Glamour Oscuro

ESCENA 27

ESCENA 27:

EL RECHAZO DIGNO

Blanché pasa esas 48 horas en agonía mental.

Habla con Carolina (quien, sorprendentemente, dice: "No puedo juzgarte si aceptas. Pero solo asegúrate de que es por las razones correctas").

Llama a su madre (sin dar detalles, solo pregunta: "Mami, ¿cómo sabes si estás tomando decisión correcta?"). Su madre responde: "Cuando puedes vivir con las consecuencias sin perder quien eres."

Escribe pros y contras en su cuaderno hasta que tiene tres páginas llenas.

Y finalmente, en la mañana del tercer día, se mira en el espejo.

La mujer que la mira de vuelta es hermosa, calculadora, sobreviviente.

Pero también está cansada.

Cansada de luchar por cada centavo. Cansada de calcular cada gasto. Cansada de vestidos de consignación y apartamentos con humedad.

Sería tan fácil decir sí.

Y esa facilidad es exactamente el problema.

Blanché toca su anillo de obsidiana.

Nace del fuego. Se endurece con el tiempo.

Si acepta a Sebastián, se salta el fuego. Se salta el endurecimiento.

Se convierte en versión refinada de sí misma... pero refinada por otro.

No puedo, piensa. Si lo hago, nunca sabré si lo que construí después fue realmente mío.

Esa tarde, se encuentra con Sebastián en el mismo café.

Él lee su respuesta en su rostro antes de que hable.

—Vas a decir no.

—Sí.

Sebastián asiente lentamente. No parece sorprendido. Tal vez un poco decepcionado, pero no sorprendido.

—¿Puedo preguntar por qué?

Blanché elige sus palabras cuidadosamente:

—Sebastián, eres generoso. Amable. Honesto. Tu oferta es increíblemente tentadora. Pero si acepto, dejaré de ser quien estoy construyendo. Me convertiré en tu creación, no en mi propio destino.

—Entiendo eso. Pero ¿puedo ofrecerte perspectiva final?

—Por favor.

—A veces el orgullo se disfraza de integridad. Y a veces rechazar ayuda no es fortaleza, es miedo.

Blanché siente el golpe de esas palabras.

—Tal vez tengas razón. Pero prefiero equivocarme siendo yo misma que acertar siendo lo que tú necesitas que sea.

Sebastián sonríe con genuina tristeza.

—Pocas mujeres tendrían tu claridad. O tu coraje para rechazar seguridad cuando la necesitan tanto.

—No sé si es coraje o estupidez.

—Es coraje. —Sebastián toma su mano sobre la mesa (primer contacto físico significativo en seis citas)—. Cuando encuentres a tu millonario, Blanché, espero que sepa lo afortunado que es.

Esa frase.

"Tu millonario."

Como si fuera destino inevitable. Como si todo este esfuerzo garantizara recompensa eventual.

Blanché siente algo hacer clic en su cerebro.

"Tu millonario."

¿Y si no necesito encontrarlo?

¿Y si puedo SER el millonario?

La idea la golpea con fuerza que casi físicamente se tambalea.

Todo este tiempo, entrenándome para atraer riqueza.

¿Qué tal si uso ese entrenamiento para CREAR riqueza?

Sebastián nota el cambio en su expresión. —¿Qué pasa?

—Acabas de darme una idea.

—¿Buena?

—Tal vez revolucionaria.

Sebastián ríe. —Entonces valió la pena conocerte, aunque hayas rechazado mi oferta.

Se despiden con abrazo genuino.

—Gracias, Sebastián. Por todo. Por la honestidad. Por el respeto. Por no odiarme por decir no.

—Nunca podría odiarte. Cuídate, Blanché Cazafortín. Creo que vas a hacer cosas extraordinarias.

ESA NOCHE - EL APARTAMENTO

Blanché está sentada en su cama, laptop abierta, copa de vino barato (de vuelta a su realidad), pero cerebro en llamas con idea nueva.

Durante nueve meses de citas, aprendió exactamente qué buscan los hombres de élite en compañía femenina:

  • Belleza (obvio, pero no suficiente)
  • Presencia sofisticada (postura, manera de vestir, cómo moverse)
  • Conversación inteligente (poder discutir arte, política, negocios)
  • Capacidad de moverse en círculos de poder sin avergonzarlos
  • La ilusión de independencia (no parecer necesitada o desesperada)

Y de repente ve con claridad cristalina:

Ella puede enseñar esto.

Piensa en todas las chicas como ella: bonitas, ambiciosas, de clase media, sin plataforma, queriendo más pero sin saber cómo.

Piensa en todos los hombres como Sebastián: ricos, solos, dispuestos a pagar por compañía sofisticada (no solo sexual - genuinamente sofisticada).

¿Y si hay negocio aquí?

¿Y si puedo crear agencia que conecta estos dos mundos?

No prostitución. Eso es illegal y denigrante.

Pero acompañamiento cultural de alto nivel. Compañía inteligente para eventos. Damas de compañía sofisticadas.

Y entrenarlas como yo me entrené.

Abre documento nuevo en su laptop.

Escribe en la parte superior: "FORTÍN DORADO - Agencia de Acompañamiento Cultural"

Subtítulo: "Donde la elegancia encuentra oportunidad"

Empieza a escribir idea:

CONCEPTO: Agencia que entrena y coloca mujeres ambiciosas como acompañantes culturales de élite para eventos, cenas de negocios, viajes corporativos.

NO ES:

  • Prostitución
  • Citas pagadas
  • Servicios sexuales

ES:

  • Compañía inteligente para eventos
  • Acompañamiento a galas, cenas, inauguraciones
  • Conversación sofisticada
  • Presencia elegante

MODELO DE NEGOCIO:

  • Las chicas pagan por entrenamiento inicial ($500 por programa de 3 meses)
  • Una vez entrenadas, la agencia cobra al cliente ($200-500/evento dependiendo duración)
  • División: 60% para la chica, 40% para la agencia
  • Contratos claros: NO servicios sexuales (eso las descalifica inmediatamente)




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.