Ve a ver a Jaidee y a los demás, llévalos al hospital y avísame cualquier cosa –Le dije a Joseph enviándole la ubicación del lugar donde me llamó Jaidee-
¿No viene señorita? –Preguntó algo confundido-
No, lo que acaban de hacer fue una declaración de guerra –Suspiré cansada- Sabíamos que iba a pasar tarde o temprano, así que ya es hora –Lo miré- que el resto vaya al cuartel general, vamos a hacer desaparecer a los Saetang y a cualquiera que nos desafíe –empecé a recoger las cosas que iba a necesitar-
Joseph dio un asentimiento y se fue rápidamente con una docena de guardaespaldas para cuidar a Jaidee y a los otros. Por otro lado, yo emprendí camino al cuartel general pensando en un plan para desaparecerlos del mapa.
Muy bien, ahora que todos los jefes están presentes –Dije al frente de alrededor de cincuenta personas- Hay que planificar la maravillosa caída de los Saetang –Los miré uno a uno- Por supuesto que tienen muchas alianzas –Dije mirando el archivo que me habían entregado recientemente- pero no son nada en comparación con nuestras conexiones, por lo que podemos ver la mayoría son solo pandillas y mafias pequeñas o que recién se están asentando. Lo que tienen todos en común es que anhelan el poder –Todos estaban excepcionalmente callados y atentos- Los Yakuza y La Triada 14K nos ayudarán con las máquinas inteligentes, armas y gente necesaria para poder combatir, además los 'Ndrangheta están en camino desde Italia.
¿Es posible siquiera que nos venzan? –Dijo uno en tono orgulloso-
Todo es posible, si bien las alianzas que ellos tienen no son tan "importantes" hay que recordar que la unión hace a la fuerza, por lo que todo puede cambiar de un instante a otro –Hice una pausa pensativa- Además a pesar de que los Saetang caigan, habrán otros que se tomarán la libertad y osadía de desafiarnos –Los miré seria- Así que, técnicamente hablando, podríamos durar meses o años peleando para llegar a estar tranquilos de nuevo.
Pasamos alrededor de una semana estudiando sus alianzas, su mansión y su gente; sin duda es una situación de estrés para todos, pues si bien hemos ganado algunos combates el fin no estaba escrito, han tenido más fuerza y resistencia de lo que esperábamos.
Por otro lado, Jaidee había quedado en coma después de su operación. Aunque me duela, es lo mejor al menos así estará más protegida y ausente de todo lo que pasa alrededor.
Señorita, los líderes la están esperando en la sala de juntas –Dijo uno de mis guardaespaldas-
Diles que en un momento estaré presente –Dije cogiendo unos documentos que estaban en el escritorio-
Es un gran honor tenerlos presentes en esta humilde casa –Dije una vez llegué a la sala de juntas-
El honor es nuestro –Dijo Gabriele, el líder de los 'Ndrangheta-
Éste es el plan de acción –Dije dándole la señal a uno de mis trabajadores para que le entregue el documento impreso a cada uno-
Me parece un excelente plan –Dijo Haruto, el líder de los Yakuza después de leer el documento-
Lo que no entiendo es por qué necesita a nuestra gente –Intervino Qiang, el líder de la Triada 14K- Según lo que sé usted sola pudo con fuerte imperio en sus inicios –Me miró intrigado-
Mírenlo de la siguiente forma –Dije colocando mis manos encima de la mesa- al combatir juntos podremos dar a conocer nuestras alianzas formalmente al resto de las mafias –Hice una pausa para mirarlos a todos- Siendo sinceros, los reunidos aquí somos la mafia más poderosa de cada uno de nuestros países, por lo que al unirnos muchos se lo pensarán más de dos veces antes de intentarse meter con alguno de nosotros y otros en cambio ni siquiera se atreverán a pensarlo –Sonreí levemente-
En ese caso, se puede decir que este acuerdo es sobre todo para evitar mucho de los próximos conflictos planeados por terceros ¿Estoy en lo correcto? –Preguntó Gabriele-
Lo estás –Asentí- Si lo piensan bien, es un ganar-ganar para todos los presentes
Cuenta conmigo, siempre y cuando utilicemos esta alianza para atrapar a las ratas que se atreven a tocar mi territorio –Dijo Haruto mirándome-
Y conmigo, después de todo hay algunos que me causan dolores de cabeza en mi territorio y creo que ésta es la mejor solución para ahuyentarlos –Dijo Qiang asintiendo-
¿Por qué no? Después de todo solo saldré beneficiado –Sonrió levemente Gabriele- Además tu pasado es una buena herramienta para ahuyentar a cualquiera –Bromeó-
Gracias por el cumplido, pero ustedes no se quedan atrás ni un poco –Reí levemente-
Una vez cerrada la alianza, colocaron sus herramientas a mi disposición y yo las ordené de tal manera que la idea de "el plan perfecto" se hizo posible.
...
Están en el segundo piso –Informo por el micrófono mientras nos ubicamos en nuestras posiciones- pero apenas comiencen los disparos se irán al sótano, ustedes encárguense del resto y déjeme a los Saetang a mí.
Entendido –Dijeron por el micrófono para empezar a decir sus nombres y sus posiciones-
Ahora –Escuché la voz de nuestro francotirador, quien empezó a disparar a los que estaban vigilando la mansión-
Todos entramos por nuestras partes y empezamos a hacer nuestro trabajo, cada vez más personas salían desde dentro y caían muertas al acercarse, más de 15000 personas peleaban entre sí mientras yo me habría paso acercándome al sótano.
Todo era un caos allá afuera pero yo estaba enfocada en mi objetivo, matar a los Saetang. Escuché pasos apresurados bajando por las escaleras acompañados de gritos y disparos, enseguida supe que eran ellos.
Una vez abajo ellos no notaron mi presencia pues estaba detrás de una gigantesca planta de decoración, al poner el código torpemente entraron y me apresuré en entrar antes de que la puerta se cerrara por completo.
Al fin solos –Dije sonriendo levemente al ver sus caras de pánico, Francisco me apuntó con su pistola, pero antes de que hiciera algo ya le había disparado- Buen intento imbécil –Me acerqué apuntándolos para recogerla y desarmarla- Tienen que ser obedientes, después de todo no tienen salida y somos los únicos en este lindo lugar que se convertirá en su tumba –Los miré seria, notando que sudaban frío- ¿Por qué se preocupan? Dentro de poco se unirán con su hijo –Sonreí levemente apuntándolos y obligándolos a sentarse-