuviste tus responsabilidades?

—¿Supongo...? —Frunció el ceño.

—¿Eso es todo? —Insistió nuevamente.

—¿A dónde quieres llegar?

Kousuke miró nuevamente a Jae quién ahora tenía la mano en el mentón, y luego volvió a mirar a Shin-ae.

—Sabes que si querías tiempo para ti los fines de semana podrías haberlo dicho en vez de decirme que tenías responsabilidades que necesitaban atención.

La castaña frunció el ceño nuevamente, comenzando a molestarse.

—¿Disculpa?

Kousuke meditó rápidamente lo que iba a decir, probablemente Shin-ae no sabía que Jae-Kyung se encontraba ayer en el mismo lugar que ella. Dedujo esto por la extraña actitud que tenía Jae y Soushi cada vez que se topaban con Shin-ae y Dieter.

—Te vi en el parque el otro día. Al principio estaba muy decepcionado, pero sé que eres joven y que este trabajo no es una prioridad para ti, pero dime la verdad la próxima vez. Si hubieras dicho que no querías trabajar los fines de semana, te respetaría más—Desvío la mirada—No tengo problemas en darte los fines de semana.

—¡No mentí acerca de mis responsabilidades! —Subió el tono de la voz — Estaba cuidando a mi padre en el hospital el sábado. Sí, fui al parque de diversiones el domingo porque mucha gente me dijo que necesitaba un descanso, así que lo hice. Pero inmediatamente volví al hospital para continuar con lo que estaba haciendo, no mentí sobre nada.

—Hmph—Musitó el castaño y cambió de tema — El presidente quiere verte.
Debería estar esperándote en una sala de conferencias al final del pasillo a tu izquierda después de que salgas de mi oficina—Le dio la espalda.

Shin-ae, con el alma en la garganta, le pegó un codazo a Jae, quien rápidamente sacudió la cabeza y los miró a ambos, confundida.

—Solo tú, ella se queda aquí —Le dijo Kousuke con una mirada fría y la castaña con el paso tembloroso salió de la oficina.

Kousuke volvió a recostarse sobre su escritorio, dándole completa atención a la chica, quien le sonreía de lado.

—¿Por qué me estabas mirando así? —Rompió el silencio.

—¿Así cómo? —Preguntó la chica con un ligero tono de burla.

—Así como si me estuvieras desnudando con la mirada.

Jae se dejó caer en el sofá y alzó los hombros.

Durante la última semana, Kousuke se había acostumbrado a tener a Jae-Kyung Kyo husmeando por su oficina en su tiempo libre, siempre venía a quejarse de Sang-Chul y de los dulces de la máquina expendedora.

Ambos comenzaron a hablar más desde la vez que se encontraron en la azotea de la empresa.

Jae venía, se tiraba en el sofá, se quejaba, luego miraba las medallas de Kousuke, le preguntaba cualquier cosa y luego se quedaba contándole algo sobre algún manga hasta que su tiempo de descanso se terminará.

Y a Kousuke no le molestaba, ni siquiera le incomodaba la presencia de la chica, pero a estas alturas no es como si lo considerara algo importante.

—Y lo estaba haciendo —Respondió finalmente, sorprendiendo al castaño, quien rodó los ojos y suspiró nuevamente.



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En el texto hay: amor, kousukehirahara, iloveyoo

Editado: 04.06.2021

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