Glamour Oscuro

ESCENA 28

ESCENA 28:

LA SEMILLA DE FORTÍN DORADO - LA IDEA

Día siguiente. Domingo por la mañana.

Blanché está en la mesa del comedor con Carolina, quien está comiendo cereal mientras Blanché tiene su laptop abierta mostrándole el documento de Fortín Dorado.

Carolina lee en silencio durante diez minutos.

Finalmente: —Esto es... ambicioso.

—¿Bueno ambicioso o loco ambicioso?

—Ambos. —Carolina se frota los ojos—. Okay, vamos por partes. La idea en sí es buena. Hay mercado claro para esto. Pero hay problemas enormes.

—Dime.

—Primero: legal. La línea entre "acompañamiento" y "prostitución" es borrosa. Necesitas abogado que estructure esto perfectamente o terminas en prisión.

—Correcto. Lo sé.

—Segundo: reputacional. Esto será controversial. La gente te llamará proxeneta. Te llamarán vendedora de mujeres. Y a las chicas les dirán prostitutas disfrazadas.

—También lo sé.

—Tercero: logístico. ¿Cómo reclut

as chicas confiables? ¿Cómo verificas clientes para que no sean depredadores? ¿Cómo aseguras que nadie cruce la línea sexual y arruine todo?

—Esas son preguntas que necesito responder.

Carolina cierra la laptop suavemente.

—Blanché, te quiero. Eres mi mejor amiga. Y veo que este plan viene de lugar real: quieres crear para otras lo que creaste para ti. Pero necesito que seas honesta conmigo sobre algo.

—¿Qué?

—¿Esto es sobre empoderar mujeres o sobre vengarte del sistema que te hizo saltar tantos obstáculos?

Blanché siente el golpe de la pregunta.

—¿No puede ser ambos?

—Puede. Pero necesitas saber cuál es el motivador principal. Porque si es venganza, eventualmente implota. Si es genuino deseo de ayudar, tiene chance de funcionar.

Blanché mira su laptop cerrada. Piensa en los últimos nueve meses. En Rodrigo, Javier, Patricio, Carlos, Sebastián. En cada lección aprendida con dolor. En cada vez que tuvo que sonreír mientras algo dentro de ella gritaba.

—Es ambos —dice finalmente—. Sí, parte de mí quiere demostrar que puedo ganar en este juego diseñado contra mujeres como yo. Pero también... Carolina, hay tantas chicas como yo. Bonitas, inteligentes, ambiciosas, pero sin las herramientas. ¿Por qué solo las herederas deberían saber cómo moverse en esos espacios?

Carolina asiente lentamente. —Okay. Acepto eso. Pero antes de que inviertas tiempo y dinero en esto, necesitas responder estas preguntas:

Saca su propio cuaderno y empieza a escribir:

1. ¿Cómo lo haces legal? 2. ¿Dónde consigues capital inicial? 3. ¿Cómo reclutas primera ola de chicas? 4. ¿Cómo consigues primeros clientes? 5. ¿Cómo manejas PR cuando (no si, cuando) te atacan públicamente? 6. ¿Qué haces cuando inevitablemente una chica rompe reglas y se acuesta con cliente? 7. ¿Estás dispuesta a ser dueña de negocio controversial el resto de tu vida?

Le entrega la lista a Blanché.

—Responde estas siete preguntas con respuestas reales, no aspiracionales. Si puedes, entonces tienes chance. Si no puedes, abandona la idea antes de que te destruya.

Blanché toma la lista.

—Dame una semana.

—Te doy dos. Pero prométeme algo.

—¿Qué?

—Que no le dirás a nadie más sobre esto hasta que tengas respuestas sólidas. Porque una vez que pones esta idea en el universo, no puedes retractarte. Tu nombre quedará asociado con esto para siempre.

Blanché siente peso de esas palabras.

Mi nombre asociado con agencia de acompañantes.

¿Puedo vivir con eso?

Toca su anillo de obsidiana.

Y piensa en algo que la Dra. Vivienne Lockhart escribió en La Cita Perfecta:

"El éxito verdadero requiere disposición a ser malinterpretada por personas que nunca tendrán tu coraje."

—Lo prometo. Dos semanas de investigación. Respuestas reales.

Carolina asiente. —Entonces te ayudo. Porque si vas a hacer esto, que no sea sola.

Blanché siente lágrimas (de alivio, no de tristeza).

—Gracias.

—No me agradezcas todavía. Si esto sale mal, ambas podríamos terminar sin reputación ni futuro.

—Buen punto.

Ríen nerviosamente.

Y entonces Blanché abre su laptop de nuevo.

Crea folder nuevo: "FORTÍN DORADO - Investigación y Desarrollo"

Siete documentos.

Siete preguntas de Carolina.

Dos semanas para responder.

Y después, piensa Blanché, decido si realmente voy a hacer esto.

Si realmente voy a construir negocio del método que me construyó a mí.

Si realmente voy a convertir mi dolor en producto.

Mira a Carolina. —¿Estás segura de que quieres ser parte de esto?

Carolina toma un largo sorbo de su café antes de responder.

—No. Pero estoy segura de que quiero ser parte de TU vida. Y tu vida incluye esta locura. Así que sí. Estoy dentro.

—Okay entonces. —Blanché exhala profundamente—. Empecemos.

Y así, en un apartamento de clase media con manchas de humedad en el techo, sobre café barato y sueños caros, nace Fortín Dorado.

Todavía solo como idea.

Pero las mejores revoluciones empezaron exactamente así.

FIN DEL CAPÍTULO 3




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.