*_NARRADORA: Jaidee_*
Me desperté al no sentir a nadie más en la cama, rápidamente vi a mi alrededor en busca de las maletas, pero no estaban...
Esto no puede pasar, ella no se iría así y sin despedirse ¿Verdad?
Escuché la puerta del baño abriéndose y vi a Evelyn saliendo del baño con una toalla sobre su cabello y otra enrollando su cuerpo.
Pensé que te habías ido sin despedirte –Dije parándome al ver como se vestía-
Nunca me iría sin avisarte, sé que preocuparía el doble y te enojarías un montón-Dijo volteándose completamente vestida para abrasarme-
Sus brazos se convirtieron en mi lugar seguro, son tan cálidos, delicados y amorosos que fácilmente puedo perder la noción del tiempo. Deseo que me abrace por el resto de mi vida, me ha dado un apoyo incondicional desde que la conocí, aunque su trabajo sea tan peligroso, el amor que siento no lo hace ver como un obstáculo.
Te voy a extrañar un montón –Dije escondiendo mi cara en su pecho inundando mi nariz con su suave aroma-
No me voy años pequeña ardilla, solo será una semana –Sentí su pecho vibrar debido a la risa que salía de su boca-
Fuiste tú la que me acostumbraste a tenerte a mi lado y que me consintieras en todo –Me quejé alzando mi cabeza para verla-
Entonces asumo la culpa –Sonrió levemente mientras dejaba un beso en mi frente y me acariciaba la cintura-
¿A qué hora te vas? –Pregunté mirando el reloj que se encontraba guindando en la pared-
En un par de horas –Dijo dando un suspiro y separándose de mí-
Otra vez comenzaron a invadirme esos sentimientos de nostalgia mezclados con miedo y pánico de que algo le pase, ya no quiero perder a nadie más. Mi mamá fue arrebatada de mi lado por el cáncer y mi padre por las circunstancias y sus malditas adicciones. Perderla a ella por trabajo me dejaría devastada y tan sola en este mundo...
No pienses tanto en un futuro traumático que no estamos segura que pase –Dijo como si leyera mi mente mientras despegaba mis ojos del reloj para verla- Volveré sana y salva como te lo he prometido cada vez que salgo a trabajar, pero tú también debes prometerme que lo estarás y que cualquier cosa que pase me llames ¿Entendido? –Preguntó mirándome con dulzura-
Lo prometo –Dije separándome- voy a hacer el desayuno -Dije empezando a caminar fuera de la puerta-
Cerré la puerta tras de mí y mientras llegaba a la cocina vi a Mia cocinando algo mientras que algunos guardaespaldas estaban conversando y vigilando a la vez la casa.
Buenos días –Dije tratando de dar mi mejor sonrisa a los presentes, los cuales me la devolvieron casi al unísono-
Puedes sentarte querida, el desayuno está casi listo –Dijo Mia dándome una cálida sonrisa que hizo aparecer unas cuantas arrugas en su piel-
Muchas gracias Mia –Dije sentándome en la mesa- ¿Ya desayunaron? –Pregunté a uno de los guardaespaldas que estaba a mi lado-
Si señorita, gracias por su preocupación –Respondió él inclinándose levemente y luego se alejó para perderse en las escaleras-
Mia llevó dos platos de wafles a la mesa, un batido para mí y una taza de café para Evelyn. No quise empezar sin ella, por lo que la esperé.
Pasado un rato vi como un par de guardaespaldas cargaban una maleta independientemente mientras bajaban detrás de Evelyn. Cuando se sentó empezamos a comer con una tensión en el aire que se podría cortar fácilmente.
Por favor quiero que si vas a salir le digas que te acompañen, es mejor prevenir cualquier cosa –Habló ella de la nada rompiendo el silencio tan asfixiante- puede que ellos ya sepan algo sobre ti –Hizo una pequeña pausa pensativa- solo te lo estoy diciendo para que seas más cuidadosa, no quiero que te pase nada –Dijo agarrándome la mano y acariciándome el dorso de ésta-
No me va a pasar nada y no saldré sin decírselo a alguien –Dije sonriendo levemente para tratar de tranquilizarla-
No digo que no salgas, sino que no lo hagas sin protección –Dijo sacando una tarjeta de su bolsillo- Esta tarjeta es ilimitada, úsala si quieres ir a comprarte ropa o cualquier cosa que quieras –Me la dio sonriéndome levemente-
Gracias, si cambio de parecer en salir lo usaré y te dejaré en banca rota –Dije bromeando mientras me paraba y ella me seguía-
Toma lo que quieras porque te consentiré hasta mi último aliento –Respondió abrazándome por la espalda, lo que me hizo reír-
Bien, es hora de irme –Dijo separándose y viendo a los guardaespaldas- Enciendan los autos para irnos al aeropuerto –ordenó por lo que siguieron sus instrucciones al instante-
Que te valla bien y regresa ilesa –Dije abrazándola por última vez-
Lo haré pequeña ardillita –Dijo alzando mi cabeza y dándome un beso lento capaz de transmitir sentimientos que no se pueden expresar con palabras-
Te voy a extrañar –Dije separándome del beso y juntando nuestras frentes-
Yo igual –Sonrió levemente y dejó un corto beso en mis labios- Cuídala mucho por favor –Le dijo a Mia y ésta asintió viéndola con cariño-
Empezó a caminar en dirección a la puerta mientras yo me quedé paralizada viéndola irse, las ganas de detenerla se hicieron más presentes, no quería que se fuera pero tengo que aguantarme... Después de todo es su trabajo.
Te puedo asegurar que estará bien –Dijo Mia brindándome una sonrisa-
No pude formular palabra alguna solo un asentimiento llegó como respuesta a tal afirmación.
Los días iban pasando y yo seguía con mi rutina habitual, en las mañanas pasaba en el patio cuidando las plantas y viendo series o películas, a veces hacía algunos trabajos que dejaban; en la tarde tomaba apuntes de las clases grabadas y en la noche tomaba pastillas para conseguir dormir sin que la preocupación por Evelyn me asechara cual monstruo debajo de la cama.
Sé que la preocupación te asecha cada que puede –Dijo Mia con un batido de fresa tras de mí mientras regaba las plantas-