Ha pasado 1 mes desde que Malee se puso mal, sus recaídas han aumentado su número desde esa vez, por lo que contraté algunas enfermeras para su cuidado, así que compré una casa a las afueras de la ciudad para poder vivir tranquilamente. Algunos asuntos han surgido en el negocio pero nada que no pudiera resolver rápido, sin embargo el dolor de cabeza siempre ha estado presente.
¿Cómo te fue hoy? –Dijo Jaidee mientras cocinaba-
Bien, nadie se alteró esta vez –Dije llegando y abrazándola por atrás- ¿Qué cocinas que huele tan rico? –sonreí levemente-
Cocino Pad Krapau, ya está listo solo falta servir –Agarró un poco en una cuchara y volteó a mirarme mientras mis manos reposaban en su cintura- Prueba –abrí la boca y una cucharada llena de sabor llegó a mi paladar- ¿Qué tal?
Está delicioso, tienes la misma sazón de tu mamá –sonreí levemente-
Oh ¿en serio? –Dijo ella emocionada y con brillito en los ojos-
Por supuesto que sí –la acerqué a mí abrazándola por la cintura y recosté mi cabeza en su hombro- Necesito energía –dije pegándola a mi cuerpo-
Recárgate rápido entonces que luego se enfría –Dijo ella soltando una pequeña risita mientras me acariciaba la espalda-
Ya me recargué por completo –Dije luego de un momento y ayudándola a servir y arreglando la mesa-
¿Cómo se siente Malee? –Pregunté antes de comer-
Bastante bien, las enfermeras me tratan de maravilla –Dijo ella sonriendo mientras empezaba a comer-
Si le hace falta algo avísenme para traerlo –Dije sonriendo levemente-
No hace falta, todo lo necesario ya lo tengo gracias a ustedes dos que me cuidan tan bien –nos regaló una sonrisa-
Cuando terminamos de comer, fui al baño para arreglarme para dormir, una vez ya fuera me acosté y llamé a Liam.
A los años que te dejas escuchar –Dijo bromeando-
Estoy –
Ocupada si si ya lo sé, es la misma historia de siempre –Se quejó- En fin ¿cómo está mi cuñada?
Yo estoy bien gracias eh, gracias por tu preocupación –Dije sarcásticamente-
Eso ya lo sé porque me estás hablando, pero no la escucho a ella –dijo riendo levemente-
Ella está bien, estoy apoyándola lo que más puedo con lo de su madre, pero sé que en el fondo está preparándose para cuando llegue ese día –Suspiré acomodándome en la cama-
Entiendo, ese día será muy duro para todos, sobretodo ella y tú que las has estado acompañando y apoyando todo este tiempo –Dijo algo melancólico-
Si... y bueno ¿Cómo está mi cuñado? –Dije cambiando de tema luego de un momento de silencio-
Él está bien, de hecho está arreglando un pequeño trámite que le salió en su trabajo –Dijo animándose un poco-
Ya quiero conocerlo personalmente –Dije riendo levemente-
Y yo a mi cuñada, pero en fin, hay algo que no te dije –Dijo el riendo algo nervioso-
¿Qué? ¿Que lo conoces desde hace años y no es algo reciente como me lo habías dicho? –Dije riendo un poco- Si es eso ya lo sé, ¿crees que no te mantenía vigilado mientras yo trabajaba pequeña sabandija?
No pues en ese caso... tengo algo que decirte –dijo aún más nervioso- estamos planeando casarnos
Okey, ya estás grande por lo que te tienes que hacer responsable de tus acciones, sabes que no es un asunto que se toma a la ligera, es un gran paso en la vida de una persona, con que lo tengan claro tienen mi apoyo por completo –sonreí levemente-
Eso me hace sentir muy aliviado y créeme, lo tenemos muy claro –Dijo emocionado-
Y bien... ¿Cuándo planean casarse? –Dije arropándome-
Cuando vengas, en 3 meses por agosto en fin de mes –Se escuchó como alguien entraba en la oficina-
Okey, eso está bien, estaré allá sin duda alguna –Afirmé riendo levemente-
Bueno te dejo descansar, otro día hablamos –Se despidió rápidamente para luego colgar-
En serio que está bien perdido –Pensé en voz alta mientras me acomodé mejor y me quedé dormida-
Sentí como alguien abría la puerta de mi habitación y entraba silenciosamente por lo que abrí los ojos, sin embargo al reconocer la sombra que deambulaba por mi habitación bajé la guardia.
¿No puedes dormir pequeña? –Pregunte mirándola, a lo que recibí un meneo de cabeza como respuesta-
Ven, acomódate aquí –Dije dándole unas pequeñas palmaditas al espacio de mi lado izquierdo- ¿Qué pasó? –Pregunté preocupada por ver su nariz y ojos rojos e hinchados y su cara un poco mojada, por lo que le sequé las lágrimas-
Tuve una pesadilla –Dijo ella acurrucándose entre mis brazos-
Fue solo un sueño pequeña –empecé a hacerle mimos en busca de tranquilizar un poco su angustia-
Estoy aquí, estamos todos bien –susurré mientras le dejaba un par de besos en la frente, intercalándolo con los mimos-
Soy testigo de su angustia, aunque sé que lo que me muestras seguramente es solo la punta del iceberg, entiendo que el dolor y el miedo que sientes va mucho más profundo de lo que me muestras...
Después de un tiempo terminó quedándose dormida... la vi tan desprotegida, tan delicada que sentí que debía protegerla, debo ser el pilar en el que ella se pueda apoyar cuando necesite ayuda, deseo estar a su lado cuidándola todo el tiempo que me sea posible hacerlo.
Sin noción alguna del tiempo me quedé dormida abrazando a esa personita que cada vez está tomando más importancia en mi vida...
Al despertarme, Jaidee estaba profundamente dormida, por lo que levanté sin generar demasiado movimiento para evitar despertarla, la arropé, y luego de bañarme y arreglarme me puse un buzo negro y caminé hasta la cocina para empezar a preparar el desayuno, mientras esperaba que los wafles se cocinaran llamé a Joseph.
Dígame señora –Dijo el al otro lado de la línea-
¿Ninguna novedad? –Pregunté mientras cortaba unas frutillas-
No señora, todo tranquilo por ahora –Dijo seriamente- Uno de nuestros infiltrados dijo que la familia Saetang estaba tramando algo, pero aún no ha conseguido los datos ni las pruebas –informó-